EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, nobles caballeros y damas.
Estamos a 6 de noviembre. Comienza el Mercadillo Medieval de Elche, que durante tres días llenará las calles en torno a la Basílica de Santa María con más de cien puestos de productos de artesanía, amuletos, asaderos, pan, miel, velas, hierbas curativas, etc. y de exhibición de oficios medievales tales como carpintería, curtiduría o herrería.
También hay previstas una danza del fuego y una representación teatral, aparte de los habituales pasacalles de leprosos, saltimbanquis y, con algo de suerte, duendes y otros monstruos legendarios.
Aunque estamos reservando las entradas dedicadas a reseñar los cómics de El Guerrero del Antifaz para hacerlas coincidir con las fiestas de Moros y Cristianos, creo que un mercadillo medieval también resulta un momento adecuado para releernos un par de números más. Y puesto que es el mercadillo medieval de Elche, serán números de Las Nuevas Aventuras, la segunda etapa, los mismos que hemos reservado para las fiestas de Moros y Cristianos de Elche. Lo cual nos lleva a…
El corsario Mustafá (n.º 14). Mustafá, con quien se encontraron al final del número anterior, se presenta al Guerrero y Li Chin como capitán de una flota otomana. Para aclarar términos antes de continuar, demos un repaso a las diferencias entre árabes, musulmanes, moros, sarracenos, otomanos y berberiscos, puesto que son términos que aparecen con frecuencia en estas historias.
"Árabes" son todos que viven según los usos y costumbres árabes y hablan el árabe como lengua principal, independientemente de su país de origen. Ser árabe es un rasgo cultural, más que racial. "Musulmanes" son aquellos que siguen la religión del Islam, sin importar si son árabes o no, aunque es lo más común. "Moro" es una deformación medieval de "magrebí", y se empleaba de forma genérica para referirse a todos los pueblos que invadieron la península ibérica procedentes de África. Sería un término que indicaría a la vez procedencia (África) e intención (invasores). Eran en su mayoría (pero no siempre) árabes musulmanes. "Sarracenos" eran los moros que ya estaban afincados en territorio español durante varias generaciones y nunca habían estado en África, pero seguían considerándose a sí mismos como africanos. Los "berberiscos" o "bereberes", así como los "otomanos", eran otros pueblos de África, musulmanes pero no árabes, que también participaron en la invasión de forma oportunista. Los "turcos", por su parte, eran originalmente bárbaros de las estepas de Asia islamizados, por lo que también eran musulmanes pero no árabes (como los berberiscos y otomanos), y no llegaron a establecer asentamientos en la península, limitándose a la piratería en aguas del Mediterráneo y el Egeo.
Bueno, no sé si he aclarado este punto o lo he liado aún más 😅 Mejor seguimos con el cómic.
Mustafá es otomano, y está tratando de apoderarse de las islas Chafarinas, en poder de piratas berberiscos. La fama del Guerrero ha llegado hasta él, y le propone un trato. Si le ayuda a conquistar las Chafarinas, uno de sus barcos lo desembarcará junto a Li Chin en la costa de España que él prefiera. A regañadientes, puesto que no tiene mejor opción, el Guerrero acepta ayudarle siempre que ello no implique enfrentarse a cristianos.
Están todavía pactando sobre esto cuando aparecen Garfio Chamul y Boguro. También ellos sobrevivieron a la tormenta que hizo naufragar su barco. Sin mostrar agradecimiento alguno por el hecho de que el Guerrero liberara a Garfio cuando el barco se estaba hundiendo, este le reclama a Mustafá que entregue al Guerrero y Li Chin como prisioneros. Este se niega y Garfio y Boguro se retiran sin pelear. En realidad, esta escena solo sirve para mostrarnos que están vivos y van a seguir dando guerra en el futuro.
El Guerrero y Li Chin acompañan a Mustafá y sus hombres hasta su poblado, donde conocen a Sandra, la amante de Mustafá. Sandra se encapricha inmediatamente del fornido Guerrero (como casi toda fémina con un papel relevante en la trama, como es habitual en los héroes clásicos como Flash Gordon o el capitán Kirk) y finge una inmediata simpatía hacia Li Chin que en realidad no siente. Esa misma noche, imitando la voz de Li Chin y valiéndose de la oscuridad, se desliza en la cama del Guerrero y consigue acostarse con él, convirtiéndose junto a Máscara de Porcelana en la segunda villana que lo logra.
Li Chin, que no es tonta, se da cuenta de lo sucedido a la mañana siguiente al notar un cambio en la actitud del Guerrero, que cree haberle hecho el amor a ella. Entre Li Chin y Sandra comienza entonces una batalla de puyas e indirectas que hace la convivencia difícil. Esto nos deja con unas cuantas escenas que casi podríamos considerar de humor, dentro del ambiente siempre serio tirando a estoico, incluso trágico, que caracteriza esta colección.
Cuando más tarde Mustafá y el Guerrero embarcan hacia las Chafarinas, Li Chin les acompaña, pues la intención del Guerrero es seguir directamente hasta España una vez las islas sean arrebatadas a los berberiscos.
Rumbo a estas se encuentran con varios barcos de Rif Fasal, el líder pirata de los berberiscos, y entablan combate con ellos. Tras un breve intercambio de cañonazos, y puesto que los berberiscos parecen tener mejores piezas de artillería que los otomanos, estos optan por el abordaje. Durante la lucha en cubierta aparece súbitamente Sandra, que en teoría se había quedado en tierra por orden de Mustafá pero estaba escondida en la bodega. Ha querido acompañarlos para exhibir su manejo de la espada ante el Guerrero y tratar de impresionarle. Tanto ella como el Guerrero y Mustafá son grandes luchadores y entre los tres hacen una escabechina entre los berberiscos, que terminan por retirarse.
Tras la batalla, Li Chin vuelve a la cubierta (se había puesto a resguardo siguiendo las instrucciones del Guerrero) y se encuentra con Sandra. Las dos mujeres retoman su propia guerra personal y están a punto de cruzar espadas ahí mismo, pero el Guerrero las detiene.
Tres días después, la flota de Mustafá llega hasta las Chafarinas y es recibida con un nutrido fuego de artillería.
Como curiosidad, las actuales leyes de aguas territoriales provienen de esta época, en las que se consideraba como pertenecientes a un país todas las aguas que quedaran dentro del alcance de sus baterías de cañones costeras. En ese momento lo más lejos que el mejor modelo de cañón era capaz de enviar un proyectil eran tres millas náuticas, pero esta distancia fue incrementándose con el paso del tiempo hasta fijarse definitivamente en doce millas, según el armamento progresaba ¡Si te tengo a tiro, es que estás en mi territorio!
Persecución en el islote (n.º 15). La flota de Mustafá no pierde mucho tiempo intercambiando disparos y enfila directamente a costa, para desembarcar sus tropas. Esta vez Li Chin y Sandra los acompañan desde el inicio, cada una pendiente de que la otra no destaque más que sí misma a ojos del Guerrero.
Durante el combate en tierra que sigue el grupo se va separando para enfrentarse a los berberiscos allá donde aparecen. El Guerrero y Mustafá persiguen a unos que se retiran a la boca de una cueva y la defienden con ferocidad, como si allí hubiese algo especial que proteger. Tras acabar con ellos descubren que se trata del lugar donde acumulaban el producto de sus abordajes y saqueos, una cueva llena de cofres y sacos de monedas amontonados.
Por su parte, Sandra y Li Chin son emboscadas por tres berberiscos. Li Chin salta hacia ellos pensando que Sandra la ayudará, pero esta ve su oportunidad de deshacerse de ella y se retira, dejándola sola contra los tres hombres.
Sandra no tarda mucho en arrepentirse y volver para ayudarla, acabando entre las dos con sus enemigos, pero que su reacción instintiva fuera abandonarla ya es bastante significativo. Tras esto, las mujeres se reúnen con el Guerrero y prosiguen la invasión de la isla junto a los otomanos.
Mustafá, por su parte, ya no ha querido abandonar la cueva del tesoro, fascinado por este. Un fornido berberisco se presenta ante él diciéndole que es el guardián del tesoro, pero no va a luchar con él, solo mostrarle el resto, lo realmente valioso. Mustafá le sigue hasta una cámara en cuyo mismo centro hay un enorme foso. El guardián sabe esto y anda cerca de los bordes sorteándolo, pero Mustafá, debido a la oscuridad de la cueva, cae al foso cuando entran en la cámara, que es lo que el guardián pretendía. Cuando el Guerrero, Li Chin y Sandra entran a la cueva del tesoro a buscarle, el guardián trata de repetir el mismo truco con ellos. El Guerrero se precipita al foso también, pero logra aferrarse a un tobillo del guardián y es este el que termina por caer al foso, mientras que el Guerrero logra trepar.
El guardián del tesoro se mata con la caída al desnucarse contra el muro de roca, pero Mustafá, que ha sobrevivido, llama a gritos a sus aliados para que le ayuden a salir. Estos le oyen y se disponen a hacerlo, cuando un misterioso individuo que a todas luces vive en el fondo del foso se deja ver: un hombre cuya cabeza parece la de un murciélago.
En la cueva del vampiro (n.º 16). El misterioso hombre murciélago se lanza contra Mustafá sin una palabra y sin más armas que sus puños y sus afilados dientes. Se limita a gruñir como un animal y demuestra tener una fuerza tremenda. El Guerrero, que estaba descendiendo al foso con cuidado para ayudar a subir a Mustafá, oye los sonidos del combate y supone que el guardián del tesoro al que él arrojó al foso ha sobrevivido y es quien está peleando con el capitán otomano.
Sin embargo, cuando llega al fondo se encuentra con el extraño espectáculo del hombre con cabeza de murciélago mordiendo a Mustafá en el cuello. Intercambia unos cuantos golpes con él, dándose cuenta de que su cabeza de murciélago es una máscara. El supuesto vampiro huye adentrándose en una cueva que comunica con el foso (y probablemente con la playa, porque vemos que parte del fondo está cubierto de agua), dando brincos y agitando los brazos como si realmente pensara que está volando como un murciélago.
Mustafá ha quedado muy malherido, con el cuello desgarrado, y se está desangrando. Además, las rocas están resbaladizas y el Guerrero no puede trepar por el foso cargando con el corsario. Li Chin y Sandra, en la parte de arriba, tienen sus propios problemas. Un grupo de berberiscos entra en la cueva y se lanza contra ellas. Acorraladas entre los enemigos y el borde del pozo, Li Chin opta por saltar a este y compartir el destino del Guerrero, sea cual sea. Sandra se bate en solitario contra los enemigos hasta que uno de ellos la empuja al foso. Esto da al Guerrero unos segundos de diferencia entre la caída de una y de otra para atraparlas al vuelo a ambas.
A continuación, persigue al extraño hombre vampiro por las cuevas. Consigue acabar con él casi en el mismo momento en que Mustafá sucumbe a la pérdida de sangre.
Y lo dejaríamos aquí si no fuera porque tenemos que repasar también lo que ha estado ocurriendo en España a lo largo de estos últimos números. En estos, el escudero Ramiro se reúne con don Luis y Fernando. Ramiro les habla de la muerte del falso Guerrero y del posible embarazo ilegítimo de Ana María. Juntos toman la decisión de volver a la Isla Amarilla, por si el verdadero Guerrero siguiera vivo y prisionero allí. Sin embargo, uno de los tres ha de permanecer en el condado de Roca por si fuera necesario defenderlo de nuevos ataques. La propia Ana María decide que este ha de ser Ramiro, por lo que, junto con sus tropas, don Luis y Fernando se preparan para partir.
¡Bueno, no es quejareis! En la sesión de hoy hemos tenido infidelidades, pelea de gatas, abordajes, un tesoro, y un combate de máscaras entre un guerrero con antifaz y un loco con careta de murciélago.
Podéis repasar la colección desde el inicio pulsando aquí.
Otras colecciones de Manuel Gago
Nuevas aventuras del Guerrero del Antifaz. 1978. Manuel Gago (guion y dibujo). Publicado por Editorial Valenciana S.A.

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