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jueves, 28 de septiembre de 2023

RABIA

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                     ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                                       

Presentado por... Pecky.
 

¡Hola de nuevo, amigos cinéfagos!

Hoy es el Dia internacional de la rabia, esa terrible enfermedad vírica, con un índice de letalidad superior al 99% y que afecta tanto a humanos como a otros mamíferos. Para recordar los peligros de la rabia vamos a reseñar esta película de Cronenberg, que nos plantea una epidemia de una variedad especialmente virulenta a gran escala.

Una pareja que viaja en moto (Hart y Rose) tiene un accidente en carretera y ambos quedan malheridos. Por fortuna (o quizá no tanto) el accidente tiene lugar muy cerca de una clínica de cirugía estética. Aunque las instalaciones no son las mejores para atenderles, los llevan a la clínica estética porque la chica está muy grave y necesita una intervención inmediata, y el hospital general más cercano está a tres horas de viaje. Hart, con lesiones más leves, es atendido y recibe el alta en pocos días.  

El cirujano que encabeza la operación de Rose aprovecha la oportunidad que se le presenta para llevar a cabo una técnica experimental. Le injerta tejidos extraídos de otras partes del cuerpo de la propia Rose, pero alterándolos de modo que los convierte artificialmente en células madre, tejido neutro que se transforma en aquello que debe reconstruir, sin importar que ya esté configurado como otro tipo de tejido. 

Aparentemente esto provoca una mutación imprevista en Rose. No llega a quedar claro si sus órganos internos se alteran. o si el tejido modificado se convierte en una forma de vida parasitaria unida a ella, que la controla parcialmente. El caso es que cuando Rose despierta tras un mes de coma inducido lo hace con mucha hambre, y no es un hambre normal. 

Su organismo rechaza todo alimento convencional. Ahora necesita alimentarse con sangre humana, que consigue por medio de un punzón retráctil que le brota de su axila izquierda. Esto hace que la forma más sencilla de poner a alguien al alcance de este extraño apéndice, es abrazándole por las buenas o por las malas. Tras agredir a un paciente de la clínica, recobra fuerzas y escapa del edificio. 

El apéndice no solo se clava en su victima y le drena una buena parte de su sangre, sino que también la anestesia y le contagia una variedad mutante de la rabia. Los afectados experimentan insensibilidad al dolor, pérdida de la memoria reciente (con lo que no recuerdan como se han herido) y una confusión general. Pocas horas después se vuelven extremadamente violentos y comienzan a atacar a quienes pillan por delante, tratando de morderlos.  

Rose, ahora condicionada por su nueva necesidad (que se nos presenta como algo similar a una drogadicción, más que como verdadera hambre) se dedica a deambular por los alrededores parasitando a quien encuentra, dejando tras de sí a nuevos individuos rabiosos que pronto comienzan a su vez a atacar a otros. En un momento de lucidez Rose regresa a la clínica dándose cuenta de lo que está haciendo, pero recae y ataca al propio cirujano que la trató y que era también el único con conocimientos suficientes sobre su caso para ayudarla. Este a su vez comienza a esparcir la infección entre los otros médicos. 

Los afectados por la rabia terminan muriendo por la enfermedad, pero la mayoría tienen la ocasión de infectar antes a una o más personas. La epidemia se extiende cada vez más rápido. Los primeros casos tienen lugar en las afueras, pero cuando Rose llega a la ciudad y empieza a alimentarse de gente al azar (algo que necesita hacer un par de veces al día) la situación se descontrola. 

En realidad es básicamente una película de zombis, cambiando los cadáveres reanimados por infectados vivos que actúan como zombis, al igual que ocurre en otras como 28 días después o Planet Terror. La plaga se extiende del mismo modo que en el clásico esquema de propagación zombi: los primeros infectados atacan a la población. Los heridos son llevados a hospitales, donde se transforman en nuevos infectados. Los atacantes originales son detenidos por la policía (hiriendo e infectando a algunos agentes) y llevados a la comisaría. Hospitales y comisarías se convierten así en los primeros puntos clave de la ciudad en caer, y desde donde la plaga se esparce a partir de múltiples focos. 

A mayor densidad de población, mayor velocidad de infección… ya sabéis como va esto. Como zombis, pero vivos, con una fuerza y resistencia incrementadas por el virus. Las vacunas convencionales no funcionan contra esta cepa mutante, y las autoridades no tardan en comenzar a disparar sin ningún miramiento contra los infectados. 

Rose, mientras tanto, sigue a lo suyo. En la ciudad hay muchos hombres solitarios que no dudan en dejarse abrazar por una chica mona que se muestra simpática con ellos. Tiene fases de lucidez en los que parece ser consciente de lo que está provocando, pero la abstinencia de sangre puede con ella. Hay un momento en que llama a Hart, que lleva buscándola desde que se escapó de la clínica. Sabe que se ha convertido en algo peligroso y rechaza reunirse con él porque aún le quiere. Se refugia en casa de una amiga, y es esta la que llama a Hart para decirle donde está sin que Rose lo sepa.

Cuando Hart llega a casa de esa amiga común, Rose ya se está alimentando de ella. Hart intenta hacerle ver lo que está ocurriendo, pero Rose se niega a admitir ser la causa de todo y escapa de él. Para demostrarse a sí misma que ella no es el origen de la plaga, se alimenta de otro hombre más pero se queda junto a él para comprobar si se vuelve rabioso. Cuando esto ocurre el hombre la ataca y la mata. Esto no acaba con la plaga, puesto que ya hay multitud de infectados que la están esparciendo por la ciudad por medio de mordiscos. 

Al día siguiente se nos muestra una ciudad que parece despoblada. Como un símil de los antiguos carros de la plaga de la Peste Negra, los camiones de basura recorren ahora las calles recogiendo cadáveres, y los disparos son una constante música de fondo. El cadáver de Rose es uno más de los que terminan en un camión de la basura, junto con otros cientos de cuerpos anónimos.  

La película es de 1977, pero vista a día de hoy resulta… extrañamente familiar, después de haber pasado por la cuarentena mundial de la COVID-19. Se ordena a la población confinarse en casa y no salir salvo en casos de necesidad. Se dan certificados a aquellos que se vacunan, siendo estos necesarios para acceder a determinados lugares. Guardias fuertemente armados patrullan las calles cada vez más solitarias, junto con personal con mochilas de fumigación llenas de líquido antiséptico para eliminar el virus. Cuando Hart se entera de donde está Rose y conduce su coche por las calles para ir en su busca, un infectado se lanza sobre su capó. Un soldado que había por allí mata a tiros al infectado, y los limpiadores retiran el cadáver y rocían el capó y el parabrisas de Hart con antivirus. Luego le hacen señas para que continúe circulando, sin más ceremonia. Es la nueva normalidad, y la gente se acostumbra a ella, viéndolo como parte de su día a día hasta que el virus sea erradicado.  

Hay escenas de ataques de infectados, y de soldados tiroteándolos, pero no es una película de acción. Tampoco es exactamente de terror aunque tiene elementos de ambos géneros. Es mas bien una película de tristeza, por llamarla de algún modo. La portadora inicial de la enfermedad, la paciente cero, es una victima más, que se niega a reconocerlo hasta que es demasiado tarde incluso para ella. Su huida de la clínica es en realidad una huida de sí misma, un intento de escapar de aquello en lo que sabe que se ha convertido, a su pesar. El ritmo es lento y la situación se presenta como algo progresivo y a duras penas refrenable. Algo que se ve venir con tiempo pero a lo que no habrá más remedio que acostumbrarse y aceptar, y cuanto antes mejor. La sociedad como tal nunca llega a desmoronarse, pero todas las medidas tomadas se muestran poco efectivas, hasta que se opta por las más radicales. 

Curiosamente, la película tuvo un remake (que no he visto) en 2019. Justo el año antes del confinamiento por COVID.

Y aunque no es el tema principal, tambien encontrarás unos cuantos zombis más pulsando aquí

Rabid. 1977. David Cronemberg (guion y dirección) Marylin Chambers (actriz principal) Frank Moore (actor principal). Canadian Film Development Corporation. Editada en DVD en 2003 por Manga Films. 

2 comentarios:

  1. Yo he visto el remake, ni punto de comparación, Cronemberg es mucho Cronemberg (aunque haga truños como “Crímenes del futuro”) y el remake de Rabia no está a la altura de la original. Igual me equivoco por que la vi hace años pero el final lo recordaba diferente, con la protagonista deambulando entre cubos de basura y le disparaban los soldados…pero seguro que es confusión mia.

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    1. En esencia recuerdas bien el final, pero los soldados no la matan. Se la encuentran ya tirada junto a unos cubos de basura, levemente agitada por espasmos. En el tiempo que tardan entre que la ven y llegan hasta ella termina de morir. Cuando la recogen es ya un cadáver, y la echan al camión con los demás. No le disparan, pero durante esa escena se oyen disparos a lo lejos, seguramente por eso recordabas la escena así.

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