MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

martes, 15 de agosto de 2023

TYRANT de Resident Evil 2

 LA COLECCIÓN DE FIERAS

    Presentado por… Bem.

¡Hola raros! 

Hoy ha venido a visitarnos (espero que solo a eso) la primera figura de acción de los famosos Tyrant de la franquicia Resident Evil. Esta mole humanoide con una altura media de tres metros es el motivo por el cual la corporación Umbrella desarrolló el virus-T. 

Casi todos los monstruos biológicos aparecidos en los primeros RE eran subproductos accidentales del virus-T. La reanimación de cadáveres (zombis, cerberos) y el agigantamiento y mutación de animales e insectos solo fueron un efecto imprevisto de la capacidad de regeneración celular del virus-T. 

Otros monstruos como lickers y hunters se desarrollaron para aprovechar las capacidades del virus cuando los investigadores comenzaron a pensar que el Proyecto Tyrant era demasiado ambicioso para llevarlo a cabo. Pero el verdadero (en principio, el único) motivo del desarrollo del virus-T (una cepa del Virus Progenitor original) fue crear a los Tyrant.

Los primeros Tyrant se crearon inyectando virus-T puro directamente en humanos vivos. El virus provocaba una serie de mutaciones, muchas de ellas imprevistas e incontrolables, por lo que el organismo afectado necesitaba de supervisión constante y numerosas operaciones quirúrgicas para ir extirpando o reencaminando las mutaciones no deseadas. El resultado que se pretendía obtener era superhumanos con una inteligencia desarrollada, una capacidad física excepcional, que pudiera ser controlado fácilmente, y que tuviera un aspecto lo más humano posible, para facilitar el hacerlo pasar desapercibido entre una multitud.

Los primeros Tyrant fueron un fracaso tras otro porque los sujetos tendían a ser lentos, torpes, descoordinados, poco inteligentes, masivamente grandes y difícilmente controlables. El primero modelo considerado un éxito fue el T-103, apodado Mr. X (que incluso fue desplegado vestido) pero seguía siendo demasiado grande para hacerlo pasar por un humano común. 

Desde el primer Tyrant, activado en 1998, estas criaturas han sido mejoradas hasta el punto de aunar una agilidad y velocidad asombrosa a su fuerza ya desde siempre espantosa. En algunos pocos casos se ha logrado reducirlos hasta un tamaño y aspecto con el que (mediante ropa y maquillaje) es posible hacerlos pasar por humanos. 

Muchos Tyrants, incluyendo estos “modelos de infiltración” tienen quirúrgicamente instalados limitadores, unos artefactos que frenan las mutaciones. En caso de emergencia (si estos limitadores se desactivan por control remoto o se averían cuando el Tyrant sufre una gran cantidad de daño) las mutaciones que han ido frenándose de forma artificial se desarrollan todas a la vez, convirtiendo al ser en una bestia mucho más grande y peligrosa que antes. Este estallido de mutaciones suele implicar también una renovación genética que regenera los daños previos sufridos, por lo que a menudo la “resurrección” de un Tyrant que ya se creía eliminado viene acompañada por un notable incremento de su fuerza, velocidad y resistencia. 

Algunos rasgos comunes a muchos de los modelos de Tyrant son la asimetría (suelen tener un brazo mucho más desarrollado que otro, en el que se le forma una enorme garra) y el generar (o serle implantado) un segundo corazón como refuerzo del primero, que además crece hasta no caber en el pecho y abrirse paso a través de la carne, quedando expuesto y ramificándose sobre el torso.

La figura mide 20 cm. En esta otra imagen la he puesto junto a uno de los humanos zombificados de la colección para que se aprecie mejor la diferencia de tamaño. Tiene once puntos de articulación: brazos, codos (tiene manos torpes), cadera, piernas, rodillas y pies. Como característica de acción lleva un botón a la espalda que al pulsarlo repetidamente bombea un liquido rojo a su corazón expuesto. 

Un momento… ¿Qué es esa especie de crujido? ¿Por qué está creciendo? ¿Se le habrá estropeado el limitador de mutaciones? Emmm… rogamos a nuestros lectores que se alejen un poco, y que saquen sus lanzamisiles si los llevan encima. Como librarnos de este sujeto puede llevarnos un ratito, podéis repasar mientras tanto nuestras otras figuras de esta colección pulsando aquí.

Tyrant. Resident Evil 2. Toy Biz. Presentado en blíster. Once puntos de articulación + una acción. 1998. 

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