ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS
Otro juego de Batallas
Espaciales como El robot de los mil ojos, que vimos en una entrada anterior. Este es muy diferente. Se trata de
un juego de estrategia en el que cada jugador controla cuatro piezas en lugar
de una. Todas parten del centro del tablero (el planeta Tierra) y representan naves
espaciales que deben llegar hasta la Luna. Cada turno tiramos un solo dado, con
cuyo resultado elegiremos cual de nuestras naves mover.
Para partir de la
Tierra necesitamos una tirada mínima de tres, con lo que el juego contempla el que
con una fuerza de propulsión de uno o dos puntos no podemos vencer la tracción
terrestre y abandonar la órbita (muy buen detalle que se haya tenido en cuenta
esto). Las naves solo pueden desplazarse en línea recta (pero de lado a lado de
las casillas, no en diagonales). Esto impide hacer cambios de dirección durante
un mismo movimiento, por lo que a cada turno, tras ver el resultado obtenido,
tenemos que estudiar que nave nos conviene más mover.
El objetivo de las naves es la Luna, pero esta, siguiendo su órbita
alrededor de la Tierra, se desplaza continuamente, pasando de una posición a la
siguiente al final de cada ronda completa de turnos (otro buen detalle).
Para que una nave aterrice en la Luna, debe usar una de las
tiradas de su jugador para colocarse exactamente sobre la casilla en la que se
encuentre la ficha de la Luna en ese momento. No basta con colocar una nave en
una de las casillas por las que esta vaya a pasar y quedarse esperando a que Luna y
nave coincidan. Es la nave la que debe desplazarse hasta la Luna o no se considerará que
ha aterrizado.
Para hacerlo un poco más interesante, cuando una nave alcanza la
orbita de la Luna (las casillas azules) ya debe moverse por dentro de esta. Si
la abandona volviendo a entrar en las casillas color naranja, su combustible
estará casi agotado por las maniobras y volverá automáticamente a la Tierra
para repostar, lo que implica reservar las tiradas pequeñas para maniobrar y
las grandes para despegar y los avances directos.
Naturalmente, a medida que
tengamos más naves ya posadas en la Luna, tendremos menos donde elegir a la
hora de asignar la tirada de movimiento, y el lograr aterrizar la última nave,
es ya una pura cuestión de suerte. Para ser un juego pensado para niños
pequeños es bastante complejo, pero a la vez les "explica" conceptos como la fuerza de
atracción planetaria y los movimientos orbitales de una forma muy sencilla.
Y a todo esto… ¿Los selenitas atacan? ¡Mas bien parece una
invasión terrícola a la Luna que lo contrario!
Los
selenitas atacan. 198?. Autor desconocido. Regalo de la revista Zipi y Zape.
No hay comentarios:
Publicar un comentario