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sábado, 11 de diciembre de 2021

MANIAC

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                  ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                 ¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!                                                                                        

Presentado por... Pecky.
 

¡Hola, amigos cinéfagos!

Ayer volví a ver las dos películas de este DVD. Hoy hablaremos de una y mañana de la otra, si os parece bien, que este fin de semana parece que nadie más tiene ganas de trabajar. Maniac y Dr. Cyclops vienen en un mismo DVD, aunque solo tienen una cosa relevante en común: en ambas aparece un científico loco que tiene un gato negro llamado Satanás. No es el mismo científico, no es el mismo gato, y las tramas no tienen relación, pero es un detalle que me ha parecido gracioso.

Maniac es una de esas películas hechas para ser lo más grotescas y desagradables posible, para hacer sentir inquietud y repugnancia a quien las ve. Se hace una de estas cada cierto tiempo, porque lo que escandaliza a una generación solo es llamativo para la próxima, curioso para la que sigue, y puede resultar hasta ingenuo para las posteriores. Maniac, filmada en 1934, está entre las primeras de esas películas hechas únicamente para escandalizar.

El demente doctor Meirschultz está perfeccionando un suero llamado superadrenalina que devuelve la vida a los muertos recientes, y necesita con quien experimentar. Junto con su ayudante Maxwell, un actor de vodevil fracasado, roba un cadáver de la morgue. Aquí empezamos ya a ser desagradables, puesto que en la morgue asistimos a una conversación entre dos de los médicos que bromean sobre lo buena que está una de las muertas que les acaba de llegar. Como todo lo que veremos en esta película, burlarse de los muertos era algo que molestaba más en los años 30 que ahora, por lo que debemos hacer el ejercicio mental de asumir lo que esta escena implicaba para el público de la época.

Es el cadáver de esa chica el que el doctor y su ayudante roban. De vuelta a su laboratorio (instalado en la misma consulta en la que el doctor atiende a la gente) dejan el cuerpo por ahí hasta que el suero le haga efecto. Mientras tanto, el doctor necesita otro cadáver para colocarle un corazón que mantiene vivo de forma artificial. Esta vez no tienen éxito en lo de conseguir un cuerpo, por lo que Meirschultz entrega a su ayudante un revolver y le ordena que se dispare él mismo al corazón. Pero al parecer ha sobreestimado la lealtad de este, porque ante tal tesitura, Maxwell toma el arma y le dispara en el corazón al doctor.

Asustado por lo que ha hecho, decide usar su habilidad para caracterizarse como varios personajes (ese era su número de vodevil) para disfrazarse como el doctor y hacerse pasar por él, mientras piensa con calma que hacer con los ahora dos cadáveres que hay en la casa.

A todo esto, una mujer acude a la consulta para que curen a su marido, al que le ha dado por creerse, nada menos, que el gorila homicida del relato Los crímenes de la rue Morgue, de Poe. Sin conocimientos reales de medicina, decide inyectarle una jeringuilla con agua para salir del paso, pero en lugar de eso le inyecta por error la superadrenalina. Enloquecido por esta, el hombre comienza a dar botes por la consulta haciendo su papel de gorila, cuando aparece la joven resucitada. El suero le ha hecho efecto al fin, y entra a la consulta andando lánguidamente, con la mirada perdida.

El hombre la toma en brazos y huye llevándosela con él hasta las afueras, donde se da a entender que abusa de ella y/o la estrangula. La imagen se corta antes de resultar demasiado explicita, aunque la idea de un loco que se cree gorila profanando el cadáver reanimado de una joven, es ya una aberración. No volveremos a saber nada más de ellos después de esta escena. 

Resulta curioso el que esta parte del metraje esté en mucho peor estado que el resto, siendo la imagen más granulada y llena de defectos. Pienso que esto pueda deberse a que esta parte se censuró en su momento y el metraje que se reintegró luego a la cinta de donde se sacó esta copia a DVD, para tener la película completa, era un recorte de una cinta más degradada o peor conservada. 

Viendo que lo de ser médico no se le da demasiado bien, Maxwell opta por tratar de reemplazar el corazón del doctor por el que este mantenía artificialmente vivo, inyectarle el suero resucitador, y aquí no ha pasado nada. Por desgracia, Satanás (el gato negro del doctor) se ha comido el corazón viviente. Loco de rabia, Maxwell intenta estrangular al gato, pero solo consigue sacarle un ojo, que por alguna razón decide tragase.

Como ya no puede hacer nada con el cadáver del doctor, lo empareda en el sótano. En un momento en el que Maxwell se distrae, Satanás salta junto a su amo muerto y es inadvertidamente emparedado junto con este, tal como ocurría en El gato negro, también de Poe. Estas dos referencias a Poe en una misma película hicieron que en algunos sitios se distribuyera como “basada en la obra de Edgard Allan Poe”. 

La exmujer de Maxwell, una prostituta, se entera que este ha heredado una enorme fortuna, y le falta tiempo para volver con él. Maxwell no tenía ni idea, porque al estar haciéndose pasar por el doctor y haber abandonado su verdadera identidad, no se le había podido localizar para comunicarle su herencia.

Al mismo tiempo, la mujer del hombre-gorila le exige a Maxwell que trabaje para ella por haber terminado de volver loco a su marido. Pretende que (cuando aparezca), Maxwell lo mate y lo devuelva a la vida convertido en un dócil zombi, que ella pueda controlar a su antojo. Maxwell decide deshacerse tanto de ella como de su exmujer, contándoles a las dos la misma historia. A cada una le dice que debe ayudarle a matar a la otra antes de poder compartir la herencia o zombificar al marido. Les entrega por separado una inyección letal a cada una y las hace coincidir en el sótano.

Ambas ignoran que la otra pretende matarla, y cuando Maxwell cierra la puerta del sótano, se asustan tanto que dejan caer las jeringuillas y la emprenden a golpes. Sin conocerse de nada, empiezan a darse tortazos, puñetazos, tirarse del pelo, arrancarse la ropa a jirones, y golpearse con garrotes. Una de ellas está a punto de aplastarle la cabeza a la otra con una roca cuando interviene la policía, que llevaba varios días rondando la consulta del doctor.

La policía detiene a Maxwell y las mujeres del sótano. Reaccionando al alboroto, Satanás maúlla oportunamente reclamando su libertad, haciendo que el muro sea derribado y revelando así el cadáver del doctor, por lo que todo acaba bien… para el gato, al menos.

¡Robo de cadáveres! ¡Experimentos con humanos! ¡Asesinatos! ¡Locura! ¡Autopercepción animal! ¡Necrofilia! ¡Gatos! Esta película, como dije al principio, se hizo únicamente para escandalizar a la gente. Está filmada como pretendiendo ser una comedia, pero no cesa de mostrar situaciones horribles. 

Hay una conversación entre un policía y uno de los vecinos del doctor, que, aunque no tiene relación directa con la trama, no puedo dejar sin comentar. El vecino se queja a la policía de que el doctor le ha robado un par de gatos para hacer sus experimentos. Sus gatos son muy valiosos para él porque los cría en grandes cantidades para despellejarlos y vender sus pieles. También cría ratas, porque con las ratas alimenta a los gatos, y con los cadáveres de los gatos despellejados alimenta a su vez a las ratas, en un perfecto ejemplo de negocio autosostenible del que está muy orgulloso.

Un par de detalles curiosos de la película; cada dos por tres meten en pantalla textos con las definiciones de diversas enfermedades mentales, como para darle un cierto tono académico al asunto. Y en los momentos en los que Maxwell desvaría, se superpone a su imagen otras de demonios y monstruos, con las que se quiere representar que su mente está siendo atormentada por la locura.  

Hoy en día la gente se escandaliza por cosas como Martyrs A Serbian Film, del mismo modo que generaciones anteriores se escandalizaron con Holocausto Caníbal, o Los hombres detrás del sol, pero este tipo de películas, cada una adaptada a su época, llevan haciéndose desde los inicios del cine. Y si vemos estas películas y otras similares en orden cronológico, podría parecer que a medida que pasan los años se vuelven más bestias y desagradables, pero en realidad es al revés. Comparando cada una de estas películas con el nivel de violencia general del cine de su misma época, lo que vemos es que cada vez la diferencia es menor, y que cuanto más antigua es la película, más transgredía los estándares de su tiempo. 

Bueno, voy a darle de comer a los gatos (hoy les toca una lata de ricos Trocitos de mal vecino con salsita) y me pongo con la entrada de la otra película para mañana. 

Maniac. Hildagarde Stadie (guion) Dwain Esper (director) Bill Woods, Horace Carpenter (actores principales) Phyllis Diller, Theo Ramsey (actrices principales) Hollywood Producers. Editada en DVD en 2008 por L´atelier 13 Pictures.

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