El significado de los sueños (1975.
Ediciones Martínez Roca) de Soliatan Sun (suena a nombre falso, la verdad)
tiene un enfoque principalmente místico, presentando los sueños como mensajes
de seres espirituales o como una forma de premonición.
Personalmente, creo que cualquier mensaje,
conocimiento, reflexión o pauta de actuación que pueda sugerirnos un sueño,
proviene de nuestro propio subconsciente o recuerdos soterrados, y que no hay
nada mágico ni sobrenatural en ello.
Es cierto que, en ocasiones, soñamos con
algo “que luego pasa”. Lo más común en estos casos es soñar que una persona con
la que hemos tratado hace poco cae enferma, y algunos días después enterarnos
que realmente ha enfermado. Esto es solo una muestra más de cómo funciona el
cerebro, recopilando muchos más datos de los que somos conscientes. Cosas como
una cierta palidez, una forma de andar o moverse especialmente pesada, un tono
diferente en la voz… Detalles de los que, por la prisa con la que vivimos hoy
en día, no somos conscientes cuando tenemos delante a esa persona, pero son
retenidos por el cerebro, que sigue pensando en ellos mientras dormimos, y a
veces llega a la conclusión que todo eso se debe a que la persona en cuestión
está enferma. Es un caso bastante estudiado, y la “premonición” más habitual de
todas.
El autor recurre al Creacionismo
Evolutivo, es decir, enlaza de forma un tanto forzada conceptos científicos
con otros propios de alguna religión. Indica, por ejemplo, que el ADN es la
base de la vida, y que, en hebreo, Adán se escribe Adn. Pero creo que resulta evidente lo absurdo de la pretensión de relacionar estos
dos hechos. ADN son las siglas de Acido Desoxirribonucleico, si… en
castellano. En inglés, por ejemplo, estas mismas siglas son DNA, en alemán
DNS, en ruso AHK… y aparte de eso, las siglas para Acido Desoxirribonucleico en
hebreo son דנ"א mientras que Adán se escribe אדם.
Así que ¿exactamente que se pretende sugerir diciendo que Adán en
hebreo se escribe Adn? Nada tengo en contra de las religiones, mientras no entren en el terreno del fanatismo
y la imposición (que tampoco es algo exclusivo de ellas), pero intentos de
engaño tan obvios como estos me molestan bastante.
Yo creo que las religiones fueron la
primera ciencia de la primitiva humanidad. El primer intento de dar una
explicación a todo aquello que no conocían. La lluvia, por ejemplo ¿Por qué
caía agua del cielo en lugar de estar en el suelo? Pues porque alguien debía
estar en lo alto del cielo lanzándola. Con los conocimientos que se tenían en
la prehistoria, era lógico pensar así. Pero también creo que todo debe
evolucionar, y que hoy en día, las religiones deberían ser una forma más
espiritual, menos materialista, de entender la vida, y no un motivo más para
complicarla forzando conflictos.
Dos terceras partes del libro son un
diccionario de sueños, algo a lo que no doy demasiado crédito. Aunque dedica
bastante texto a explicar el porqué de estos significados, en la mayoría de los
casos dichas interpretaciones se basan en las que se dieron a esa simbología en
sueños de personas concretas. Lo único interesante que he encontrado en
este libro, es un breve capítulo en el que describe como reaccionaban ante los
sueños varias tribus primitivas y pueblos de la antigüedad.
La clave de los sueños (1981. Editorial Ruiz Flores) de Luz Tambascio está algo más centrado. Maneja conceptos básicos científicamente aceptados, pero los mezcla con numerología y atribuye a los sueños premonitorios un origen sobrenatural. Y como suele ocurrir en estos libros, gran parte del texto son ejemplo de sueños reales interpretados por psicoanalistas, que si bien pueden constituir una lectura interesante, no aportan una información aplicable a nivel general. Aún así, da la sensación de llevar tras él un mayor trabajo de investigación que el anterior.
Hace también un repaso a como fueron entendidos los sueños a lo largo de la historia, y hay igualmente un (por fortuna, breve) diccionario de sueños al final, que es lo peor de este libro. Para la mayoría no se da explicación ninguna, solo un significado estricto y absoluto que no parece basado en nada, y que probablemente estén simplemente copiados de las primitivas interpretaciones de Freud.
En resumen, son libros que no recomendaría como primera lectura a alguien realmente interesado en este tema, porque le aportarán más confusión y desinformación que otra cosa. Podéis ver un comentario sobre otro libro de la misma temática (bastante mejor documentado que estos dos) pulsando aquí.
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