EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
¡Saludos, amigos cinéfagos!
Estábamos esperando a que llegara este día para reseñar El Quinto Elemento. ¿Por qué hoy, precisamente? ¿Debido a una extraña conjunción planetaria? ¿A un raro evento que solo se da una vez cada 5000 años? ¿Las estrellas se han alineado al fin? ¡No! ¡El 16 de enero es el Dia Internacional de la Croqueta! Y en el Dia Internacional de la Croqueta hay que ver El Quinto Elemento. O comer croquetas. Y si podéis ver El Quinto Elemento mientras coméis croquetas, mejor. Así todo encaja y el ballet cósmico sigue su curso.
Cuando se estrenó, allá por 1997, mucha gente la comparó con los comics de Valerian por su estética y el estilo de la aventura que nos narraba. Y he de decir que a mí esta película me produjo más esa sensación de estar viendo un comic de Valerian en movimiento, que la propia película oficial de Valerian de 2017. Todo lo que vemos, desde la estrafalaria forma de las naves y armaduras de los mondoshawan al crucero espacial de lujo donde los empleados van vestidos de marineritos, el que los villanos sean ridículos y aterradores a partes iguales… todo recuerda a los comics de Pierre Christin y Jean-Claude Mézières, y que estos fueron la principal o una de las principales fuentes de inspiración parece bastante claro.
Veamos la historia. Empezamos en 1914. En una derruida mastaba egipcia, un arqueólogo y sus ayudantes estudian un jeroglífico muy particular. Este parece describir un ritual en el que las cinco fuerzas elementales se unen en una sola para destruir el mal. Y aquí es donde la mayoría de la gente dice ¿cinco? Porque las fuerzas elementales tradicionales son cuatro: tierra agua, aire y fuego. Esto es así porque los antiguos filósofos griegos determinaron que todo lo existente provenía de la combinación en diferentes proporciones de esos cuatro elementos.
Y más o menos eso es lo que se sigue pensando en la actualidad, realmente. Los alquimistas griegos los llamaron tierra, agua, aire y fuego. Los químicos modernos los llaman sólidos, líquidos, gaseosos, y la energía como fuerza reactiva. Pero aunque le cambien el nombre, estamos hablando de lo mismo: cuatro tipos de elementos que se combinan en diferentes proporciones para crear otros, como cuando mezclas dos átomos de oxígeno y uno de hidrógeno y conviertes el aire en agua. O un gaseoso en un líquido, como se prefiera llamarlo. Así pues… ¿Cuál es el quinto elemento que aglutina los otros cuatro convirtiéndolos en un arma contra el mal?
El caso es que mientras el arqueólogo saca sus conclusiones, un sacerdote lo visita llevándole un odre de agua. Vemos que vierte algo en él. Un narcótico, o quizá un veneno. Al parecer está interesado en que el conocimiento que esconde el jeroglífico no sea revelado. El arqueólogo no llega a beber el agua, pero no importa, porque ocurre otra cosa que le impide descubrir el verdadero significado del mural; una enorme nave alienígena aterriza junto a la mastaba. De ella descienden unas grotescas criaturas acorazadas que, ignorando a todos los humanos salvo al sacerdote, abren una puerta secreta y se llevan de la mastaba cinco objetos: cuatro bloques de piedra tallados con sencillos grabados y un sarcófago dorado de extraña factura. Uno de los alienígenas se detiene a cruzar unas palabras con el sacerdote, y por su conversación nos damos cuenta que este pertenece a una antigua orden que desde tiempos inmemoriales ha estado en contacto con estos seres, como sus servidores en la Tierra. Los objetos que se están llevando son las piezas de un arma que debe ser trasladada a otro lugar por seguridad, pero que serán devueltas a la Tierra cuando se las necesite.
Pasan exactamente trescientos años, lo que nos situaría en el 2214 aunque la fecha que nos da la película es el 2263. Estamos en Nueva York. Los coches vuelan, la gente normal vive en apartamentos de diez metros cuadrados, y una gigantesca masa nebulosa se aproxima a la Tierra. Los científicos la denominan El planeta oscuro. Esta masa se comporta como un ser inteligente, reaccionando a los intentos de destruirla por parte de las fuerzas espaciales de la Tierra.
El actual representante de la orden servidora de los mondoshawan (los alienígenas que vimos al inicio) es Vito Cornelius. Este se reúne con el presidente terrestre para explicarle qué es en realidad el planeta oscuro: una inteligencia perversa que solo busca la aniquilación de toda la vida. La única forma de detenerla es reuniendo de nuevo los cinco elementos: los cuatro bloques de piedra tallados y el ocupante del sarcófago dorado; una criatura diseñada para ser física, mental y genéticamente perfecta. Cornelius explica también que en realidad los cinco elementos no se concibieron originalmente como un arma, sino como una forma de iniciar la vida en mundos lejanos, pero la combinación de estos cinco poderes debería generar una fuerza que destruya al Mal.
Tal como prometieron trescientos años atrás, los mondoshawan tratan de devolver los cinco elementos a la Tierra. La nave en la que transportan el sarcófago dorado es interceptada por tropas mercenarias alienígenas contratadas por un ruin empresario llamado Zorg. Este tal Zorg es el némesis de Cornelius. Así como Cornelius sirve a los mondoshawan para preservar la vida, Zorg sirve al planeta oscuro para provocar el fin de ésta.
De entre los restos de la nave mondoshawan destruida, las tropas humanas recuperan una mano de la criatura del sarcófago en la que aún quedan algunas células vivas. A partir de ellas se logra reconstruir el resto de la criatura mediante avanzadas técnicas de clonación. La criatura, que tiene el aspecto de una muchacha humana, escapa del laboratorio de clonación. Huyendo al azar termina saltando al vació desde la cornisa de un enorme edificio, y se estrella con el taxi volador de Korben Dallas, atravesando el techo.
Tras esta inusual toma de contacto Korben lleva a la criatura, que responde al nombre de Leeloominai Laketareba Laminai Tchai Ekbat Desebat (Leeloo, para acortar) a casa de Cornelius, puesto que ella lo nombra antes de perder la conciencia. Es así como Korben se ve implicado sin pretenderlo en una misión contrarreloj para salvar la humanidad y quizá toda la vida del universo. Afortunadamente, Korben es un exmilitar de élite experto en todo tipo de armas y técnicas de combate. Esto es algo a lo que se recurre mucho en el cine para justificar que un personaje que al principio se nos presenta como “normal” (como un conductor de taxi) venza todo peligro posible y sobreviva a todo lo que se le venga encima, sin necesidad de desarrollar más el como lo logra.
Sin embargo, la situación no está tan clara. No es una batalla de dos bandos enfrentados, el bien contra el mal y ya está. El presidente de la Tierra aparta a Cornelius de la toma de decisiones a pesar que es su principal fuente de información sobre lo que está ocurriendo. Cornelius a su vez considera que ayudar a Leeloo es su obligación, y trata de mantener a Korben al margen del asunto. Zorg traiciona a los mangalones (los mercenarios alienígenas que contrató) y trata de matarlos, pero su líder sobrevive y reúne a otro grupo para vengarse de él. Y el ejército recluta a la fuerza a Korben para que recupere los cuatro elementos restantes.
Para que su presencia no levante sospechas en el lugar en el que tiene que ir a buscarlas (un crucero espacial de lujo donde un contacto de los mondoshawan se las entregará) el gobierno amaña un sorteo anual cuyo premio es precisamente diez días a bordo de ese crucero. Tanto Vito Cornelius como los sicarios de Zorg intenta entonces robarle el pasaje a Korben para ir en su lugar y echar mano a los cuatro elementos.
Finalmente, tanto Korben como Leelo, Vito, Zorg, y los mangalones terminan coincidiendo en el crucero desatando una batalla a bordo, luchando cada uno por lo suyo: Korben trata de conseguir los cuatro bloques de piedra que contienen los elementos, pero vemos que su principal preocupación es proteger a Leeloo. Por su parte Leeloo también está allí por las piedras, pero le dice a Korben que ella lo protegerá a él. Cornelius, al igual que el resto de los pasajeros, está en medio del fuego cruzado que se desata entre Korben y los mangalones. Y Zorg aparece de pronto disparando contra los tripulantes del crucero y colocando en él una bomba temporizada para volarlo en pedazos en cuanto consiga las piedras.
Finalmente es Korben quien se hace con ellas. A bordo de una pequeña nave, abandona el crucero junto con Cornelius, Leeloo (que está malherida después de haber sido alcanzada por varios disparos) y Ruby Rhod, un frenético y desnortado presentador de radio que, como parte del premio del sorteo, estaba cubriendo en directo los supuestos diez días de ensueño de Korben a bordo del crucero.
Pero el tiempo se acaba. El planeta oscuro se precipita sobre la Tierra a toda velocidad, y el grupo de Korben aún tiene que averiguar como se usan los cinco elementos que deben detener al Mal. Cada uno de ellos se activa de un modo diferente, y por pura casualidad encuentran la forma de activar uno de los bloques de piedra, y a partir de ahí deducen la forma de activar los otros tres. Pero sigue faltando despertar el poder de Leeloo, que es el quinto.
Y volvemos a la pregunta que nos hacíamos al principio. ¿Cuál es el quinto elemento? Y además ¿Cómo se activa? Pues el quinto elemento es el amor, y por ello solo podía estar contenido en un ser vivo. ¿Qué otra cosa sino el amor absoluto podría frenar al mal absoluto? Y la forma de activar al quinto elemento, naturalmente, es con un beso. El mismo tipo de beso que devuelve a su forma real a los príncipes convertidos en sapos, y saca de su antinatural letargo a las princesas embrujadas. A fin de cuentas, El Quinto Elemento no es otra cosa que un clásico cuento de hadas llevado al espacio. ¿De que otra forma podría terminar, sino con un beso?
Un detalle que me pareció muy interesante, es que cuando El planeta oscuro muere, se reduce a una esfera de roca que queda atrapada en la órbita de la Tierra. En una imagen la vemos junto a la Luna, y apenas hay diferencias de una a otra. La esfera, ahora de piedra, se parece mucho a la Luna sin los cráteres de impacto de meteoritos y sin el polvo lunar producto del desgaste. ¿Acaso se nos quiere dar a entender que todo esto ya ocurrió en el pasado? ¿Qué nuestra Luna es el cadáver de otra entidad del Mal igualmente destruida por los cinco elementos hace miles de años?
La película tiene acción, tiene humor, sus toquecitos románticos, la historia está muy bien presentada y trabajada, y se la recomiendo a todo el mundo que tenga la mente los suficientemente abierta. También es cierto que se filmó en la década de 1990, probablemente la década de mayor libertad de expresión y creativa de la que ha disfrutado la humanidad en los últimos siglos. A día de hoy hemos retrocedido tanto en el aspecto social que hacer algo como esto sería casi imposible, porque la película es muy crítica con las modas absurdas y la involución cultural. El personaje del presentador de radio, por ejemplo, es un divertidísimo, maniático y chirriante estallido de verborrea en movimiento. El malvado Zorg es un individuo engreído y ridículo que, precisamente por ello, da más miedo que el clásico villano de aspecto brutal e intimidante. Pocas cosas hay que asusten más que el que una persona trastornada tenga en sus manos un poder gigantesco (en el caso de Zorg, económico). Vemos también que la población está tan acostumbrada a los registros policiales que en los edificios públicos (e incluso en los hogares particulares) hay pintados en las paredes unos círculos amarillos indicando a la gente donde debe colocar sus manos cuando aparezca la policía. Hay incluso un momento en que un policía pregunta a Korben “si está calificado” (hoy en día le preguntaría “si se autopercibe”) como “un ser humano”, y este le contesta que oficialmente es “un polo de carne”. Ese género no lo conocía, pero me gusta como suena 😅
Todo es muy extravagante. La película nos muestra una sociedad que, en un esfuerzo de hacerlo todo lo más llamativo y exagerado posible, ha llegado a glorificar la excentricidad, y vulgarizar la naturalidad.
Antes dije que la principal inspiración de la película, en mi opinión, eran los comics de Valerian. Pero otra de ellas podría ser la película de Heavy Metal, que comentamos no hace mucho. El protagonista del capítulo Harry Canyon es muy similar a Korben; un taxista neoyorquino quemado de la vida, con un taxi volador, que colecciona las armas de los delincuentes que intentan atracarlo, y al que una desconocida le implica sin buscarlo en una peligrosa aventura relacionada con la esencia del Mal. El Loch-nar de Heavy Metal es, como El planeta oscuro de El Quinto Elemento, una entidad inteligente y esférica capaz de cambiar de tamaño, de influir en la mente de la gente, y que es la forma material de El Mal. Y la criatura predestinada a acabar con ella es una joven guerrera que no pronuncia una sola palabra en Heavy Metal y que no para de parlotear (pero no hay quien entienda) en El Quinto Elemento.
De haber representado al planeta oscuro de color verde, El Quinto Elemento podría haber sido un perfecto live action de Heavy Metal.
Le Cinquième Élément. 1997. Luc Besson, Robert Mark Kamen (guion) Luc Besson (dirección) Bruce Willis, Gary Oldman, Ian Holm, Chris Tucker (actores principales) Milla Jovovich (actriz principal). Gaumont.
Si no recuerdo mal en la película salían unos jeroglíficos contando la derrota del mal, así que se confirmaría que la Luna era producto de un ataque anterior. Luc Beson se le criticó mucho por esta película porque metió muchas influencias pero al final se convirtió en una película de culto.
ResponderEliminarPd. ¿El concurso no era de una empresa de croquetas?
Yo siempre he interpretado que lo que se ve en los jeroglíficos (la derrota del Mal) es una especie de predicción, o instrucciones sobre lo que se debía hacer cuando este llegara. Pero ahora que lo dices, bien podría ser una crónica de algo ya ocurrido, lo que confirmaría que la Luna es otra entidad muerta.
EliminarY como respuesta a la Pd, efectivamente, el concurso que "gana" Korben es el de la Croquetas Géminis. Por eso me parece que El Día de la Croqueta es el momento perfecto para ver El Quinto Elemento 😅