LA COLECCIÓN DE FIERAS
¡Hola raros!
Teníamos pensado mostrar una a una estas figuritas como un extra, un añadido a la entrada de cada día, pero a veces las cosas no salen como las planeas. Hoy no hemos podido preparar nada más extenso, así que publicamos solo la entrada correspondiente a la figurita.
En el segundo compartimento del calendario de adviento jurásico encontramos un operario humano vestido con un mono de trabajo y un casco. ¡Ya tenemos algo con lo que alimentar al dimetrodón que obtuvimos ayer!
Los humanos y los dinosaurios nunca coexistieron debido a la enorme diferencia temporal entre la presencia de unos y otros sobre la Tierra. Los dinosaurios pulularon durante la era Mesozoica, que se divide en tres periodos, el Triásico (hace entre los doscientos cincuenta y los doscientos millones de años, así milloncito de años arriba o abajo), el Jurásico (entre los doscientos y los ciento cuarenta y cinco millones de años), y el Cretácico (que vendría a ser entre los ciento cuarenta y cinco y los sesenta y seis millones de años atrás).
Por otro lado, los ancestros prehumanos surgieron mucho después de la extinción de los dinosaurios, hace solo unos seis o siete millones de años, los humanos (en su más amplia expresión) hace unos dos millones, y en concreto la variedad homo sapiens hace apenas trescientos mil años, una nadería.
Esos lapsos nos dejan un margen de unos sesenta millones de años entre la extinción de los dinosaurios y la aparición de los primeros homínidos. Aparte de permitir a la gente fantasear sobre los reptilianos y cosas así, implica que nunca hubo una oportunidad para que los humanos y los dinosaurios coexistieran.
Espera ¿he dicho nunca? Puesto que fuera del campo de las matemáticas puras cualquiera que diga que algo es imposible se arriesga a mentir sin pretenderlo, dejémoslo en que es realmente muy improbable que humanos y dinosaurios llegaran a verse las caras.
Y sin embargo las posibilidades de que eso hubiese ocurrido son tan fascinantes que el cine y la literatura se lanzaron a explorarlas prácticamente desde el principio. Concretamente, desde que en 1824 William Buckland presentó una serie de huesos que había hallado excavando a la Sociedad Geológica de Londres, y se aceptó de forma oficial que se trataba de restos de animales extintos millones de años atrás de los que hasta ese momento no se tenía noticia. Gracias por descubrir los dinosaurios, sr. Buckland. La vida sería mucho más aburrida sin ellos.
Puede que jamás se vuelvan a hacer películas de esas en las que dinosaurios y trogloditas se enfrentaban en un entorno prehistórico, pero siempre habrá una excusa para seguir incluyéndolos en las historias de ficción, ya sea un planeta alienígena, una región del mundo totalmente aislada del resto... o un lugar llamado Jurassic Park en el que a alguien le da por jugar con la genética.
Respecto a la figurita... perdón por la foto. Debido a su tamaño ha habido que sacar la foto de muy cerca porque haciéndola de lejos y ampliándola no nos quedaba bien. Los rasgos faciales no se distinguen, pero os aseguro que están ahí. Mide 3 cm de altura y es una sola pieza de goma blanda.
Puedes ver la figura del día 3 pulsando aquí.
Incluido en el Jurassic Park 30th Anniversary Advent Calendar. 2023. Mattel.
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