EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
¡Saludos, amigos cinéfagos!
El Gran Jack es mi western favorito. De hecho, lo considero una película magnífica, y eso es mucho decir, teniendo en cuenta que los westerns o historias del salvaje oeste no son un género que me guste especialmente.
La trama tiene lugar en 1909. La civilización sigue extendiéndose por el mundo. Las máquinas avanzadas, producto de la Revolución Industrial europea, han llegado ya hasta la Costa Este de Norteamérica. Algunos pocos coches y motocicletas primitivas llenan de humo y petardéos las antaño tranquilas llanuras solo cruzadas por caballos y rebaños. Las casas de té, bibliotecas y cines empiezan a ser tan comunes como los saloons y prostíbulos. La fiebre del petróleo ha sustituido a la del oro. Los todavía escasos fusiles con mira telescópica y las pistolas automáticas comienzan a hacer innecesario el anteriormente trabajado y envidiado arte de la buena puntería.
La zona central y la Costa Oeste, el salvaje oeste clásico, sigue siendo salvaje y se adapta mucho más lentamente al progreso, reacio a perder su esencia. En este marco nos encontramos con Jacob McCandles, al que todos conocen como El Gran Jack (John Wayne), que es el más reacio de todos a cambiar. En el pasado fue una leyenda. Ahora está divorciado y lleva mucho tiempo sin ver a su mujer y sus hijos. El mundo que él conocía y amaba está desapareciendo, y todo lo que quiere es terminar sus días tal como los ha vivido siempre.
Esto cambia cuando recibe una carta de su exmujer, Martha, la primera que le envía en muchos años. Su antiguo rancho, en el que ahora vive ella con los hijos de ambos, ha sido atacado por un grupo de bandidos. Han hecho una masacre disparando y acuchillando a los trabajadores y se han llevado a su nieto, un niño de nueve años al que Jack ni tan solo conoce. Quieren un millón de dólares en billetes de veinte a cambio de devolverlo vivo, y lo quieren rápido.
Jack es un hombre sencillo de costumbres sencillas e ideas claras. Sin importar qué le hizo distanciarse de su mujer, su nieto es su nieto, y cualquiera que le haga daño al pequeño, a sus hijos o a la madre de estos, merece morir. Jack acude en ayuda de Martha acompañado por Perro, su perro-lobo, dispuesto a hacer lo que haga falta por recuperar sano y salvo al chico. Martha le entrega un gran arcón con la suma requerida, y Jack reúne un pequeño grupo formado por un antiguo compañero de aventuras, y dos de sus hijos a los que ya a duras penas reconoce. El nieto, al que todos llaman el Pequeño Jack es el hijo del tercer hermano McCandles, que no acompaña a su padre porque quedó gravemente malherido durante el ataque de los bandidos.
La mayor parte de la película es el viaje del grupo hacia el punto de reunión establecido por los bandidos, al otro lado de la frontera tejana, donde los Rangers no pueden intervenir. Durante el viaje Jack y sus hijos se van conociendo por fin. Eran niños la última vez que los vio y ahora son hombres. Pero hombres adaptados a las comodidades de los nuevos tiempos, mucho menos duros y con menos carácter del que tenía él a sus edades. Jack ve inútil todo aquello que a sus hijos impresiona, como las armas modernas de tiro rápido y los vehículos a motor. Y a su vez, sus hijos ven a su hasta ese momento casi desconocido padre como un dinosaurio, alguien propio de una era que se extingue por no saber adaptarse a los nuevos tiempos.
Esta parte es, a mi modo de ver, lo mejor de la película. El Gran Jack ha sido una leyenda en su propia época, y su nombre aún tiene peso y es recordado por muchos, pero ese mundo y esa forma de vida que le encumbró está desapareciendo, se le escapa entre los dedos. De no haber sido por la tragedia que ha caído encima de su familia es posible que no hubiese tenido la oportunidad de verlos otra vez antes de morir. Y aquí no hay una historia de amor reencontrado. No veremos reconciliarse a Jack y Martha, que ya están los dos demasiado quemados para eso, pero si notamos que queda algo, un cariño más parecido a una agradecida amistad que a un rescoldo de pasión. Al Gran Jack no le importa volver a su vida solitaria lejos de su familia si logra rescatar al Pequeño Jack. Ni tan solo le importa morir en la misión, si antes logra poner a salvo a su nieto. Es consciente de estar en el ocaso de su vida, y que lo que va a hacer es lo último importante en lo que tomará parte en el tiempo que le queda.
Jack y su grupo tienen a lo largo del viaje algún encontronazo con ladrones comunes, pues cuatro hombres fuertemente armados llevando con ellos un gran arcón, solo pueden estar transportando oro o dinero. A pesar de todo, el arcón y su contenido es entregado a cambio del Pequeño Jack… y es entonces cuando los secuestradores descubren que se han estado metiendo con la familia equivocada.
Muy buena película, con pocas escenas de acción pero muy bien llevadas. Todos los personajes están además lo bastante trabajados para que ninguno de ellos sea simplemente un nombre más. Hasta los siete criminales tienen cada uno su personalidad, más o menos definida pero lo suficientemente marcada para que nos hagamos una idea del peligro real que supone cada uno.
El combate final entre los dos grupos está tan igualado de entrada, tan parejo en numero de combatientes y calidades de las armas, que es difícil de prever el final. Damos por supuesto que los buenos ganarán, pero si todos sobrevivirán ya no está tan claro. De hecho, antes de acudir al encuentro de los bandidos vemos el plan de actuación que traza Jack con los suyos, pero se nos cuenta también cual es el plan de sus oponentes, y son realmente muy parecidos. El líder de los criminales es un endurecido forajido de la vieja escuela, que al igual que Jack, parece estar quedándose rápidamente descolocado en esta invasiva modernidad y está dispuesto a jugárselo todo con el último gran golpe que dará en su vida.
Un detalle interesante es que en varias ocasiones, cuando Jack dice quien es, alguien reacciona con una mezcla de sorpresa y admiración y le responde “McCandles… pensé que estabas muerto”. Esta frase se repite con poca variación, como una especie de chiste recurrente ¿Es posible que el “Plissken… pensé que estabas muerto” tan recordado de 1997; Rescate en Nueva York sea un pequeño homenaje a esta película?
Poco más que comentar, salvo recomendaros que la veáis si os gustan los westerns, y recomendaros que la veáis si no os gustan los westerns, porque tanto en un caso como otro estaréis viendo una gran película. Ya puestos con el tema, podéis leer la reseña de otro interesante western pulsando aquí.
Big Jake. 1971. Harry Julian Fink, Rita M. Fink (guion) George Sherman (dirección). John Wayne, Richard Boone (actores principales) Maureen O´Hara (Actriz principal) Batjac Productions & Cinema Center Films. Editada en DVD en 2009 por Paramount Spain S. L.
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