CAZADOR DE STRIGES

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Este es el tercer y último de los bolsilibros publicados en 2011 bajo el sello Selección Pulp Ficción. Lo he encontrado mucho mejor escrito y más interesante que el segundo, pero con los mismos fallos generales. La colección se vendía como un regreso al espíritu de los antiguos bolsilibros, aunque solo imitaba la estética de la edición, no su estilo narrativo ni sus tópicos.

Los títulos nuevos que aparecieron para esta colección estaban ambientados en España, cuando los antiguos bolsilibros tenían lugar en tierras (para su época) lejanas como Inglaterra, Francia o Estados Unidos de América, y por tanto resultaban más exóticos. Es cierto que un par de bolsilibros antiguos, El estanque y Maldita montaña tenían lugar en España, pero fueron dos entre cerca de cuatro mil títulos, no dos de tres como en esta nueva colección. 

También era casi obligatorio que la historia incluyera una relación amorosa nacida durante la propia trama, en la que una recién formada pareja compartía peligros que los unían tanto como para terminar casándose al final. De nuevo, en los bolsilibros antiguos había algunas excepciones a esta norma, pero ninguno de los dos nuevos títulos de Pulp Ficción ofrecía eso. 

Simplemente no eran lo que los lectores de bolsilibros entendía como verdaderos bolsilibros, sino historias de terror cortas que se vendían sueltas en lugar de como una antología. Tras este numero no se publicó ninguno más, imagino que por las bajas ventas. Eso nos deja con que el mejor de los tres que se editaron fue el primero, que precisamente, era una reedición de un bolsilibro genuino de 1973. 

A pesar de lo dicho, la historia no esta nada mal. La recreación de la España rural del siglo XIX y sus mitos está muy bien lograda. Los protagonistas son Gorgonio y Lorién. El primero es un cazador de striges veterano, y el segundo un muchacho que fue el único superviviente del ataque de una strige a su familia, al que Gorgonio ha adoptado como su aprendiz.

Las striges son, por explicarlo de forma rápida y sencilla, un monstruo híbrido. En su caso una mezcla de bruja y vampiro, así como los strigoi son seres a medio camino entre el necrófago y el vampiro, los gohuls tienen características tanto de necrófagos como de espíritus, o los nahuales son una combinación de brujo y hombre lobo. 

Al ser sus presas criaturas con una doble naturaleza, Gorgonio y Lorién combaten a las striges que plagan la región a base de oraciones, crucifijos y estacas, pero también con cuchillos, revólveres y carabinas. Tanto la parte física como la espiritual de las criaturas debe ser destruida para acabar con ellas. Debido también a esta doble naturaleza, las striges existen a la vez en el mundo real y en el onírico. Gorgonio y Lorién las persiguen y cazan en el mundo real, pero es en sus sueños cuando tienen la oportunidad de averiguar hacia donde se dirigen o donde se esconden.

En una de sus cacerías Gorgonio y Lorién llegan hasta una aldea siguiendo el rastro de una strige particularmente poderosa. Lorién, de trece años, siente su primer enamoramiento al conocer a Chelo, la hija de once años de la familia que los acoge en su casa. Cuando la strige ataca el pueblo, se lleva con ella a Chelo, precisamente. Aunque en los tres años que lleva con Gorgonio, Lorién ha dado muerte ya a unas cuarenta striges, por primera vez siente su trabajo como algo personal. 

Gorgonio tiene un secreto que no ha revelado a su aprendiz. Cuando él mismo era aún un principiante en la caza de striges, se encontró con Lamia, la más antigua y poderosa de estas criaturas. Lamia aterrorizó de tal modo a Gorgonio que este se vio totalmente incapaz de intentar nada contra ella. Lamia entonces le perdonó la vida a cambio que multiplicara sus esfuerzos en eliminar a tantas striges como pudiera, para así tener ella menos con las que competir por posición y presas. Básicamente, lo convirtió en su esclavo para que fuera eliminando las nuevas striges, evitando de este modo que alguna pudiera llegar algún día a destronarla. 

En uno de sus sueños de rastreo, Lorién cree captar el rastro de la strige que se llevó a Chelo, pero entonces nota un cambio en la actitud y métodos de Gorgonio. La strige a la que persiguen es Lamia, y Gorgonio está malinterpretando expresamente las pistas que consigue su aprendiz para no tener que enfrentarse a ella. 

Tan pronto como Lorién comprende que su maestro, al que siente como su padre, está aliado con una strige y está entorpeciendo la búsqueda de su primer amor, lo mata de un tiro sin pensárselo mucho. A continuación va él solo en busca de Lamia. 

Da con ella, pero comprueba que su poder es abrumador, y su visión tan aterradora que no puede ni reaccionar ante su presencia. Cuando Lamia se dispone a matarlo, es atacada por Chelo, que ha sido ya transformada en strige. Chelo acaba con Lamia en un combate entre monstruos en el que Lorién no puede hacer nada más que mirar, paralizado de terror. Al finalizar el mismo, Chelo se aproxima a Lorién y le pide que le de un beso, mientras aún quede en ella algo de humana, pero ya es demasiado tarde. 

Lorién acaba con Chelo, ya totalmente transformada en monstruo, y a continuación decide renunciar a su verdadero nombre y hacerse llamar Gorgonio a partir de ese momento. No queda claro si lo hace porque, tras vivir él mismo el horror de Lamia comprende la decisión que tomó su maestro, o si solo necesita renunciar a su identidad para que la realidad sea más soportable. 

Es una historia muy entretenida y bien narrada. No me gusta el final porque no le veo sentido ninguno a que una strige recién creada sea capaz de derrotar a la más poderosa y antigua de todas ellas. Lorién ha destruido ya muchos striges de más edad y experiencia que Chelo, y de hecho acaba sin dificultad con la propia Chelo. Sin embargo, es Chelo quien tras un breve combate vence a Lamia, cuyo poder resultaba del todo inalcanzable para Lorién y su maestro. Encuentro muy poco sólido este final, y para mi gusto es un mal cierre a una buena historia que hasta ese momento había resultado dramática e intrigante. 

Puedes ver la reseña sobre otro título de esta colección pulsando aquí. 

Cazador de striges. 2011. Soizik Stiwell (texto) Carlos nuñez de Castro (portada). Selección Pulp Ficción nº 2. Publicado por 23 Escalones.