EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, irreductibles lectores.
Este es el segundo comic de Asterix, aunque en algunas ediciones españolas aparece como el tercero, a continuación de Asterix y los godos. Para aclarar el orden correcto, La hoz de oro es el nº 2 de la colección y Asterix y los godos el nº 3. Esto puede comprobarse no solo por la fecha de la publicación original, sino por las historias de los propios comics, que tienen una continuidad cronológica directa. En La hoz de oro Asterix y Obelix deben conseguir una nueva hoz para el druida, porque este la necesita para asistir a una reunión de druidas en el Bosque de los Carnutes. En Asterix y los godos, el druida asiste a esa anunciada reunión llevando su hoz nueva.
La historia comienza cuando Panoramix rompe su hoz accidentalmente mientras recogía hojas de muérdago. Solo las plantas cortadas con una hoz de oro tienen propiedades mágicas para los druidas, por lo que necesita otra para poder preparar sus pociones. Esto es interesante porque añade un componente místico a la mera mezcla de ingredientes. No basta con mezclar los ingredientes correctos en la proporción correcta, sino que la misma preparación debe ritualizarse hasta el punto que la forma en la que se recolectan los ingredientes y la herramienta con la que se cortan las flores, frutos o brotes tiene relevancia.
En pocos días todos los druidas de los alrededores van a reunirse en un lugar llamado Bosque de los Carnutes, acto que tiene lugar una sola vez al año. Asterix se ofrece a viajar hasta Lutecia (la actual París) para comprar otra hoz de oro al que está reconocido como el mejor fabricante de estas, Amerix, que resulta ser primo de Obélix.
Así pues, Asterix y Obelix ponen rumbo a Lutecia, el segundo cargando con un menhir para llevárselo de regalo a su primo. Me hace gracia que Asterix se queje de como la ocupación romana está cambiando el paisaje, llenándolo de puentes y acueductos, cuando ellos mismos van todo el tiempo por una calzada empedrada romana que hace su camino mucho más rápido y cómodo.
Cuando llegan a Lutecia encuentran el taller de Amerix cerrado. Un mafioso local llamado Gangsterix ha acaparado el mercado de hoces de oro, y las vende por precios abusivos. Enfurecido por la vil maniobra monopolista de Gangsterix, Asterix comienza una pelea en la taberna en la que se habían reunido. A consecuencia de esto una patrulla romana se presenta en la taberna destrozada y detiene a Asterix y Obelix porque son los únicos presentes que siguen en pie.
Otro detalle interesante de este comic pero que era algo general a los de Asterix, era la justicia romana. Los galos son llevados ante el centurión de las tropas romanas de Lutecia, y de ahí pasan a comparecer ante el prefecto. Este escucha sus alegaciones y decide que se los deje en libertad. Mientras los acompaña a la salida, el centurión les da la información de la que dispone sobre el trafico de hoces, que también preocupa a los romanos como cualquier otra actividad delictiva. Lo que quiero decir es que los romanos son en casi todos los títulos de esta colección el principal adversario de los protagonistas, pero no se los presenta como intrínsecamente malvados (que es lo normal en todas las historias de romanos) sino como otra cultura con sus propias leyes y forma de hacer las cosas.
Tras alguna que otra trifulca y tras pasar un par de veces más por la prisión romana, Asterix y Obelix terminan descubriendo que Amerix ha sido secuestrado por la banda de Gangsterix para que les fabrique hoces en exclusiva. La operación está sin embargo dirigida por el propio prefecto romano.
Asterix acusa al prefecto ante el centurión, y el prefecto admite su culpa. En realidad está hastiado de la vida y simplemente se metió en el mundo del crimen buscando añadir algo de excitación a su aburrida y regalada rutina. Atendiendo a su obligación, el centurión no duda en arrestar a su superior y liberar inmediatamente a Amerix, que estaba siendo retenido en las mazmorras bajo algún pretexto.
Agradecido, Amerix regala a Asterix una de sus hoces, que este lleva al druida a su regreso a la aldea.
Las aventuras de los galos continúan en Asterix y los godos.
La serpe dór. 1962. René Goscinny (guion) Albert Uderzo (dibujo). Publicado en 1999 por Círculo de Lectores.
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