EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
El contar con compañeros de viaje en estos librojuegos es algo bastante raro, y que no suele durar. En este caso no es así. Nuestros nuevos amigos nos acompañarán durante un buen trecho, lucharán junto a nosotros… y quizá morirán junto a nosotros.
En una artera venganza final, Shareella ha dispuesto una maldición sobre todos aquellos que escapen de sus cavernas. El enano, racialmente resistente a la magia no se verá afectado, pero el elfo y nosotros mismos comenzaremos a debilitarnos rápidamente, hasta el punto de poder llegar a morir mientras dormimos, demasiado exhaustos para volver a despertar.
La bruja de las nieves. 1984. Ian Livingston (texto) Gary Ward/Edward Crosby (ilustraciones). Lucha Ficción nº 9. Ediciones Altea (edición española).
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Debo mucho a La
Bruja de las Nieves. Tendría unos nueve o diez años cuando encontré una
copia de este libro en la biblioteca infantil de mi pueblo. Jamás antes había visto un librojuego, los juegos de rol eran algo casi desconocido en el país, y los videojuegos tipo RPG ni tan solo existían. En cuanto lo repasé
y me di cuenta del propósito y mecánica del libro, algo hizo clic en mi cabeza. Todavía estoy
esperando a oír el clac.
Contratados como escolta de una caravana comercial
en su viaje a través de las colinas nevadas del norte de Allansia, decidimos
ganarnos un extra acabando con una peligrosa bestia local. Pero buscar a este
ser termina por implicarnos en algo mayor: un enfrentamiento contra la temible
bruja de las nieves, que ha creado su propio reino en las cavernas de hielo y
se halla protegida por un pequeño ejército de fanáticos seguidores y esclavos
mágicamente controlados, sin más opción que obedecer o morir.
La Bruja de las
Nieves, cuyo nombre es Shareella (aunque en ningún momento se nos dice en el
librojuego, esto es un dato de trasfondo que aparece en Titan, The Fighting
Fantasy World) es una vampiresa megalómana a la que tendremos que derrotar por
partida doble.
No basta con destruir su cuerpo, porque un poco más adelante tendremos que acabar, por separado, con su alma, enfrentándonos a ella en un combate a vida o muerte de piedra-papel-tijeras. Si, si, como suena, piedra-papel-tijeras, o cuadrado-circulo-estrella, como lo llaman aquí. Y encima, la muy bruja (nunca mejor empleada la expresión) incluso nos hace trampas con esto, para tener más posibilidades de ganar.
No basta con destruir su cuerpo, porque un poco más adelante tendremos que acabar, por separado, con su alma, enfrentándonos a ella en un combate a vida o muerte de piedra-papel-tijeras. Si, si, como suena, piedra-papel-tijeras, o cuadrado-circulo-estrella, como lo llaman aquí. Y encima, la muy bruja (nunca mejor empleada la expresión) incluso nos hace trampas con esto, para tener más posibilidades de ganar.
Si conseguimos resolver este contratiempo (y menudo
palo si nos matan aquí después de habernos enfrentado a un yeti, un dragón
blanco, un gigante y una estatua de hielo viviente, entre otras cosas) solo nos
queda saquear su cueva y escapar, en compañía de un enano y un elfo (antiguos
esclavos de Shareella) que nos acompañan en la huida de las cavernas de hielo.
El contar con compañeros de viaje en estos librojuegos es algo bastante raro, y que no suele durar. En este caso no es así. Nuestros nuevos amigos nos acompañarán durante un buen trecho, lucharán junto a nosotros… y quizá morirán junto a nosotros.
En una artera venganza final, Shareella ha dispuesto una maldición sobre todos aquellos que escapen de sus cavernas. El enano, racialmente resistente a la magia no se verá afectado, pero el elfo y nosotros mismos comenzaremos a debilitarnos rápidamente, hasta el punto de poder llegar a morir mientras dormimos, demasiado exhaustos para volver a despertar.
Nuestra única oportunidad de sobrevivir es encontrar a un misterioso curandero conocido como El Ensalmador, que nos libre de la maldición. El viaje en su búsqueda se convertirá en una
odisea aún mayor que la que vivimos en las cavernas de hielo.
Puedes leer otro librojuego de esta colección pulsando aquí.
La bruja de las nieves. 1984. Ian Livingston (texto) Gary Ward/Edward Crosby (ilustraciones). Lucha Ficción nº 9. Ediciones Altea (edición española).
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