EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!
Este sexto tomo de Necrón
recopila las que en principio iban a ser las dos últimas aventuras de Frieda y
su monstruo. Pero tras dar por concluida la serie (al parecer Magnus quería abandonarla
para dedicarse a otros proyectos) se sacaron dos números especiales publicados
de forma no periódica. El público echaba de menos a los personajes…
En Kring Krong, Frieda y Necrón comienzan en el ahora abandonado campamento de la reina
Samamba, a donde fueron llevados a la fuerza en Muertos Vivientes. Deambulando al azar por la jungla, encuentran a una peculiar pareja de
ingleses, uno de los cuales tiene tatuado en un lugar especialmente sensible de su cuerpo el mapa de un yacimiento de oro
inexplotado.
Frieda no perderá mucho tiempo haciéndose pasar por buena. Inyecta a ambos el veneno de una cobra que Necrón había aplastado antes ese mismo día. No es lo bastante para matarlos, pero sí para dejarlos paralizados aunque plenamente conscientes. Tras arrancar el mapa a su propietario, ordena a Necrón arrojar a los ingleses junto a un hormiguero. Necrón considera un desperdicio de carne dejarle los dos a las hormigas, y se come disimuladamente uno. Ese es el afortunado de los dos, porque ambos terminan muriendo devorados vivos pero las hormigas tardan mucho más en acabar con el suyo.
Frieda no tarda en encontrar el oro y Necrón comienza a extraerlo, pero al hacerlo se ha
adentrado inadvertidamente en el territorio de una tribu de pigmeos liderados por
un extraño misionero llamado Don Joao, que se presenta a si mismo como “el
hombre más cruel y feo del mundo”.
Como ya pudimos comprobar en ocasiones anteriores, capturar a Frieda suele ser un mal negocio. Tras un combate entre el enorme gorila-mascota de Don Joao y Necrón (en el que ambos salen bastante malparados), Necrón vence. Don Joao le dispara entonces en plena cara con un revolver de alto calibre, atravesándole la cabeza de parte a parte. Esto no parece provocar ningun efecto inmediato en Necrón, que llega hasta Don Joao y le arranca la cara y los ojos. El misionero huye cegado y descarnado, y Frieda observa confundida que sus ojos, que este escondía bajo unas gafas de sol, carecen de pupilas.
Frieda se ve obligada a continuar su periplo sin el
oro, sin sus gafas, y con un Necrón que se va debilitando por momentos hasta quedar prácticamente inutilizado. Don Joao queda
aquí como otra subtrama abandonada, puesto que ya no sabremos nada más de él. Otro misterioso personaje que sobrevive a su encuentro con
Frieda… y no vuelve a aparecer.
Vencida
por los monstruos se pensó como la
conclusión a las aventuras de Frieda y Necrón, y en mi opinión, es un buen
último número. Luego se añadirían otras dos historias a la saga, más bien flojas,
que volverían a dejar un final abierto.
Frieda continúa vagando por la
jungla en un intento de volver a la civilización, con Necrón convertido ya más
en un lastre que otra cosa, casi incapaz de moverse. Durante una tormenta un potente
rayo alcanza a Necrón, y la descarga eléctrica lo regenera cual monstruo de Frankenstein... pero algo ha
cambiado en el monstruo. Quizá a consecuencia de los daños cerebrales sufridos,
parece tener ahora más iniciativa y ser menos propenso a obedecer las órdenes de su ama.
Poco
después Frieda encuentra el campamento de un profesor transilvano que atiende al nada sospechoso nombre de Radú Drakovic, y su ayudante, la Srta. Virginia. Ordena a Necrón no dejarse ver hasta que ella lo llame. El profesor Radú y Virginia la acogen amablemente en su campamento y Frida les sonsaca que el motivo de su presencia en la jungla es la búsqueda de un
raro tipo de diamantes. Frieda, naturalmente, planea eliminarlos para
apoderarse de sus mapas y notas, pero el tiro le sale por la culata.
El
profesor resulta ser un vampiro, y recibe impasible los disparos
de Frieda. Esta recurre a llamar a Necrón, que ya se estaba ocupando de mantener inmovilizada a Victoria a su peculiar modo. Sin embargo, Necrón está mas desobediente que nunca, y duda de las ordenes de Frida. Además, Radú y Victoria (que también resulta ser una vampira) convencen a Necrón para
que se una a ellos. ¿Por qué un monstruo habría de obedecer a una humana
pudiendo estar junto a otros monstruos?
Necrón no termina de decidirse, así que Victoria toma la decisión por él y dispara a Frieda dos cartuchos de escopeta a bocajarro, ante la pasividad de su monstruo. Necrón se aleja en la noche con sus nuevos amigos mientras el cuerpo inerte de su antigua ama queda abandonado en mitad de la selva.
Como dije antes, personalmente me
parece un buen final para estos personajes. Frieda, cayera bien o mal al
público, era una psicópata asesina y despiadada hasta lo indecible, que se
aprovechaba de todo aquel que entraba en contacto con ella e iba dejando un rastro de
cadáveres por donde pasaba, muchas veces por simple diversión. Un personaje cruel
merece un final cruel, independientemente de su carisma.
Además, Magnus ya estaba cansado de esta serie y quería
concluirla de algún modo. Pero ante la demanda popular, accedió a dibujar dos
nuevas aventuras (La caza del indio y Los horrores de la metrópolis) que veremos en el Tomo 7.
No se indican los títulos originales. 1989. Ilaria Volpe [Mirka Martini]
(guion) Magnus [Roberto Raviola] (ilustraciones). Necrón nº6. Ediciones La
Cúpula.
No hay comentarios:
Publicar un comentario