EL GRAN BAZAR
Bienvenidos, amigos coleccionistas.
Esta es una baraja de naipes conmemorativa del descubrimiento de América por parte de los europeos. Como aquí nos gusta eso de esperar a fechas concretas para publicar según que artículos, nos ha parecido que hoy, el Día de la Hispanidad, sería una buena ocasión para mostrarla.
Desde hace ya muchos años hay una gran polémica sobre si este día debería celebrarse o no. Cualquiera que sepa un poco de la historia, sabrá que hasta hace relativamente muy poco, siempre que un reino, pueblo o cultura se encontraba con otra menos avanzada, la sometía.
Era lo que
se hacían los pueblos de la América precolombina unos a otros, era lo que se
hacían los reinos europeos unos a otros, y lo que las tribus africanas se
hacían unas a otras. Negar eso, es negar la realidad. La historia es la que es,
y es imposible saber si los pueblos de la actual Hispanoamérica hubieran
prosperado mejor sin la intervención española que con ella, o si de haber sido
ellos los que hubiesen llegado hasta España dotados de un mejor armamento,
habrían sido más respetuosos con los nativos de la península.
Pero obviedades
aparte, como la intención de este blog no es reavivar rancias discusiones,
pasemos a lo que veníamos, a mostrar esta bonita baraja conmemorativa.
Es de 1979, pero
en realidad se trata de una reimpresión de la original, editada en 1929 como parte de la Exposición Iberoamericana llevada a cabo en Sevilla. Aparte
de ser una baraja funcional, con todos sus elementos, cada carta es de por sí una pequeña obra de arte. Los palos son los de la baraja española, que
representaban los cuatro pilares sobre los que se sustentaba la sociedad
medieval: Espadas (ejército), Oros (nobleza), Copas (clero), y Bastos
(campesinos). Las cartas van del uno al doce saltándose los números ocho y
nueve, de los que se prescinde en la mayoría de juegos clásicos
españoles.
En el palo de
Espadas, las armas que se muestran son representaciones reales de los
modelos de la época, incluyendo algunas espadas concretas: la espada
oficial de la reina, las dos del rey, la de Carlos V, la usada por Cortés, y la que empuñó Pizarro.
Las monedas del
palo de Oros son asimismo monedas españolas reales que se emplearon
en esas fechas, acuñadas por Felipe II, Carlos I, y los Reyes Católicos. Las
ilustraciones están hechas a partir de piezas conservadas en museos y de
antiguos grabados.
Lo mismo ocurre
con el palo de Copas, que muestra copas, cálices, jarras y envases propios
de esas fechas, dibujados a partir de los que aún se conservan en diversos museos.
El palo de Bastos
está dedicado a México, Perú y Venezuela, mostrando las armas tradicionales
aztecas, así como artesanía característica de esos pueblos. Reproducen ilustraciones hechas in situ por los españoles para ser llevadas de vuelta al (ahora) Viejo Continente, y mostrar a Europa como era ese extraño y fascinante nuevo mundo.
Las cartas mayores, correspondientes al 10, 11 y 12, es decir, el paje (sota), caballero (caballo), y rey de cada palo están reservadas a las grandes personalidades de la época: de izquierda a derecha y de arriba a abajo tenemos a Fernando de Magallanes, López de Legazpi (fundador de Manila), el rey Felipe II, Pedro de Mendoza (fundador de Buenos Aires), Francisco Pizarro (fundador de Lima y Perú), el rey Carlos I, Martin Alonso Pinzón, Hernán Cortés, Fernando el Católico, el caudillo guerrero de los caribes Caonabó, el soberano inca Atahualpa, y el emperador mexica Moctezuma.
La efigie de Cristóbal Colón aparece en la moneda del As de Oros, mientras que las cartas seis y siete del mismo palo muestran los rostros de Isabel la Católica, el Padre Marchena (astrónomo y confidente de Colón), y los exploradores Juan de Díaz de Solís, Diego de Almagro, y Juan de Garay.
También nos encontramos en las cartas tres, cuatro, seis y siete del palo de Espadas a Vicente Yañez Pinzón, Vasco Nuñez de Balboa, Ponce de León, Hernando de Soto, y Juan de Grijalba. Y hay muchos otros detalles, repartidos por toda la baraja, como reproducciones de las firmas de Colón e Isabel, banderas, dibujos de fondo, etc. Contando con unas horas de tranquilidad y una buena lupa, examinar las ilustraciones es como pasear por un museo.
El reverso de las cartas también merece nuestra atención. Reproduce el escudo de España vigente en la época, rodeado de los de Castilla, Navarra, León, Aragón, Portugal, y los veintidós escudos de las repúblicas americanas. Toda una lección de arte e historia condensada en una baraja de naipes.
Puedes ver otro artículo relacionado con este pulsando aquí.
Baraja Iberoamericana. 1929. Ilustrada por L. Palao. Heraclio Fournier. Reedición de 1979.
Esta baraja conmemorativa si que es una pequeña obra de arte por los magníficos dibujos realizados con maestria , con precisión y hermosos colores.
ResponderEliminarDesde luego. No se ven cosas como esta muy a menudo.
EliminarExcelente está baraja, yo también la tengo en sus versiones reeditada y original. Supongo que en Sevilla se vendería la del 1929 más que en otros sitios de España, y la encontramos hace ya muchos años en un mercadillo.
ResponderEliminarSi, es de suponer que, puesto que se hizo como parte de los eventos relacionados con la exposición de Sevilla, la mayor parte de las barajas sino todas se venderían allí. A la original poco le queda para ser centenaria. Va en camino de convertirse en una verdadera antigüedad.
Eliminar