RAPE ZOMBIE 2. El éxtasis de los muertos vivientes

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              ¡¡¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!!!                                                                                                                                                                   

 Presentado por... Pecky.

¡Saludos, amigos cinéfagos!

El año pasado reseñamos la primera película de esta saga, que terminaba con una ciudad (en su momento no se nos dijo, pero era Tokio) siendo engullida en su mayor parte por la explosión de un misil nuclear táctico coreano. Nuestros medidores de radiación indican que ésta ya ha descendido lo suficiente como para que sea mínimamente seguro reseñar la segunda película.

Y lo primero que vale la pena aclarar, es que más que una segunda película, es el primer ova o capítulo de una miniserie de cuatro. Rape Zombies 1 sí se filmó como una película autoconclusiva, pero las cuatro que la siguieron, de una hora o menos de duración, se continuaban directamente dejando la trama abierta de una a otra. Y en España solo llegaron a distribuirse los dos primeros de estos cuatro capítulos, así que avisamos desde ya que casi con toda seguridad no llegaremos a reseñar el tercero y el cuarto… quizá para bien

La historia sigue a lo establecido por Rape Zombies 1, ampliando el trasfondo de esta en algunos casos y contradiciéndolo en otros. Lo primero que vemos es un matrimonio joven formado por Shinji y Maki. Están en Tokio, en uno de los edificios que apenas quedaron afectados por la explosión. Él parece inmune al virus zombi que ha convertido a casi todos los hombres del planeta en zombis violadores. En la película anterior se nos dijo que los únicos hombres que no resultaron afectados era los que tenían niveles de testosterona extremadamente bajos, pero por lo que se nos dice en esta hay también un reducidísimo número de hombres con niveles de testosterona normales que son inmunes al virus de forma natural, y Shinji es al parecer uno de ellos.

El vivir junto a Shinji y haber tapiado las ventanas de su casa no garantiza la seguridad de Maki. Los otakus (aficionados al manga y anime) de la ciudad, que están entre los que no fueron afectados debido a su baja testosterona, han creado una sociedad llamada El Imperio Akiba. Se ven a sí mismos como los elegidos para limpiar el mundo de "la plaga de las mujeres reales", en la creencia de que cuando todas mueran serán mágicamente sustituidas por chicas como las que aparecen en los mangas hentai, físicamente perfectas, sumisas, aniñadas y carentes de personalidad. 

Para acelerar este proceso en lo posible (porque las mujeres reales, adultas y con personalidad propia les resultan demasiado intimidantes como para acercarse a ellas) están ayudando a los zombis. Puesto que estos zombis únicamente están interesados en violar mujeres y no atacan a los hombres ni crean otros zombis, a los otakus les basta con formar rebaños de zombis y llevarlos con correas o simplemente a empujones hasta donde sospechan que puedan haber mujeres escondidas, peinando sistemáticamente las ruinas.

Uno de estos zombis irrumpe en la casa de Shinji y Maki. Tras acabar con él, sabiéndose descubiertos por los otakus, ambos abandonan su hogar y vagan por las ruinas calcinadas en busca de otro refugio.

Desgraciadamente se topan con una patrulla de otakus. Huyendo de ellos y sus zombis llegan sin saberlo hasta el territorio de lo que los otakus llaman "las amazonas", las mujeres soldado que vimos en la primera película y que aparentemente eran destruidas al final, pero ahora parecen haberse salvado. 

Las soldados hacen huir a los otakus y se llevan a su campamento a la parejita. Al principio las mujeres del campamento se asustan al ver a Shinji, pensando que como no está infectado debe ser un otaku… hasta que se dan cuenta que no puede ser un otaku porque "no da asco" 😅. En occidente esto puede parecer raro, pero tal es la imagen que tienen de los aficionados al manga en el mismo país de origen del manga. 

En el campamento, unas científicas están llevando a cabo experimentos con uno de los zombis, un cadáver tan putrefacto que se está deshaciendo en pedazos pero aún vive. Lo han operado para que sea capaz de hablar y lo están interrogando, en un intento de hallar un modo de negociar con los zombis. Es una escena que parece parodiar al famoso interrogatorio de la zombi parlante de El retorno de los muertos vivientes. En este caso el zombi resulta ser muy charlatán y sorprendentemente locuaz, y les suelta un largo alegato en el que parece dar a entender que el origen del virus de los zombis violadores es psicosomático, nacido de toda la represión social y legal sufrida por los hombres en comparación con la extrema tolerancia que se tiene hacia los actos vandálicos o violentos de las mujeres. 

La palabras del zombi charlatán perturban de tal modo a las científicas que interrumpen precipitadamente el experimento. Shinji y Maki son aislados entonces del resto de las refugiadas porque la científico jefe tiene la intención de llevar a cabo algún experimento con Shinji. También se nos muestra que en el campamento está Nozomi, la enfermera superviviente de la primera película, que está perdidamente enamorada (o quizá solo obsesionada) con Momoko, la madre del misterioso bebé de luz. 

Paralelamente a todo esto, un avión del ejército norteamericano sobrevuela la ciudad dejando caer a alguien en paracaídas. No vemos quien lo pilota, pero si oímos su voz en una transmisión de radio y es una voz masculina, lo que nos confirma que quedan algunos hombres normales vivos y libres del virus, aparte de los otakus y Shinji. El paracaidista parece ser una militar norteamericana, pero (aparte de ser claramente una actriz asiática con una peluca rubia) resulta ser un robot de combate llamado T101-089. Se la ha enviado a Tokio a buscar el origen del virus, que al parecer tuvo su epicentro allí, extendiéndose luego a todo el mundo. 

Una de las patrullas de otakus la encuentra, y azuza a los zombis contra ella. Cuando ven que estos no son capaces de someterla, ellos mismos la atacan con armas de fuego y katanas. La robot elimina rápidamente a los zombis y también a los otakus mediante un repertorio de armas incorporadas que incluyen rayos láser, lanzallamas, electrocución y los peores efectos especiales vistos en mucho tiempo, malos hasta para los bajísimos estándares de estas películas. 

Tras acabar con el grupo se encuentra con otro hombre aparentemente inmune al virus, el tertuliano del parche en el ojo que apareció en la primera película y que ahora vaga entre las ruinas tratando de sobrevivir. El hombre se ofrece a ayudar a T101 como guía local, aunque parece más interesado en obtener información que en aportarla.

Por la conversación que mantienen nos enteramos que en el transcurso de unos pocos días la población de la Tierra ha quedado reducida a noventa y siete millones de mujeres y tres millones de hombres. El tuerto lleva a T101 a su refugio, un edificio desde donde pueden ver las luces de otro, adornado y engalanado con grandes pancartas que lo identifican como la sede del Imperio de Akiba. 

Akiba o Akibahara es el barrio de tiendas de manga, anime, videojuegos y electrónica de Tokio, y por ello los otakus han rebautizado Tokio como Imperio de Akiba. Mientras observan el lugar, el tuerto y T101 mantienen otra larga conversación en la que el primero le explica a la robot el origen histórico del hentai y la forma en la que este ha influido en la cultura japonesa. Responsabiliza al hentai de haber llegado a crear una generación de jóvenes que prefieren vivir recluidos un mundo de fantasía. Un mundo donde todos sus deseos se ven satisfechos sin necesidad de enfrentarse al muchas veces difícil y decepcionante mundo real, con sus también muchas veces difíciles y decepcionantes relaciones afectivas y sexuales reales.

Vemos también escenas del interior de la base del Imperio de Akiba, donde Momoko es adorada como una diosa a pesar de encontrarse en una especie de trance. Los otakus reposicionan su cuerpo inerte para sacarle fotos sin parar y se refieren a ella como La Reina Momoko. Su bebé de luz permanece a su lado en una cuna mientras uno de los otakus lo vigila. Los otakus tienen una asamblea y toman la decisión de ir a atacar en masa el campamento de las militares para acabar con todas las odiadas "mujeres reales" allí refugiadas… y aquí termina la película.

Estas dos tramas, la de Shinji y Maki con las militares por un lado y la de T101 y el tuerto espiando a los otakus por el otro, se van alternando continuamente. En realidad las he explicado así en lugar de salteadas para que quedaran más claras, pero se supone que ambas son hechos simultáneos. 

Aunque el metraje está lleno de escenas de destape o de sexo metidas con calzador, llama la atención que casi todo son diálogos. Generalmente los diálogos entre personajes son lo más barato de filmar, y en muchas películas se añaden simplemente para abaratar costes. Aquí, en cambio, la impresión que da es que realmente querían darle un trasfondo con un cierto grado de complejidad y que no fuera simplemente una colección de secuencias de sexo, gore y comedia, todos ellas de una calidad más que discutible.

La historia continua en Rape Zombie 3: Apocalipsis final. Puedes darle un vistazo pulsando aquí o ver más reseñas de películas de zombis en general pulsando aquí. 

Reipu Zombi, Lust of the Dead 2. 2013. Naoyuki Tomomatsu, Yuko Momochi (guion) Naoyuki Tomomatsu (director) Rina Aikawa, Yui Aikawa, Kazuyoshi Akishima, Asami Sugiura (actrices principales) Norman England (actor principal). Editada en DVD en 2013 por Redfilm.