LA COLECCIÓN DE FIERAS
¡Hola raros!
Tras la sexta solapa del calendario de adviento jurásico, nos encontramos con el animal prehistórico preferido de los punks, el tupandactilus. No era un dinosaurio, puesto que no existieron dinosaurios voladores, pero sí fue un reptil volador que convivió con los dinosaurios, como los más famosos pterodáctilos a los que tanto se parece.
La característica más llamativa de los tupandactilus es su cresta craneal, que les da un aspecto un tanto malote. Vivieron hace unos ciento doce millones de años más o menos. Habitaban una zona que a grandes rasgos abarca lo que actualmente es Brasil. Debido a esto su nombre está formado por “Tupa” una palabra tupiguaraní (uno de los idiomas hablados en Brasil) que hace referencia a un dios creador del universo, y “dactylus” una palabra del latín (el idioma que suele emplearse para la terminología científica) que significa dedo.
Tupandactylus, por tanto, podría traducirse como “El dedo de dios”. Muy adecuado para una majestuosa criatura voladora que luce una cresta en forma de uña. Esta cresta pudo tener varias funciones, entre ellas, la de hacer de timón frontal para dotarlos de una mayor maniobrabilidad.
Su envergadura (la distancia medida de la punta de una ala extendida a la otra) era de unos cuatro metros. Pese a su tamaño se estima que no debía pesar más de veinte kilos, debido a sus huesos huecos para aligerar peso de cara al vuelo.
La figura mide 7 cm de envergadura y casi 4 cm de largo.
Puedes ver la figura del día 7 pulsando aquí.
Incluido en el Jurassic Park 30th Anniversary Advent Calendar. 2023. Mattel.
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