EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, buscadores de tesoros.
Retomamos nuestras aventuras en el mundo de D&D con otro de los librojuegos de la serie negra. Uno de mis favoritos, por cierto, aunque puede que se deba a que fue el segundo que tuve.
En esta ocasión somos Sparrow (gorrión), un malabarista de doce años. Junto con nuestro hermano Jay, de diecisiete, vivimos de vagar de pueblo en pueblo actuando en tabernas a cambio de comida. La aventura comienza cuando, cruzando un bosque, nos encontramos con un soldado moribundo. Este nos entrega un mapa en el que se indica la localización de un tesoro. Además de los clásicos montones de oro y joyas, en el lugar debe haber un saco con huesos humanos. Son los huesos de su antiguo rey, que fueron robados de su tumba debido a que los restos de los reyes tienen poderes mágicos en las manos adecuadas.
Antes de morir, el soldado nos hace prometer que si encontramos el tesoro, daremos sepultura a los huesos para que el espíritu del rey descanse en paz. El tesoro nos lo podemos quedar. En principio parece un buen trato pero… si el soldado estaba moribundo, por algo sería.
Una banda de asesinos formada por humanos y orcos anda tras el mapa, y ahora su blanco somos nosotros. Estos serán el primer peligro al que nos enfrentemos, pero no tardarán en quedan relegados a un segundo plano a medida que nos vayamos encontrando con otras cosas, desde ghouls a tritones de rio, sapos gigantes, elfos intransigentes, enanos ladrones, duendecillos cabrones malvados, alguna que otra araña gigante… hasta podemos llegar a cruzarnos con seres del calibre de un Contemplador (traducido aquí como Vigilante).
Dependiendo de las decisiones que tomemos, podemos llevar a cabo la búsqueda con nuestro hermano o quedar separados de él y terminar aliándonos con un fornido guerrero tipo vikingo llamado Barbarroja, o con un hechicero llamado Rogaldo.
De estas tres líneas principales, mi preferida es la de Barbarroja. Es la que me parece más sólida, y la acción es continua, mientras que las otras avanzan más lentamente. Es además en la que más interviene la banda de ladrones del principio, que es rápidamente olvidada en los otros caminos.
La compenetración que hay entre Barbarroja y Sparrow es muy alta y está muy bien llevada, mientras que su relación con el mago Rogaldo es más lejana y no exenta de un cierto temor reverencial hacia la magia. Acompañados de Barbarroja, podemos llegar a un punto en el que éste es gravemente herido defendiendo a Sparrow de los bandidos. Sparrow pasa entonces un mes trabajando en tabernas y empleando el dinero que consigue en cuidar de Barbarroja mientras este se repone de las heridas. Al principio se nos indica que Sparrow y Jay son huérfanos, y puede que esta simpatía inmediata que siente hacia Barbarroja se deba a la falta de una figura paterna. Está también el hecho de que Barbarroja trata en todo momento a Sparrow como a un adulto perfectamente capaz de valerse por sí mismo, no como a un niño pequeño, y al tiempo le va dando consejos sobre la mejor forma de lidiar con los monstruos que se van encontrando.
Encuentro interesante también que Sparrow sea un malabarista en lugar de un guerrero o aprendiz de mago, como en casi todos los librojuegos anteriores de esta serie. Únicamente en Las columnas de Pentegarn y La rebelión de los enanos interpretábamos a un personaje no combatiente.
En aproximadamente una cuarta parte de los finales nos hacemos con el tesoro, o una buena porción de este, además de enterrar los huesos del rey tal como prometimos al soldado. En otra cuarta parte morimos de formas horribles, devorados por lobos, arañas, aplastados por un gigante, o cosas peores. Entre estos dos extremos nos encontramos con un amplio abanico de finales intermedios en los que sobrevivimos, pero sin lograr hacernos con el tesoro; perdemos el mapa, nos lo roban, alguien se lleva el botín antes que nosotros, pasamos muchos años esclavizados, o cosas similares. Pero bueno, nadie dijo que obtener el tesoro de un rey fuera sencillo.
Puedes ver otro título de esta colección pulsando aquí.
King´s Quest. 1984. Tom Mac Gowen (texto) John Rosenfeldt (portada) Kevin Nichols (ilustraciones). D&D Aventura sin fin nº 9. Publicado en 1986 por Timun Mas.
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