LAS COLUMNAS DE PENTEGARN

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                ¡ALERTA DE EXPOILERZ!

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, intrépidos aventureros.

El tercer librojuego de D&D Aventura sin fin publicado en España. En esta ocasión seremos Jaimie, un joven aldeano que casi sin pretenderlo se convertirá en parte de un reducido grupo de aventureros que tratan de reconquistar las ruinas de un castillo, invadido por orcos y otros seres malvados.

Comenzamos la aventura en un bosque cercano a nuestro pueblo, en compañía de nuestros amigos: un árbol parlante, un búho, y un zorro, que llevan los originales nombres propios de Árbol, Búho, y Zorro. Al menos, son nombres fáciles de recordar. Árbol nos cuenta que poco antes pasó por allí un grupo de aventureros que acamparon cerca de él, y le cayeron bien, porque se aseguraron de apagar su hoguera antes de marcharse. Al parecer, se dirigían a las ruinas de Pentegarn, una antigua fortaleza devastada muchas décadas atrás por una misteriosa bruma negra que mató a todos los que no huyeron.

También nos enteramos que una patrulla de orcos está siguiendo su rastro, y preocupados por ellos, corremos a avisarles. Árbol se queda en su claro, porque básicamente es un árbol y está arraigado al suelo, pero nos llevamos a Búho y Zorro con nosotros. Estos dos personajes no paran de discutir y son el elemento cómico de la historia.

Cuando llegamos a las ruinas nos quedamos atrapados en ellas. No tardamos en encontrar a los aventureros: un anciano mago humano, un guerrero también humano, y una ladrona elfa. El anciano nos explica que es el legítimo gobernante del lugar y está tratando de recuperarlo. Su antiguo poder se basaba en cuatro objetos mágicos. El más poderoso de estos es un bastón que está en manos del ser que creó la bruma negra y ocupa actualmente las ruinas. El más débil es otro bastón, que el anciano lleva consigo. Los otros dos, un anillo y un pequeño cristal cúbico, siguen escondidos en las runas, uno colocado sobre una columna decorativa, y el otro en una pequeña oquedad bajo otra columna.

El plan del anciano es recuperar estos dos objetos, porque con el poder combinado de ellos y de su bastón, podrá superar a su adversario. Así que lo que haremos será deambular por las ruinas buscando esos dos objetos perdidos, evitando el combate contra las patrullas de trasgos y esqueletos siempre que sea posible, hasta que el anciano esté preparado para enfrentarse a su némesis.

El gran enemigo a batir, por cierto, es una figura oscura y encapuchada que se hace llamar El Amo del Mal. Me recordó a El Señor de la Maldad de El Rescate del Talismán. No solo él, si no toda la aventura en sí: el ir moviéndonos cuidadosamente por las estancias, actuando de forma reflexiva, evitando siempre los encuentros con los monstruos, para terminar enfrentándonos al El Amo del Mal con la ayuda de unos amuletos. Naturalmente, el librojuego es anterior al programa de TVE.

Una cosa curiosa de la historia, es que tanto los trasgos como los esqueletos (entre los cuales hay un esqueleto de dragón) sirven al Amo del Mal, y son por tanto aliados. Sin embargo, los trasgos temen a los esqueletos, y salen huyendo cuando un grupo de estos aparece, abandonando incluso sus puestos de guardia o sus forjas de armas.

Algo que se hizo muy bien en estos librojuegos, fue el recrear unas “ecologías de dungeon” interesantes. Era frecuente encontrar detalles como este, o a grupos de monstruos discutiendo, llorando, peleándose entre ellos, emborrachándose, librando luchas internas, regañando a sus hijos, o dedicándose a actividades como jugar a los bolos. En algunos dungeons, había zonas que los propios monstruos evitaban, o que estaban controladas por algún tipo de ser que no servía al mismo líder que el resto, objetos mágicos que eran incapaces de controlar, o cámaras secretas que los mismos habitantes del lugar desconocían.

Sigo prefiriendo los librojuegos con sistema de combate a los que carecen de él, pero la capacidad de inmersión en la historia que nos daban los librojuegos de D&D rara vez la conseguía otra colección.

Puedes ver otro título de esta colección pulsando aquí.

Pillars of Pentegarn. 1982. Rose Estes (texto) Larry Elmore (portada) Harry J. Quinn (ilustraciones). D&D Aventura sin fin nº 3. Publicado en 1985 por Timun Mas.