EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
Esta es una de las historias largas de Mortadelo
y Filemón. Su planteamiento es el más representativo de las aventuras de estos personajes: el “Super” les encarga la misión de encontrar una serie de objetos, al orden de uno por capítulo (en este caso, llaves).
Creo que esta fue la primera ocasión en que Ibáñez recurrió a este esquema, que
volvería a utilizar en muchas otras aventuras, ya fuera recuperando objetos
(diamantes, documentos) o localizando personas o animales.
El titulo oficial es La caja de diez cerrojos, aunque en la portada de algunas de sus reediciones (como en esta que muestro) aparece como de los diez cerrojos. Ya la primera viñeta, en la que Mortadelo demuestra unas dotes deductivas que ya las quisiera para si Sherlock Holmes, nos da una idea de como se va a desarrollar toda la aventura.
Una
de las características de estas historias que se repite con frecuencia es la de
las contraseñas y las entradas secretas, indispensables en la vida de todo
agente secreto que se precie. La que aparece en este número tiene
una anécdota asociada bastante peculiar: el único ganador del premio máximo del
programa de preguntas 50x15 (que luego se cambiaria el nombre a ¿Quieres
ser millonario?) obtuvo cincuenta millones de pesetas (más de
trescientosmil quinientos euros) al contestar correctamente cuál de los cuatro
nombres que se le daban correspondía al de una tribu africana.
No solo contestó
sin dudar que estos eran los Hotentotes, si no que añadió que lo sabía porque
leyendo un tebeo de Mortadelo y Filemón se encontró con esa palabra y
sintió la curiosidad de buscar que era. Para que luego digan que los comics no culturizan...
La
caja de diez cerrojos es
una caja (de pedrusconio, nada menos)
que contiene un objeto misterioso, en el que un multimillonario invirtió toda
su fortuna justo antes de morir. No llegamos a saber porqué esa caja está en
poder del Superintendente de la TIA, pero el caso es que el único modo de
abrirla es disponiendo de las diez llaves correspondientes, que se hallan
ocultas en diferentes lugares.
Equipados con una lista de las localizaciones donde se
encuentran escondidas las llaves y un generoso presupuesto de mil pesetas (seis euros), nuestros esforzados agentes se verán recorriendo todo el planeta:
Australia, Japón, el Congo, el Sahara… resolviendo (o cuanto menos, soportando) todas las dificultades que se les presenten. Entre ellas, ser transformados en rana, hacer el camino de vuelta desde China a pie, o viajar hasta el Polo Sur en un helicóptero cuyas hélices deben ser movidas a manivela.
Se publicó por
primera vez en 1971, por capítulos, en la revista Mortadelo. La que muestro
aquí es una de las varias recopilaciones posteriores, con fecha del 2000. Incluye también las historias cortas La banda del Pascual, La hamaca, El perro, El collar de la duquesa, ¡Salvar a Filemón!, Contra Bill "Bellota", y ¡Sorpresa!
Puedes ver una reseña sobre la primera aventura larga de Mortadelo y Filemón pulsando aquí.
La caja de diez cerrojos. 1971. Francisco Ibáñez Talavera (guion e ilustraciones). Publicado en 2000 por Ediciones B/Grupo Z.
Nunca me gustaron Mortadelo y Filemón (yo era Team ZipiZape) hasta que leí "Safari callejero" una de las historias largas en las que, como mencionas, deben recuperar animales. Ese ha sido mi MyF favorito de siempre y tengo la suerte de tenerlo firmado por el mismo Ibáñez.
ResponderEliminarA mi me pasa lo contrario, Zipi y Zape no me gustaban, porque eran simplemente las trastadas de dos niños gamberros y no me identificaba con ellos. En cambio Mortadelo y Filemón viajaban por todo el mundo luchando contra el crimen... a su manera, claro... jaja
EliminarYo tampoco me identificaba con ellos, yo nunca he sido una gamberra, pero me resultaban historias graciosas y facilonas con las que me reía y más "reales", creíbles. MyF se me hacían inverosímiles (que Mortadelo se pudiera disfrazar de manera tan exacta, que más que disfraz era transformación) y la temática, aunque desde el humor, me parecía demasiado seria.
EliminarCon el tiempo sí que he leído más MyF y no me desagradan como de pequeña.