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miércoles, 29 de abril de 2020

LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
Bienvenidos, amigos cinéfagos. ¿Qué tal va vuestra guerra personal contra el virus? Parece que en términos generales vamos ganando, pero aún es pronto para bajar la guardia.

Hoy aprovechamos otra tarde de encierro para ver una de las mejores películas de su época, atmosférica y fantásticamente ambientada. Basada en un relato corto de Edgard Allan Poe, más cercano a un siniestro cuento, sin diálogos ni apenas personajes, pero con una capacidad de aterrar pocas veces superada por ningún otro autor. 
Nos cuenta la historia del príncipe Próspero, un noble medieval tirano y cruel, que se regodea tanto con refinadas perversiones como humillando a sus amigos y sus vasallos. En una pequeña aldea cercana al castillo de Próspero se inicia una epidemia de Muerte Roja, una espantosa enfermedad tan contagiosa y letal como la Peste Negra. 

Aterrado por la cercanía de la muerte, Próspero se encierra en su castillo junto con todos los ricos y nobles de la zona, aislándose de la enfermedad y la miseria que los rodea en una continua y desenfrenada serie de absurdas fiestas. Como una más de las diversiones con las que pretende entretenerse, manda llevar al castillo a un joven campesino llamado Gino, a su ingenua prometida Franchesca, y al padre de esta. Su intención es hacer que los dos hombres se maten entre ellos y corromper a la muchacha haciéndola participe de sus juegos. 
Es durante estas fiestas donde mejor se refleja el carácter de los personajes. Los campesinos, pobres y acostumbrados a vivir con lo mínimo, se nos presentan como individuos valientes y honrados, de voluntades fuertes y gran carácter. En cambio, los nobles, acostumbrados a una vida de lujos y sin preocupaciones reales, son individuos banales y estúpidos, que aceptan sumisamente las burlas y humillaciones de Próspero solo porque este es más rico y goza de una mayor posición social que ellos. 
También encontramos en esta película a Hop-frog y Trippeta (llamada aquí Esmeralda), protagonistas del relato breve Hop-frog, igualmente de Poe, perfectamente integrados en la trama principal.

Pero hay otro personaje importante más: la propia enfermedad, la mismísima Muerte Roja, encarnada en un siniestro personaje cubierto de pies a cabeza por un manto rojo. Allá por donde este individuo pasa, la plaga se extiende, como si tras la enfermedad hubiera una conciencia que la impulsara, decidiendo quien debe vivir y quien debe morir según su propio e inconcebible criterio. 

Hay una escena en el que Gino se encuentra con esta personificación de la plaga, con la que mantiene una breve e intrigante conversación. La Muerte Roja entrega a Gino la carta de Tarot de Los Amantes, dándole a entender que su destino y el de Franchesca siempre ha estado en sus manos. Pero quizá no solo los suyos. Al entregarle la carta le dice que esta representa a la humanidad, por lo que puede suponerse también que, dependiendo de lo que haga Gino a continuación, la Muerte Roja decidirá si permite a alguien quedar con vida a su paso.

La película está llena de interpretaciones y escenas magníficas, siendo superior en todos los aspectos al relato de Poe en el que se inspira, lo cual no es algo que se pueda decir a la ligera. Destaca especialmente una escena en la que, a modo de epílogo, vemos a La Muerte Roja reunirse con las otras grandes enfermedades y pestilencias de la época, para hacer recuento de las bajas provocadas por cada uno, mostrándolo como un ingrata y fatigosa labor que han de llevar a cabo a su pesar. Una historia grandiosa que conviene volver a ver de vez en cuando.

Puedes ver reseñada otra película de este director pulsando aquí

The Masque of Red Death. 1964. Charles Beaumont (guion) Roger Corman (director). Vincent Price, David Weston (actores principales) Hazel Court, Jane Asher (actrices principales). American International Pictures. Versión en DVD de 2005 por Filmax. 

2 comentarios:

  1. El relato de Poe me gustó mucho. Habrá que buscar la peli a ver qué tal, después de una releída.

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    1. En ese caso, reléete también el de Hop-frog antes de ver la película.

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