EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores. ¡Y feliz Año Nuevo!
Ayer terminamos el año con un comic y nos ha parecido adecuado comenzarlo con otro. De hecho, este va a ser un buen año para los amantes del comic en general y para los fans de Conan en particular, al menos por nuestra parte. Hace poco adquirimos de segunda mano (pero prácticamente nuevos) los diez tomos que Editorial Planeta publicó en 2018, en los que se reunían todos los números de Conan el bárbaro. Son tomos de unas 600 páginas cada uno, lo que nos deja con cerca de 6000 páginas de comic llenas de tipos musculosos, hermosas mujeres, monstruos horribles, tesoros deslumbrantes, ruinas milenarias, terribles matanzas y aventuras sin tregua.
Debido a su peso y tamaño no son libros muy manejables. Quizá una edición de veinte volúmenes de 300 páginas hubiese sido preferible, pero también más caro a la larga. El caso es que los sacaron en este formato y los adquirimos, entre otros motivos, porque ir reuniendo todos los números que nos faltaban (más de la mitad) de los comics sueltos, buscándolos en mercadillos, era una misión predestinada al fracaso.
Hay cosas que no me gustan de esta edición. Lo principal es que cambian el coloreado de los dibujos por otro que realmente es mejor, por lo que no debería haber queja sobre esto. El nuevo coloreado tiene una paleta mucho más amplia, evita el punteado típico de los comics de la época, y corrige muchos fallos que se dieron en su momento al confundir un personaje con otro y cosas así. Es mejor que el anterior… pero no es el original, que es lo que esperaba encontrarme. Se cambia también la traducción, y no se conservan las portadas originales, que en este tipo de recopilaciones suelen añadirse al final del tomo. Aun sin las portadas, textos ni colores originales, es la mejor forma de tener toda la colección completa. Es más, en España el nº 1 de Conan el bárbaro correspondía al nº 52 de la edición americana. Se fueron publicando a partir de ahí, saltándose los números anteriores, por lo que ni reuniendo los comics sueltos de la edición española completa tendríamos todo lo publicado de esta colección.
Conan es el personaje más conocido de cuantos creó Robert E. Howard. A partir de las novelas se han hecho películas, comics, videojuegos, figuras de acción, y series de televisión tanto de imagen real como de dibujos. Lo justo sería empezar reseñando las novelas que tenemos sobre él puesto que fueron el origen de todo, pero en estos momentos nos estamos releyendo los comics, así que aprovecharemos para comentarlos.
Además, lo que realmente dio a conocer al bárbaro a nivel mundial fueron los comics de Marvel. Estos comics hicieron que el personaje y sus aventuras llegaran hasta un público mucho más amplio que las novelas. Eran también muy diferentes al resto de comics de Marvel, centrados en superhéroes. Marvel llegó a dedicar a Conan cuatro colecciones simultáneas, algo de lo que solo otro personaje, Spiderman, puede alardear.
Los comics de Conan nos mostraban a un hombre indómito que vivía, mataba y amaba en una era despiadada, donde la magia empezaba a desaparecer del mundo pero aún estaba presente. Los reinos civilizados, con sus grandes urbes, ganaban terreno año tras año a las tribus y los animales salvajes. Los ejércitos a sueldo empezaban a sustituir a los clanes guerreros, y las batallas se extendían de una región a otra. En ese entorno, Conan trataba de encontrar su lugar en un mundo que cambiaba demasiado deprisa, merced a los deseos de expansión y conquista de los grandes emperadores.
Las historias de Conan en los comics seguían una línea temporal básica, pero solían dar saltos atrás para contar sucesos de su pasado. La mayor parte de sus aventuras fueron inventadas por los guionistas de Marvel, y las que se tomaron de las novelas se modificaron para adaptarlas a lo ya contado en el comic. Los que conozcáis en profundidad las novelas encontrareis en los comentarios de los comics varios errores, que lo son únicamente porque se ciñen a la versión de Marvel, no a la de Howard.
Vamos a ir comentando todos los números poco a poco, en su orden de publicación. Como ya hemos publicado reseñas de algunas historias, antes de conseguir la colección completa, iremos reorganizando los enlaces cuando llegue el momento para que se puedan leer todas las reseñas en orden.
Empezamos con La llegada de Conan. En la primera etapa de los comics nos encontramos con un Conan de unos dieciséis años que ya está combatiendo como mercenario. La edad de Conan es algo que se manejó muy bien en los comics de Marvel, en la que el paso del tiempo no suele reflejarse en los personajes y estos siempre parecen tener la misma edad. Conan en cambio si iba envejeciendo a lo largo de los números, pasando de un musculoso jovenzuelo a un adulto plenamente desarrollado, y vimos también su paso a la vejez en la colección Conan Rey. Un cambio de carácter iba acompañando a su madurez, volviéndolo cada vez más precavido y astuto sin por ello dejar de ser valiente y arrojado.
Las aventuras de Conan el bárbaro comienzan en Vanaheim, un territorio del norte en perpetua guerra con Asgard. Ambas son culturas similares a la vikinga, pero tan dados a la guerra como al comercio.
Un grupo de guerreros rubios (aesirios) persigue en su retirada a otro de incursores pelirrojos (vanirios) que han estado saqueando sus aldeas. Ambos bandos cuentan con el apoyo de mercenarios, y Conan está del lado de los aesirios por el simple hecho de que pagan más. En un momento de la batalla ve como un solo aesirio se enfrenta a la vez a tres vanirios e interviene para equilibrar las fuerzas, sin saber que con ello le está salvando la vida Olav, el líder de los aesirios.
Los supervivientes vanirios huyen, y sus líderes, Volff y Hothar, deciden traicionarles. Les hacen acampar en un lugar en el que saben que serán encontrados por sus perseguidores, y los abandonan diciéndoles que van a alejarse un poco para orar a sus dioses en busca de consejo. Su intención es que sus perseguidores se entretengan combatiendo contra sus hombres, dándoles tiempo a ellos a ponen tierra de por medio.
Mientras se alejan por un paso de montaña, encuentran una cueva de la que emana un misterioso fulgor verde, y una voz les llama. En el interior de la cueva encuentran a un anciano acompañado de una joven esclava. El anciano posee una gran gema “mágica” que le permite mirar al pasado y al futuro, y traer criaturas de otras dimensiones para ponerlas a su servicio. Esta gema, al parecer, cayó tal cual del cielo un día cualquiera, y el anciano, sin poderes propios, dedicó años a estudiarla y aprender a hacerla funcionar.
Esta es la primera de muchas referencias a otros mundos y tecnología alienígena que aparecerían a lo largo de las distintas colecciones de Conan, en forma de robots, armas láser, naves espaciales, o “cristales mágicos” (como el de esta historia) que no eran otra cosa que avanzadas computadoras. Robert E. Howard, el creador de Conan, se carteaba con H. P. Lovecraft, y en ocasiones se “prestaban” criaturas de sus respectivas sagas, por lo que las referencias en las páginas de Conan a alienígenas o dioses primigenios no son tan raras como pudiera parecer.
El anciano se ofrece a ayudar a Vulff y Hothar a librarse de sus perseguidores, si a cambio estos le proporcionan un guerrero lleno de energía, al que dice necesitar para un ritual. Estos le hablan de Conan, y el anciano lo considera adecuado para sus fines. Usando la gema, arranca de su propia realidad a tres seres alados a los que envía contra el grupo de Olav. Este, junto con sus hombres y Conan, se encuentra en pleno combate con los vanirios acampados. La aparición de seres alados, simples habitantes de otra dimensión pero demonios a los ojos de los hombres, pone en fuga a ambos bandos, presas del pánico. Solo Olav y Conan reúnen el valor para plantarles cara, pero los seres tienen una fuerza y resistencia extraordinarias comparadas con las de los humanos, y no tardan en matar a Olav y dejar a Conan inconsciente.
Conan se despierta encerrado en una celda junto con Tara, la esclava del anciano. Y para él, escapar no basta. Él debe también matar a sus captores para quedarse tranquilo. Aprovechando que el anciano está haciendo funcionar otra vez el cristal, indagando sobre la idoneidad de Conan para su ritual, este empieza a forzar los barrotes de la celda. La gema proyecta imágenes del pasado y del futuro de Conan, pero no a la mente del anciano, sino en forma de grandes hologramas que todos los presentes pueden ver. Es así como Conan, desde su celda, ve imágenes de la Atlántida siendo engullida por las aguas y de su lejano antepasado, el Rey Kull. Imágenes de su nacimiento en pleno campo de batalla, y una escena del futuro en el que él mismo se corona rey. Esta última imagen perturba al anciano, pues la existencia de ese futuro es también un indicativo de que los planes que tiene para Conan no se cumplirán.
La gema muestra finalmente como toda civilización será destruida en un nuevo cataclismo, a los humanos volviendo a la edad de piedra, y el inicio a partir de ese momento de la historia que conocemos. Esto sirve a lector para situar las aventuras de Conan, y comprender que tienen lugar en el planeta Tierra, pero en una época muy anterior a la Edad de Piedra.
Con el anciano, Vulff y Hothar ensimismados en los hologramas, Conan logra al fin forzar los barrotes de la celda y escapar. Se abre paso como una centella entre ellos, apoderándose de la gema y lanzándola con todas sus fuerzas contra el muro. Esto provoca algún tipo de avería en el artefacto, que comienza liberar rayos de energía y oleadas de llamas. Conan toma a Tara en brazos y huye de la cueva, justo antes que la gema explote matando al resto de los ocupantes.
Sin embargo, una vez a salvo, Tara le recrimina el haber destruido la gema, y le revela al bárbaro su verdadera naturaleza. Ella era, como los demonios alados, una criatura traída a esta realidad por el anciano a través de la gema. En comparación con su propio mundo la Tierra es un paraíso, por lo que ella deseaba quedarse aquí aun como sirvienta del anciano. Sin embargo se debía enviar a cambio a alguien con una gran energía física para compensar lo que se había robado de esa otra realidad y que el cambio fuera permanente. Y el elegido para ser intercambiado por Tara, había sido Conan.
Con la gema destruida, la energía que mantenía temporalmente a Tara en nuestro mundo se corta, y su propio mundo de horror la reclama, desvaneciéndose ante los ojos de Conan. Taciturno y estupefacto por lo que ha vivido y a duras penas comprendido, el joven bárbaro se marcha en busca de las dos únicas cosas en las que en ese momento es capaz de pensar y confiar: una buena espada y algo que comer.
Una toma de contacto bastante curiosa para el personaje, entrando ya a fondo con el tema de dimensiones paralelas, otros mundos, y artefactos llovidos del cielo desde el primer número. Como veremos más adelante, los conflictos que involucraban monstruos y seres inhumanos eran muy comunes al principio, y luego fueron volviéndose más habituales las tramas en las que Conan se enfrentaba únicamente a enemigos humanos. También lo extraordinario cansa si es algo continuo. Los redactores debieron darse cuenta que los monstruos no llamaban tanto la tención si salían más que los ladrones o asesinos y rebajaron un tanto el tono fantástico de la colección.
Puedes repasar la siguiente aventura de Conan pulsando aquí.
The Coming of Conan! 1970. Roy Thomas (guion) Barry Smith (dibujo). Conan the barbarian Tomo 1, nº 1. Publicado en 2018 por Editorial Planeta S.A.
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