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martes, 25 de noviembre de 2025

PRESENT (n.º 28) Los huevos

                                                                           Presentado por...Zag.

 

¡Extra! ¡Extra! ¡Una gallina ha puesto huevos! ¡Si cree que esto no es una noticia que justifique una edición vespertina, espere a conocer la historia completa!

Los huevos. Aota es un chico de primaria problemático que acaba de llegar nuevo a la escuela a mitad de un curso. Tiene una mirada torva, una larga cicatriz en la frente, y siempre está saltándose clases, llegando tarde o peleando con todo el mundo a la más mínima que le digan. Sus compañeros tienen hacia él una mezcla de miedo y desprecio.

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Un día uno de los chavales lleva al aula una caja de cartón en la que hay una gallina joven. Se la compraron en una feria siendo un pollito, pensando que no viviría mucho, pero ha crecido hasta convertirse en una gallina y sus padres ya no la quieren en casa. El niño la ha llevado al colegio para dejarla allí, y sus compañeros acuerdan cuidarla y alimentarla entre todos. Le ponen de nombre Kokko. 

El primer día Kokko es la novedad y todos quieren ser los primeros en cuidar de ella. La pobre gallina se ve en un lugar extraño y rodeada de niños que intentan tocarla e insisten en que coma el pienso de la palma de sus manos en lugar de ponérselo en un cuenco, y reacciona dándoles picotazos. Pronto todos se aburren de ella y en unos pocos días ya nadie le presta atención, dando por sentado que algún otro la alimentará.

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Es entonces cuando Aota empieza a cuidar de Kokko. Nos enteramos de que perdió a sus padres y su hermana en un accidente de avión, y su traslado al nuevo colegio a mitad de curso fue porque tuvo que cambiar de ciudad para vivir con sus tíos. El que todos se hayan olvidado de Kokko le recuerda a su propia soledad, y la gallina se convierte en la primera amistad que hace en el colegio. Kokko pone entonces tres huevos, y Aota interpreta esto como un regalo de la gallina para él, como agradecimiento por ser el único que se acuerda de cuidarla.

Aota se hace cargo de los huevos pensando que de cada uno de ellos va a surgir un pollito, tres nuevas vidas que le han sido confiadas para sustituir a las tres que perdió con la muerte de sus padres y hermana. Cuando sus compañeros descubren esto se burlan de él, porque la gallina nunca ha estado con un gallo y, por tanto, no son huevos fertilizados. Le insisten en que nada va a surgir de ellos, pero Aota se niega a creerlo. Está convencido de que hay algo creciendo dentro de los huevos y es su deber protegerlos. 

Se marcha a llorar junto a Kokko y es ahí donde le encuentran un par de chicos de secundaria, mucho mayores que él, que por mera diversión empiezan a darle patadas. Aota ni tan solo se defiende porque está agazapado sobre los tres huevos de Kokko para evitar que los rompan.

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Kurumi, que había seguido a Aota para animarlo, corre a avisar al resto de la clase. Ya la habíamos visto antes, mezclada entre los alumnos sin que nadie se extrañase por su presencia. No se deja claro en ningún momento, pero es como si esta historia fuese anterior al día en que ella se perdió entre realidades y fuese todavía una niña normal, una alumna más de esa clase. Aunque ninguno salvo ella misma parece sentir aprecio por Aota, Kurumi logra convencer a todos de que vayan a ayudarle al recordarles que es el único que sigue preocupándose por Kokko. Los chicos y chicas de clase corren entonces juntos como un enjambre y prácticamente arrollan a los dos chavales mayores para defender a Aota. 

Sin embargo, los huevos de Kokko se han agrietado y todos suponen que simplemente se van a romper. Y sí, se rompen, pero porque de cada uno de ellos surge un pollito. Es a todas luces imposible, pero cada uno de esos huevos sin fertilizar ha producido una pequeña vida. Este suceso cambia el carácter de Aota y su comportamiento hacia sus compañeros, y viceversa. Y vemos a Kurumi alejarse corriendo, y sus pies parecen no llegar a tocar el suelo.

No queda claro en qué estado se encuentra Kurumi en esta historia. A lo largo de ella, justo hasta el mismo final, parece una niña normal a la que todos ven y reconocen como una compañera de su clase. La imagen del final en la que se aleja en plan “mi trabajo aquí ya está hecho” mientras aparentemente sus pies flotan a escasos centímetros del suelo sugiere que es la Kurumi sobrenatural que hemos estado viendo hasta ese momento. Y en este caso, la aparición de pollitos dentro de huevos sin fertilizar podría justificarse como una intervención mágica de Kurumi. Puede interpretarse también como que esa capacidad de alterar la realidad ya estaba en Kurumi desde el inicio a un nivel muy bajo, quizá instintivo, sin que ella misma fuera consciente. Y que fue el suceso que nos contaron en El regalo de cumpleaños lo que la despertó y provocó su transición a una entidad sobrenatural. No hay modo de saber lo que le pasaba a la autora por la cabeza en ese momento.

Es una historia confusa por el final, pero que me ha gustado por el personaje de Aota. La forma en que ve esos tres huevos que pone la gallina como un regalo hacia él, como vidas que le han sido confiadas para sustituir o compensar a las que ha perdido, me parece un detalle profundamente hermoso y humano. En el fondo él debe saber que eso no es cierto, pero lo cree porque es lo que necesita creer en ese momento, y se aferra a ello. Pienso que cualquiera que haya perdido a un ser muy querido termina sintiendo algo parecido antes o después.

Puedes ver las otras historias de Present desde la primera pulsando aquí.

Present. 1993-1998. Kanako Inuki. Publicado en 2006 por Mangaline Ediciones S.L.

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