EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
El día de hoy nos planteaba un problema de agenda. Por un lado tenemos que el viernes anterior al equinoccio de primavera es el Dia mundial del sueño, en el que se pretende concienciar a la gente sobre la enorme importancia que tiene el dormir bien en la salud tanto física como mental. Este año ese día se corresponde con… hoy, el quince de marzo.
Por otro lado, el quince de marzo es también el cumpleaños del Gran Ibáñez (¡que nunca desluzca su calva!). Aún tenemos por comentar muchos de sus tebeos, y también todas las películas de Pesadilla en Elm Street, que serían adecuadas para el Dia del sueño… afortunadamente, y por extraño que parezca, hay en nuestra colección un artículo con el que podemos tocar ambos temas a la vez.
¡Pesadiiiillaaa! (escrito así, alargando las “a” y las “i”, aunque en la portada venga simplemente como “¡Pesadilla!” es un tebeo de 1994 publicado en primer lugar de forma incompleta por entregas, y luego como recopilación en formato Olé.
Comenzamos viendo como una versión ibañezca de Freddy Krueger toma forma física en un pantano y se dirige a la ciudad. Sus primeros intentos de meterle miedo al personal no son muy exitosos, por lo que se dirige hacia la menor concentración de neuronas por metro cuadrado que hay en las inmediaciones: la sede de la T.I.A. Y ya no lo veremos más en el mundo real, todas sus siguientes apariciones tendrán lugar en los sueños de los personajes.
Mortadelo y Filemón tienen un encuentro con la criatura cuando, como es habitual en ellos, se duermen en el trabajo. Al despertar se dan cuenta que han estado interactuando en sueños con el mundo real, y que creyendo estar luchando con el monstruo han estado apalizando a alguien de la oficina.
El Superintendente les explica entonces que todo es consecuencia de otro de los experimentos de profesor Bacterio, una máquina que debía emitir ondas para generar un sueño plácido y profundo pero que en lugar de eso ha materializado a la energía vital de… esperad, mejor os lo explica él mismo.
El nombre de Freddy, al igual que su aspecto, es ibañizado a Freddyrico (Mezclando los nombres de Freddy y Federico) Krugidoff (mezclando Krueger y crujido. En España, “Crujir” a alguien es argot para indicar que le vas a dar una paliza).
Bien, sinceramente, he visto explicaciones menos consistentes que esta en películas serias.
A lo largo del tebeo iremos viendo los sueños de los diferentes personajes, en los que Freddyrico tratará de acabar con ellos, sin excesivo éxito. En un sueño compartido entre Ofelia, Mortadelo y Filemón, el segundo se sueña a sí mismo como monstruo de Frankenstein y el tercero como vampiro. Este sueño tiene lugar en uno de esos típicos castillos encantados que suelen aparecer en los tebeos del autor y es especialmente interesante por como termina. Cuando los personajes despiertan, todos de golpe, vemos que Ofelia está ocupando el puesto de Freddyrico en lugar del que le correspondería a ella en el sueño.
Eso significa que… ¿Ha estado acechándose a sí misma, soñándose como Freddyrico, al igual que Mortadelo y Filemón se estaban soñando a sí mismos como monstruos en lugar de como víctimas? En las películas, comics y novelas de Pesadilla en Elm Street hemos llegado a ver situaciones bastante surrealistas, pero esta se lleva la palma.
Además, en esta ocasión los agentes no tienen una misión a cumplir. En ningún momento se les presenta un invento o un método planeado con el que derrotar a su adversario, y como en la mayoría de las películas de Freddy, se limitan a tratar de mantenerse despiertos y sobrevivir a los sueños. En el último sueño compartido, que tiene lugar en un cementerio, Mortadelo logra darle un patatús a Freddyrico mostrándole su propia cara en un espejo, y luego lo entierran a gran profundidad, con lo que aparentemente acaban con él. Como en ocasiones anteriores, durante el sueño han estado interactuando con el mundo real, en plan sonámbulos, y han sepultado bajo unos escombros al director general de la T.I.A.
Y lo más raro de todo es que no acabamos con la típica persecución, sino con todos los implicados degradados, pero ilesos, sin vendajes en la cabeza ni brazos en cabestrillo. Ni picando piedra en prisión. Ni escondiéndose en el último confín del mundo mientras alguien los busca con un lanzallamas o una bomba gigante, como solemos verlos al final de sus aventuras ¿Estarán soñando todavía?
Como curiosidad, hay un momento en el que Filemón se cruza en la calle (pero también como parte de un sueño) con alguien muy parecido a Clodoveo, otro de los personajes de Ibáñez. Incluso los colores de la ropa son los mismos con los que se nos muestra Clodoveo habitualmente en su propia serie. Pero al contrario de otras ocasiones en que personajes de estas dos series coinciden, ahora no parecen reconocerse (y Clodoveo no fuma, que yo recuerde), así que no tengo claro si se supone que es él o la extrema similitud es mera casualidad.
Podéis repasar otro tebeo de Ibáñez pulsando aquí.
¡Pesadilla! 1994. Guion y dibujo de Francisco Ibáñez Talavera. Ediciones B / Grupo Z.
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