EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Saludos, amigos cinéfagos!
¿Recordáis aquella ocasión en la que un ladrón le disparó cuatro tiros a bocajarro a Chuck Norris? Pues según los últimos informes médicos a los que hemos tenido acceso, las balas siguen en estado crítico 😅
Y eso nos recuerda que hoy tito Chuck cumple ochenta y cuatro años, así que vamos a reseñar otra de sus películas. Una en la que se enfrenta nada menos que a Drácula, a Saruman, y a un lord sith, todo junto en una misma persona. Exacto, en esta película, Norris medirá sus fuerzas nada menos que con Cristopher Lee.
El título original es An Eye for an Eye (Ojo por ojo). El protagonista es un policía de narcóticos llamado Sean Kane, interpretado por Chuck Norris a nivel 1. En una de las fases finales de una operación especialmente importante todo sale mal y su compañero es tiroteado, embestido por un coche, y envuelto en llamas hasta morir. También le ladra un perro. Mientras tanto, el tipejo al que debían detener escapa y el único de sus hombres que podría haberle delatado termina defenestrado (literalmente). Ante tal monumental fracaso de su departamento, el capitán Stevens le hecha la culpa de todo a Sean, y este toma la decisión de dimitir y dedicarse a otra cosa.
Tras el entierro de su compañero, la novia de este (Linda, una reportera de televisión) inicia una investigación por su cuenta. Una noche Linda llama por teléfono a Sean diciéndole haber obtenido pruebas determinantes para el caso, pero que no se fía de la policía y quiere entregárselas a él. No tiene tiempo para explicar nada más, porque la están siguiendo. Sean sale inmediatamente hacia la casa de Linda, pero cuando llega ella es ya un cadáver, embutida como un fardo en un armario, con el cuello roto.
Esto convierte el asunto en algo personal también para James Chan, el tío de Linda y antiguo maestro de artes marciales de Sean. Ambos unirán sus fuerzas para buscar por su cuenta a los culpables, viendo que la policía parece incapaz de hacer nada al respecto. Además de la franca hostilidad del capitán Stevens hacia Sean y cualquiera que meta las narices en el caso, una docena de sicarios de las triadas trata de acabar con ellos, y las pruebas que decía tener Linda no aparecen por ningún lado.
La única persona que parece dispuesta a ayudarles es Heather, una buena amiga y compañera de trabajo de Linda que además vivía en el mismo edificio que ésta. Heather había prestado algo de ropa a Linda. Cuando la policía desprecinta el apartamento y le permite recuperar sus cosas de la escena del crimen, se lleva también un par de zapatos en el que Linda escondió la llave de una taquilla. Heather no se da cuenta de esto hasta más tarde, y comprueba entonces que la llave corresponde a una taquilla de una estación de metro, que es donde Linda escondió las pruebas que decía tener.
Esto impulsa al verdadero villano a actuar a cara descubierta. El líder de los narcos es el sr. Morgan (Cristopher Lee) el director de la cadena de televisión para la que trabajaban Linda y Heather. Los sicarios de Morgan raptan a Heather para quitarle las pruebas y se la llevan junto con las pruebas a su aislada mansión.
Sean y Chan se presentan allí para rescatarla, justo cuando los SWATS se disponían a hacer una de esas operaciones de asalto quirúrgico extremadamente limpias, precisas y aburridas en la que todos los sospechosos son detenidos sin que llegue a efectuarse un solo tiro. Afortunadamente para el espectador, la intervención de Sean y Chan obliga a los asaltantes a actuar precipitadamente, con lo que terminamos con unas cuantas docenas de narcos, otros tantos SWATS, y un par de expertos en artes marciales dejando a su paso un reguero de cadáveres y una mansión más llena de agujeros que un gruyere.
Y como por muy malvado que sea el personaje de Lee no sería un rival creíble para Norris en un enfrentamiento final cuerpo a cuerpo, el sr. Morgan cuenta con un guardaespaldas de consideración al que llaman El Profesor; un enorme asesino interpretado por Toru Tanaka, uno de esos secundarios de las películas y series de acción de los 80 y 90 que siempre hacía de matón silencioso.
No es de lo mejor de Norris, ni tampoco de lo peor. Tiene algunos momentos que me parecieron graciosos, como uno en el que Sean se cuela en un barco de los traficantes, tratando de no ser visto. Andando por un pasillo se choca de bruces con uno de ellos, que se apresura a pedirle perdón y seguir a lo suyo, sin fijarse siquiera en quien es. U otro en el que Chang, ya dentro de la mansión de Morgan, pasa junto a una mesa en la que hay varias bandejas con alimentos y se detiene a comprobar lo que contiene una de ellas, que estaba cubierta. Además, uno de los malos se apellida Montoya, lo que nos permite, en un par de ocasiones, agitar furiosamente un puño hacia la pantalla al tiempo que exclamamos “¡Montoyaaa!”, que siempre queda bien.
Puedes aprender más sobre Chuck Norris pulsando aquí.
An Eye for an Eye. 1981. James Bruner, William Gray (guion). Steve Carver (director). Chuck Norris [Carlos Ray Norris], Mako Iwamatsu, Toru Tanaka (actores principales). Maggie Cooper, Rosalind Chao (actrices principales). Editada en DVD por Llamentol S. L.
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