LA ISLA DE LAS CABEZAS CORTADAS

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                               ¡ALERTA DE EXPOILERZ!

Presentado por... Pecky.
 

¡Aye-aye, tripulación! ¡Asegurad las gavias! ¡Orientad el trinquete! ¡Desabozad los imbornales! ¡Y por Neptuno, que alguien haga palomitas de una maldita vez, rayos y truenos!

Hoy comentaremos una de nuestras películas de piratas preferidas: La isla de las cabezas cortadas, un fracaso comercial tan enorme que generó una pérdida de más de setenta millones de dólares, y supuso la quiebra de la Carolco, su productora. ¿Cómo es posible que esto fuera el resultado de una de las mejores películas de acción de su década? Andemos trescientos pasos hacia el norte desde la gran roca inclinada y luego ciento ochenta pasos al este, hasta la X del mapa, para averiguarlo.

La película se estrenó en 1995, mucho después que el genero de piratas caribeños hubiese pasado de moda. Hacía más de una década que casi no se filmaban películas de piratas. Salvo alguna que otra rara excepción, como Piratas de Roman Polanski (otra muy buena película que no tuvo casi repercusión) el cine de piratas estaba muerto. Carolco se arriesgó mucho con esta película, otorgándole un presupuesto disparatadamente alto para la época (más de noventa millones de dólares) para un film de un género que ya no interesaba, y con unos actores principales y un director que, si bien eran conocidos, no eran punteros.

La mayor parte de ese presupuesto se les fue filmando en escenarios reales, en lugar de en platós con la ingrata pantalla verde de fondo. Se construyeron dos barcos de madera funcionales, para rodar los combates navales en barcos que realmente estuvieran en altamar. Muchos de los decorados que vemos en la película no lo son en absoluto. Cuando los actores saltan de un barco a otro o luchan en un mástil, realmente están saltando de un barco a otro y luchando en un mástil. La actriz principal, Geena Davis, se negó a usar dobles y terminó con varias lesiones. La película sí usa algunos dobles y retoques por ordenador en las situaciones en que son inevitables, pero los reduce al mínimo. En la mayoría de las escenas, lo que se ve es lo que hay.

¿Por qué fue un fracaso de taquilla tan absoluto? No se debió a que la película le pareciera mala a la gente que la vio, si no a que el publico objetivo simplemente no fue a verla. La gente ya le había perdido la afición a este tipo de historias, y la afluencia a los cines fue escasa. Aunque también, y sin ánimo de ofender, tuvo algo que ver la ignorancia de una buena parte del público respecto a lo que estaba viendo. 

Yo la vi en el cine, y hay una escena en la que un pirata dispara un proyectil explosivo contra un edificio, con un pequeño cañón que lleva bajo el brazo. Esta secuencia fue acompañada de varios abucheos y carcajadas, y al fondo se oyó a alguien gritar algo como “¡Anda, ahora resulta que en esa época ya tenían lanzamisiles!”. 

Lo que el pirata dispara en esa escena es un falconete, un cañón naval de reducido calibre cuyo (relativamente) escaso peso, permitía a un hombre corpulento cargar con él. Cuando una tripulación desembarcaba, en ocasiones se llevaban los falconetes a tierra por si era necesario derribar rápidamente una puerta reforzada o, simplemente, hacer mucho ruido para intimidar a los rivales. 

También recuerdo risas y quejas relacionadas con la gran cantidad de explosiones que se veían y la facilidad con la que ardían las cosas. Al parecer, una parte de la sala no tuvo en cuenta lo inflamable que era todo en esa época: bebidas con un gradaje alcohólico casi letal, lámparas de aceite como iluminación, casas fabricadas mayormente con madera, sacos y toneles cubiertos con brea o alquitrán para impermeabilizarlos, etc. Y eso por no mencionar todos los tipos de munición que podía disparar un cañón, que no se limitaba a bolas de hierro sólidas y tenía opciones más creativas, como bolas explosivas o incendiarias. Por puro desconocimiento, escenas perfectamente acordes con la realidad histórica fueron tomadas a risa por el público.

La trama tiene todos los elementos clásicos de las historias de piratas: un mapa del tesoro dividido en partes (en posesión de diferentes capitanes), batallas navales, abordajes, motines, peleas de taberna… todo lo bueno de la vida. Se ha criticado que no innovó nada en el género, que resultaba demasiado clásica. En mi modesta opinión, es precisamente el no salirse de los cánones clásicos lo que la convierte en una de las mejores películas netamente de piratas, sin mezclas de otros géneros. 

Pero vamos con la historia. Morgan Adams, una pirata hija también de un pirata, hereda el barco y el plano del tesoro de su padre, a la muerte de este. En realidad, lo que tiene es solo un tercio del plano. Sus dos tíos tienen los otros fragmentos. Uno de ellos, Perro Brown, es además el responsable de la muerte del padre de Morgan.

Las letras y números del mapa de Morgan están invertidos, lo que la lleva a pensar que en realidad está escrito en latín. Buscando a alguien que sepa latín y al que pueda controlar, compra a William Shaw, un ladrón al que se ha puesto a la venta como esclavo.

Shaw, por su parte, es un pícaro que siempre se ha valido por sí mismo, y no tiene intención de permanecer como esclavo mucho tiempo. Aunque básicamente sigue a Morgan, también busca continuamente la forma de obtener una ventaja sobre ella. Naturalmente, y esto se ve venir desde el principio, ambos se irán acercando el uno al otro mucho más de lo que tenían previsto hacerlo a lo largo de sus correrías.    

La intención de Morgan es aliarse a su otro tío, Mordecai, y juntos derrotar a Perro Brown y repartirse el tesoro. Brown tiene planes similares, pero solo incluyen el mapa de su hermano, no a este. Brown acaba con Mordecai obligando a Morgan a comenzar la búsqueda del tesoro con solo dos fragmentos del mapa. Uno de ellos muestra la longitud y otro la latitud, lo que le permite localizar la isla, pero no conocer el escondrijo del botín.

Poco antes de llegar a esta, su tripulación se amotina y, según la costumbre, la abandona en el mar en un bote, durante una terrible tormenta. Acompañada solo por un pequeño grupo de leales, Morgan logra llegar a la isla. Pero aún tendrá que enfrentarse a dos tripulaciones completas y apoderarse de uno de los barcos, no ya para llevarse el tesoro, sino cuanto menos para salvar la vida.  

 

Tiene un montón de detalles que me parecen magníficos. Y no me refiero solo a las gallinas paseándose por todas partes, al tipo tocando el violín en medio del combate final mientras la gente se mata a su alrededor, o la colección de collejas que recibe Shaw en el primer quinto del metraje. Es una de esas películas que hay que ver varias veces, porque la primera vez que ves una película te fijas más en la historia y los primeros planos. Los detalles del fondo solo se aprecian en visionados posteriores. 

Hay una escena de apenas unos segundos en la que vemos una pistola de tumultos, un arma real del siglo XVII que consistía en una pistola con un solo gatillo cuyo percutor disparaba a la vez entre ocho y doce cañones (según el modelo) dispuestos en abanico. Como su nombre indica, era un arma pensada para barrer de un solo tiro a todos los enemigos de una habitación o despejar un amplia área de la cubierta enemiga justo antes de dejarte caer en ella. Es la única película de piratas en la que recuerdo haber visto una… y sí, su aparición en pantalla desató otra pequeña ola de burlas de los listos del lugar.

Y está la escena en la que la protagonista sacude una cucaracha de un mendrugo de pan antes de llevárselo a la boca, algo perfectamente normal en el ambiente de insalubridad y escasez imperante en los barcos en esa época. Hoy en día sería difícil hacer una película con una heroína tan basta, sudorosa y borrachuza como Morgan, porque hemos llegado a un punto tal de corrección, que la realidad histórica ya carece de valor. A Morgan, son sus defectos los que la hacen interesante, y mucho más creíble que cualquier heroína del cine reciente.

Como yo no tengo ni pretendo tener conocimientos de cinéfilo sobre dirección, fotografía, ángulos de cámara y todas esas cosas complicadas, doy mi opinión únicamente desde la perspectiva del simple espectador. Y como espectador, puedo decir que esta película es algo memorable. Ya la apertura del film, en la que vemos los diferentes elementos de una carta náutica entrecruzándose sobre un pergamino, como si cada uno corriera a ocupar su lugar es... bellísima es la palabra más adecuada que se me ocurre para describirla. Y la primera vez que vi la escena en la que Perro Brown, interpretado por el gran Frank Langella, grita en medio de un abordaje “¡Esto me encanta! ¡Me encantaaa!” os juro que yo estaba pensando exactamente lo mismo.

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Cutthroat Island. 1995. Michael Frost, Robert King (guion) Renny Harlin (director) Geena Davis (actriz principal) Matthew Modine, Frank Langella (actores principales). Carolco Pictures. Editada en DVD en 2001 por Universal Pictures.