EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, bárbaros lectores.
Continuamos acompañando a nuestro bárbaro preferido en su deambular por el Viejo Mundo. En esta ocasión está recorriendo a pie la Calzada de los Reyes, en dirección a Nemedia, donde tendrá su primer encuentro con el que se convertirá con el paso del tiempo en uno de sus mayores enemigos.
Ya cerca de la ciudad, Conan se topa con un inequívoco signo de civilización: un accidente de tráfico. Un carruaje yace volcado en la calzada junto a sus ocupantes: un auriga tendido e inmóvil y una vociferante joven noble. Conan pone en fuga a un grupo de lobos que rondan a los accidentados y comprueba que desgraciadamente el auriga a muerto al volcar el carro.
Desgraciadamente también, la joven ha sobrevivido. Se trata de la dama Aztrias, una niña mimada y estúpida cuyo único agradecimiento hacia Conan por haberle salvado la vida es concederle el supuesto honor de servirla. Conan acepta tomar ese papel porque quiere entrar en Nemedia, y hacerlo como sirviente de una noble local siempre levantará menos sospechas que hacerlo como un bárbaro errante.
Una vez dentro de los muros de Nemedia, la dama Aztrias le revela a Conan que está arruinada por una serie de deudas de juego. Quiere que Conan robe para ella alguna pieza valiosa del Salón de las Reliquias de Kallian. Este edificio es un museo privado donde se guardan tesoros y obras de arte. Recientemente unos porteadores estigios trajeron un arca de oro, pidiendo permiso para dejarla una noche a resguardo en el museo, en espera que otro grupo de porteadores de relevo acuda a la mañana siguiente para recogerla de allí y continuar su camino con ella. Kallian, el codicioso dueño del museo acepta encantado, con la intención de echar un vistazo al sin duda fabuloso contenido del arca durante la noche.
Siguiendo las instrucciones de la dama Aztrias, Conan se cuela en el museo cuando este cierra sus puertas. Encuentra el arca ya abierta y vacía, y a sus pies el cadáver de Kallian. Un guardia sorprende a Conan y lo mantiene a raya apuntándole con una ballesta mientras hace sonar una campana de alarma.
No tarda en presentarse Demetrio, el capitán de la guardia de la ciudad acompañado de varios hombres armados. El dueño del museo ha muerto y se ha encontrado cerca de él a un bárbaro extranjero armado. El caso parece claro, pero Demetrio demuestra ser un individuo justo e inteligente que no da nada por sentado e inicia una investigación in situ.
Para cubrirse las espaldas, la dama Aztrias se presenta “casualmente” en el museo y se muestra sorprendida por lo ocurrido, acusando al propio Conan de tener una disputa personal con Kallian. Pero esto es Conan el bárbaro, no CSI, así que el caso se resuelve no con palabras, sino mediante la fuerza bruta.
El contenido del arca se manifiesta ente los presentes. Es una bestia ancestral con forma de inmensa serpiente con rostro humano cubierto por una máscara de oro y unos seseantes cabellos de medusa. La criatura se lanza a matarlos a todos, y cuando Conan logra acabar con ella, es el único que queda en pie en el museo. También Demetrio ha sobrevivido, pero yace inconsciente y con las costillas rotas.
Conan nota un extraño brillo procedente del interior del arca, y al asomarse a ella ve un rostro demoníaco en el fondo de la misma. Un rostro que a su vez lo mira a él. Se trata de Thoth-Amón, el más poderoso de los temibles brujos estigios, que parece culpar a Conan de haber frustrado sus planes, fueran estos los que fueran. Esta es una de las pocas ocasiones en las que Conan se acobarda y huye. Roba un carruaje y escapa a todo correr de la ciudad, amedrentado por la mera presencia del brujo.
Puedes ver la reseña de una aventura posterior pulsando aquí.
In the Coils of the Man-Serpent. 1971. Roy Thomas (guion) Barry Smith (dibujo). Conan the barbarian Tomo 1, nº 7. Publicado en 2018 por Editorial Planeta S.A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario