EL ORÁCULO DE LAS VISIONES
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
“Erase una vez, hace mucho tiempo... Es
posible que en sueños hayáis visto el lugar, pues la historia tremenda que os
voy a contar, ocurrió cuando el mundo era antiguo. Seguro que os habéis
preguntado…las fiestas ¿de dónde salieron?”.
Pesadilla antes de Navidad es una película
que trata sobre las que quizá sean las dos fiestas más internacionales, las que
mas personas celebran en todo el mundo, dejando de lado religiones o creencias: Halloween y Navidad.
Todas las religiones antiguas se han
formado a partir de otras anteriores o han tomado prestadas partes de otras diferentes. Hoy en día no tiene mucho sentido ceñir una fiesta a
una sola creencia. La Navidad cristiana se celebra el 25 de diciembre únicamente
porque se hizo coincidir expresamente con la celebración pagana del Equinoccio
de Invierno, y de este modo facilitar la transición de los paganos conversos de una religión a otra.
La versión actual y americanizada de Halloween tiene su origen en varias celebraciones europeas, de culturas tan diferentes como los celtas iberos y los druidas ingleses. El origen más probable de los famosos Carnavales son las fiestas de transformación sumerias. El Dia de los Inocentes, en el que se tolera que las personas se gasten bromas pesadas unos a otros, comenzó siendo una conmemoración de la matanza de bebés ordenada por Herodes....
Podríamos seguir, pero creo que la idea ya está clara: que las fiestas actuales son el resultado de unir los ritos o costumbres que iban desapareciendo, olvidándose o tergiversándose, a las nuevas creencias que surgían y desplazaban a las anteriores.
Y eso nos lleva a que (en nuestra opinión, al menos) no hace falta ser cristiano para celebrar la Navidad, ni creer en
los fantasmas para disfrazarse de uno en Halloween. Los ritos perduran, solo
cambia el nombre que les ponemos y la presentación que les damos.
Y así como pueblos y comunidades tienen ritos propios, también las familias y personas tienen los suyos. Uno de los ritos propios de El Planeta del Espacio es
ver una película de Viernes 13 cada viernes 13 (¡el año que viene nos tocan dos!). Y otro es ver una vez al año esta película. En algún momento indeterminado, pero siempre en ese plazo que va desde una vez pasado Halloween, hasta antes de la Navidad. Una tontería. Una costumbre. Un ritual. Como se
quiera ver.
Es de lo que trata esta historia, sobre rituales.
Llamémoslos fiestas, si por costumbre preferís ese otro nombre. Trata sobre
como el origen de las fiestas se pierde en el tiempo, de como éstas se encuentran, se
mezclan y mejoran. Sobre como el espíritu de una fiesta (no su nombre, ni
su teoría, sino su esencia, su intención) puede llegar a ser
entendida y apreciada también por aquellos ajenos a ella.
Pesadilla antes de Navidad nos presenta varios
planos de realidad, entre los cuales está Ciudad de Halloween. Es como un pequeño
mundo en el que la fiesta de Halloween lo es todo. Sus habitantes son un extravagante
conjunto de monstruos que dedican todos los días del año a preparar el
siguiente Halloween, una ocupación en la que basan obsesivamente toda su existencia.
El más notable habitante de este mundo es Jack, un esqueleto al que la monotonía
de celebrar siempre la misma fiesta, comienza a pesarle.
Sumido en sus reflexiones y andando sin
rumbo, Jack llega hasta el claro de un bosque en el que encuentra una serie de
portales a otros mundos. Uno de ellos, en el que termina cayendo como Alicia a
la madriguera del conejo, es el mundo de Ciudad de Navidad. Fascinado por lo
que encuentra allí, tan diferente a su propio mundo, decide emularlo. Pero
pierde el rumbo. En lugar de integrarse en la fiesta, intenta analizarla, adueñarse
de ella, reescribirla, sin comprender que eso es lo de menos. Que la teoría
de la fiesta es algo secundario, porque, a fin de cuentas, es una excusa para
reunir a la gente y darles un objetivo común que les una. En su intento de “entender y mejorar”
la Navidad, está a punto de destruirla: secuestra Santa Claus, le suplanta, y termina por provocar un
desastre.
Además de Jack hay muchos otros personajes interesantes,
comenzando por Zero, el fantasma de un perrito que acompaña a Jack. El tema del perro que después de muerto sigue eternamente fiel a su dueño es
recurrente en Tim Burton, que anteriormente a esta película ya había filmado un
cortometraje titulado Frankenweenie, sobre un niño que fabrica un “frankenperro” para devolver a la
vida a su mascota muerta. Incidiría de nuevo en esta hermosa idea en La Novia
Cadáver, con el perrito esqueleto Sobras.
Tenemos a Sally, una triste muñeca de trapo
rellena de hojas secas y vestida con retales, enamorada de Jack, pero incapaz
de confesárselo. Hay una escena en la que Sally está pensando en Jack y se lanza
desde una ventana, como si pretendiera suicidarse. La imagen pica hacia ella, mostrándola destrozada en el suelo… pero al punto recoge sus propios pedazos y se los vuelve a coser
con paciencia para ir al encuentro de Jack. En la película esta es la forma en
la que ella escapa de la torre en la que se encontraba encerrada por su creador, pero pensad en la
otra posible interpretación de esta escena.
Tenemos al alcalde de la ciudad, uno de
esos muñecos con rostro reversible, que tiene una de las mejores frases de la
película “¡Solo soy un simple funcionario electo! ¡No puedo tomar decisiones
por mi mismo!” la cual grita mientras su falso rostro doble gira cambiando según le convenga mostrar uno u otro a la población.
Tenemos a Boogeyman (El hombre del
saco), el malo de la historia, que es talmente un saco cosido con una forma
vagamente humanoide, lleno de insectos y gusanos vivos, ludópata hasta el punto
de hacerse trampas a si mismo cuando juega solo, y que es malvado únicamente porque disfruta siéndolo.
Tenemos a los tres niños que forman la
banda de Boogeyman, unos gamberrillos que (cosa curiosa) son monstruitos que van
disfrazados como niños humanos disfrazados a su vez de monstruos de Halloween. Son ellos los que nos ofrecen la que
quizá sea la canción más sorprendente y divertida de la película, en la que aparece también una bañera andante que recuerda a la cama con pies del cuento clásico Juan sin Miedo.
Y por supuesto, está el propio Santa Claus, al
que en la versión en castellano los monstruos llaman por error Santa Clavos, o Sandy Claws (Garras Arenosas) en el original.
El carácter de todos los personajes secundarios se ha cuidado tanto que hasta los que aparecen solo en unas pocas escenas están perfectamente
definidos. La animación, por medio de la complicadísima
técnica casi perdida de la stopmotion, es una maravilla. Incluso el agua que cae
de la fuente y los líquidos que se vierten de las botellas están hechos con
stopmotion.
He vuelto a ver la película hace unas horas, y mientras escribo
esto estoy pensando que tendré que esperar otro año para volverla a ver.
Naturalmente que podría hacerlo antes, podría verla cada día si me apeteciera.
Pero también podría disfrazarme de monstruo cada noche y solo lo hago en
Halloween. Tradición. Ritual. Tontería. Fiesta. Como quiera verlo cada uno.
Después de tanto spoiler que he soltado,
no creo que pase nada por uno más. Hacia el final de la historia, Santa Claus sobrevuela
con su trineo Ciudad de Halloween haciendo que nieve como regalo de despedida,
y les grita a los monstruos “¡Feliz Halloween!” a lo que Jack responde gritando a su vez “¡Feliz Navidad!” y creo que esto resume toda la película. Diferentes
fiestas, hijas de diferentes creencias, mezcla a su vez de religiones, paganismo, brujería,
tradiciones perdidas y pueblos desaparecidos, pero iguales en su esencia: una excusa
para hacer algo diferente, divertirse un rato, y reunirse con la gente para
celebrar algo en una fecha concreta, porque de no especificar una, la reunión se ira posponiendo indefinidamente. De lo que se trata es de reencontrarse y pasar un buen
rato juntos. El que se celebre, que se regale o que se coma, en realidad, no es tan importante.
Otra película de animación con monstruos pulsando aquí.
Nigthmare before Cristhmas. 1993. Henry
Selick (director) Tim Burton (guionista) Danny Elfman (música). Touchstone
Pictures & Disney Pictures.
Pesadilla antes de Navidad que gran película. Para mi lo mejor de Burton. No quiero ser mal pensado pero encuentro demasiadas similitudes con el libro “Papa Puerco” aunque me extrañaría que el gran maestro Pratchett tuviese necesidad de plagiar.
ResponderEliminarSi, el caso de "Papá Puerco" me intriga a mi también. No lo he leído, pero se de que trata y las similitudes con "Pesadilla..." son demasiadas. Además es solo tres años posterior al estreno de esta película, así que hasta como plagio seria muy descarado y evidente. Creo que simplemente quiso desarrollar una idea similar.
EliminarYo recuerdo haber visto siendo muy pequeño (puede que haga 35 años de eso) una película de dibujos (que ya entonces me pareció antigua) que trataba sobre lo mismo, alguien que intentaba suplantar a Santa Claus porque creía que podía hacerlo mejor que él. Y para no tener que pasar todos los años llevando juguetes nuevos a los niños, repartía los juguetes encerrados en bloques cuadrados de plástico irrompible, para que siempre estuvieran nuevos. Naturalmente, los niños no podían jugar con ellos y la Navidad era un fracaso hasta que Santa Claus tomaba las riendas de nuevo.
Quien sabe, puede que tanto Tim Burton como el maestro Pratchett vieran esa misma película y la tuvieran rondando muchos años por la mente antes de hacer "Pesadilla..." y "Papá Puerco".