MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

miércoles, 30 de octubre de 2019

BÁRBARO de Warcraft

LA COLECCIÓN DE FIERAS
Presentado por… Bem.

¡Hola raros!

Esta es la cuarta figura de la colección Warcraft (sin relación con el juego World of Warcraft). Es el único humano de la colección, y parece representar a un bárbaro de una tribu en extremo primitiva o aislada. Es muy poco reposicionable ya que solo tiene tres puntos de articulación: cintura y ambos brazos. Las piernas están fijas y la cabeza forma parte del manto de pieles que le cubre los hombros. Este manto se le puede retirar, descabezándolo en el proceso.

El vestuario está bastante detallado: la hombrera derecha es el cráneo de un gran carnívoro, y la izquierda su garra. El faldón esta compuesto por varios tipos de tejidos anudados. De su cinturón cuelgan amuletos y cadenitas, y a la espalda, un par de pequeños compartimentos semejantes a faltriqueras de cuero. 
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Su postura y la forma en la que tiene los cabellos, que parecen ondear por una fuerte viento, así como la cabeza baja, hundida entre los hombros, le dan un aspecto brutal y estoico, como el de un cavernícola avanzando en medio de una tormenta de nieve.
Va armado con una maza con pinchos de hueso que sostiene en su zurda. En esta mano tiene también, como parte de la figura, un guante de piel con una pequeña garra animal a modo de nudillera, El nivel de esculpido es bastante bueno, habiéndose tomado incluso la molestia de esculpirle las uñas de los pies, cuyos dedos asoman de las sandalias.
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El rostro y el pintado en general, en cambio, está poco logrado, lo que le convierte en la figura mas "fea" de la colección. El gran cráneo del hombro no se distingue a simple vista debido a que está pintado del mismo color que el pelaje, y en muchos otros casos el pintado oculta detalles en lugar de resaltarlos.
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Puedes ver otra figura de esta colección pulsando aquí.
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Sin nombre oficial. Warcraft. Zong Jie Toys. Presentado en miniexpositor. Tres puntos de articulación. 2008.

martes, 29 de octubre de 2019

JACK - O´- LANTERN

EL GRAN BAZAR
Presentado por… Luctus
¡Saludos, coleccionistas calabaceros! 
Halloween está cada vez más cerca, y es un buen momento para asegurarnos de tener a mano nuestro Jack-o´-lantern, estos clásicos farolillos de calabaza que son uno de los elementos más tradicionales y reconocibles de estas fechas. ¿Pero de donde salieron los Jack-o´-lantern? ¿Cuál es el origen de estos objetos? Vamos a echarles un vistazo mas de cerca a estas sonrientes calabazas.
Halloween es una fiesta proveniente de la mezcla de tradiciones celtas y cristianas, dos religiones originadas en el Viejo Mundo. Curiosamente, en la actualidad, esta fiesta es más popular en América que en Europa, hasta el punto que mucha gente está convencida que es de origen americano, y ve mal que se celebre en los países europeos que es donde tiene sus raíces, considerándola una tradición "intrusa" o importada.   

El Jack-o´-lantern que aparece en estas fotos es de corcho. Se vende generalmente en los bazares, aunque en estas fechas hasta los supermercados y los centros comerciales le hacen un hueco en sus estantes. Normalmente vienen con una bombilla alimentada por una pequeña pila de unas pocas horas de duración. Pero no es difícil sustituir estos elementos por una velita, cuidando que no sea lo bastante alta como para que la llama o la columna de calor de ésta dañen la calabaza.

El nombre de estas calabazas viene por una leyenda irlandesa según la cual un anciano llamado Jack logró engañar varias veces al Demonio, que venía a llevárselo al Infierno. En la última y más humillante de esas ocasiones, Jack obligó al Demonio a prometerle que él nunca entraría en el Infierno. Cuando Jack murió no fue aceptado en el Cielo porque no había sido precisamente un santo varón en vida, pero como él mismo se había asegurado de no ir jamás al Infierno, su espíritu se quedó vagando eternamente, usando un nabo ahuecado con unas brasas dentro como linterna. De ahí que se le llamara “Jack of the lantern” (Jack el de la linterna) nombre que terminó por deformarse hasta Jack-o´-lantern. Y sí… eran nabos en su origen, pero en algún momento alguien descubrió que una calabaza se tallaba mejor. Sin embargo, seguía siendo tan solo una fruta ahuecada, usada como lamparita.
Esta tradición de la lampara de nabo (se que suena un poco mal, pero no hay otra forma de decirlo) se mezcló con otra de naturaleza más siniestra, la que tenían los celtas de la Península Ibérica: los celtíberos. Consistía en coleccionar las cabezas cortadas de sus enemigos, descarnarlas hasta dejar el cráneo pelado, y colocar una pequeña vela en su interior, adornando con ellas determinadas fiestas sagradas. Es por esto que cuando se cambiaron los nabos por calabazas, se adoptó también la costumbre de tallarles un rostro, ya que la forma de la calabaza recordaba a una cabeza cercenada.

Así que ya sabéis: ya sea para solidarizaros con ese viejo Jack, que a pesar de haberle ganado al Demonio en su propio juego de engaños no fue admitido en el Cielo, o para conmemorar las victorias obtenidas sobre vuestros enemigos a lo largo del año, no olvidéis encender vuestras calabazas en Halloween.

domingo, 27 de octubre de 2019

TÍTERES GUERREROS SICILIANOS

LA COLECCIÓN DE FIERAS
Presentado por… Bem.

¡Hola raros! 

Estos cinco títeres se unieron a nuestra tripulación en Catania (Sicilia) en 2015, aprovechando una parada en puerto de tres días que hicimos para repostar. 

De izquierda a derecha tenemos al héroe Orlando, su amigo/rival Rinaldo, la dama guerrera Angélica (por cuyo amor compiten ambos), el Emperador Carlomagno (al cual sirven los tres anteriores) y un soldado anónimo del ejército sarraceno, al que los cuatro caballeros citados se enfrentaban. 

No voy a comentar nada sobre ellos porque la revista virtual Figuras en Acción ya me publicó hace algunos años un breve artículo en el que hablaba de forma general de este tipo de figuras, y cualquier cosa que pusiera aquí sería básicamente una repetición de aquel artículo. Y así, además, me ahorro el tiempo de describirlos, porque Halloween se nos echa encima y todavía nos quedan muchas calabazas por preparar ^_^
Si queréis darle un vistazo al artículo en cuestión (y al resto de la revista, que no tiene desperdicio), podéis entrar en este teleportador y pulsar el botón. ¡Las coordenadas ya están preprogramadas!

sábado, 26 de octubre de 2019

LA BOLSA O LA VIDA

ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS
Presentado por… Wormy & Leechy.
¡Saludos, vertebrados! 

El Supervisor General nos ha informado que a los vertebrados también os gustan los juegos de mesa de los 80, así que hemos decidido mostraros uno por el que sentimos un especial aprecio. Se trata de La Bolsa o la Vida.
El objetivo del juego es el mismo que el de la vida real... ¡Evitar que un puñado de cabrones un grupo de facinerosos nos roben impunemente! Tendremos que atravesar un profundo bosque llevando con nosotros una buena cantidad de monedas repartidas en nuestros bolsillos, para depositarlas a salvo en el banco. También contamos con un par de pistolones de chispa, por si acaso, ya que el bosque está infestado de ladrones que intentarán apoderarse del fruto de nuestro trabajo. Es un clásico juego de viajar desde un extremo del tablero al otro, pero no basta con llegar el primero.

Para ganar será necesario ingresar en el banco un determinado total de oro, que se acordará por anticipado entre los jugadores. También se acordará la cantidad inicial con la que los jugadores comienzan la partida, por ejemplo, comenzar cada viaje con 700 monedas y totalizar 2000. Estas cantidades se pueden ir variando según el tiempo del que dispongamos para jugar o lo complicado que lo queramos hacer. 
A lo largo del camino probablemente perderemos muchas de las monedas iniciales, si no todas. Puede ocurrir por tanto que un jugador llegue el primero al banco, pero lo haga con los bolsillos casi vacíos y otro que llegue posteriormente lo haga con más monedas.

Si cuando todos los jugadores ingresen el oro que han logrado conservar en el banco, ninguno de ellos alcanza el total que se acordó al inicio, se juega otra ronda: todos regresan a sus casas, reciben la cantidad inicial acordada (los beneficios obtenidos tras otra dura temporada de trabajo) y vuelven a recorrer el camino. Y si con una segunda vuelta no es suficiente, se juega una tercera, y las que hagan falta. ¡Nada hay más importante que asegurar tu futuro! 
La partida termina por tanto cuando alguno logra llegar hasta el banco y, añadiendo lo que lleve encima a lo previamente ahorrado, totalice la cantidad acordada de antemano.
Los jugadores comienzan eligiendo una de las seis casas que se emplean como puntos de partida. Hay desde grandes mansiones a granjas con sus correspondientes equinos, bovinos, gallináceos y porcinos, y humildes casitas de campo, para que cada jugador escoja el entorno en el que se siente más cómodo. Tras determinar el total a ahorrar y la cantidad de oro con la que cargan cada vez, decidirán también si juegan con armas, lo que hace el juego un poco más fácil. De jugar con armas, cada uno recibirá una o dos cartas de pistola, que dejará en su lado de la mesa, junto a las fichas de monedas.

Determinado el orden de turnos, cada jugador lanzará un solo dado para avanzar lenta y precavidamente por el bosque. Muchas de las casillas en las que podemos caer muestran individuos patibularios y de mala catadura, que nos robarán. De tener la mala suerte de encontrarnos con ellos, nos robarán la cantidad indicada en la propia casilla (que pueden ser 50 o 100 monedas), con lo que deberemos devolver parte de nuestras fichas de monedas al montón común.  Si en lugar de una cantidad fija la casilla muestra una moneda cortada en dos, nos robarán la mitad de lo que llevemos, y si muestra una bolsa de monedas tachada con un aspa, se lo llevarán todo.

Podemos tratar de evitar esto con las pistolas, disparando una o dos de ellas y lanzando un dado por cada una. Con al menos un resultado de 4 o más, ponemos en fuga al rufián (no, matarlo no, que es un juego para niños) con lo que salvamos el oro que pretendía robarnos. También, por cada pistola disparada, daremos la vuelta a una de las cartas de armas mostrando la cara sin pintar, para indicar que está descargada y por tanto temporalmente inservible.

Otros peligros a los que nos enfrentamos pueden ser:

Un oso: en lugar de robarnos, la aparición del animal nos obligará a huir retrocediendo diez casillas. De nuevo podemos disparar nuestras armas para intentar asustar al oso y evitar desandar tanto trecho.

El pesado del pueblo: que nos retendrá indefinidamente dándonos la brasa hasta que obtengamos un uno con el dado (no moviéndonos de su casilla si obtenemos otro resultado) o hasta que otro desafortunado jugador caiga en su casilla, en cuyo caso se pondrá a hablar con él y nos podremos escabullir discretamente. Y no. Se lo que estáis pensando, y la respuesta es no. No todo se puede resolver a tiros.

Precipicio: dos casillas en las que podemos caer por un precipicio, solo para despertarnos tres turnos después con un enorme chichón y una pistola definitivamente inservible, con lo que debemos deshacernos de una de las tarjetas de arma.

Descanso: hay un par de casillas en la que se ven banquitos de madera (uno de ellos junto a una cervecería) en las que, de caer en ellos, nos sentaremos a descansar perdiendo uno o dos turnos, lo que indique la casilla. La parte buena de esto es que si teníamos armas descargadas aprovechamos esta pausa de uno o dos turnos para recargar una o dos de las pistolas.

Mercado: finalmente, ya casi a las puertas del banco, podemos vernos tentados por dos puestos de comida y gastarnos parte del dinero que nos quede (si nos queda) permitiéndonos un capricho después de nuestro arriesgado y agotador viaje a través del bosque. El efecto es el mismo que de caer en una casilla de ladrones, con la salvedad que como se trata de un gasto voluntario, tampoco podemos emplear las armas en este caso para librarnos de pagar.
No todas las casillas son malas. Hay unas pocas en las que somos nosotros los que robamos una sustanciosa cantidad a alguno de estos ladrones al que sorprendemos echando una siesta entre unos arbustos, o recogemos las monedas que alguien ha perdido, con lo que con suerte podemos llegar hasta el banco con más dinero del que salimos de casa. Podemos encontrarnos una bicicleta y avanzar diez casillas de golpe, o caer exactamente en alguna de las casillas de atajo. En tal caso, en nuestro siguiente turno podremos elegir antes de tirar el dado para mover si seguimos el atajo o el camino principal. Los atajos son o bien mucho mas cortos, pero más peligrosos, o bien presentan alguna posibilidad de obtener una gran cantidad de monedas, pero también el riesgo de perder una cantidad equivalente o aún mayor.

Una vez lleguemos al banco e ingresemos el dinero que traigamos con nosotros, esperaremos a los otros jugadores sentados en unos banquitos de madera numerados. El orden en el que lleguemos y nos sentemos en estos bancos determinarán el orden en el que jugaremos la siguiente ronda, en el caso que nadie llegue a reunir el total acordado. A todas las monedas que llevemos encima e ingresemos en el banco les daremos la vuelta mostrando el lado sin pintar, para que no se nos mezclen con las monedas que recibamos en la siguiente ronda. 
También puede llevarse la cuenta en un papel de lo ingresado por cada uno si son muchos los jugadores o muy altas las cantidades de efectivo con las que cargan, para que las monedas no escaseen. El dinero que ya tengamos en el banco está seguro y no nos lo pueden robar (los ladrones del bosque no, al menos).
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A nivel estético, el tablero nos parece muy bonito, está ilustrado con mucho detalle y sentido del humor, y hay animales ocultos por todas partes… incluyendo algunos desconcertantes, como un unicornio y un elefante. Los personajes que se ven en las cartas de las armas, en cambio, parecen aguerridos hobbits renacentistas con pistolas más que esforzados campesinos. Y los colores elegidos para las monedas son también extraños. Pudiendo pintarlas todas como doradas, plateadas y cobrizas, el que sean azules, verdes o rojas hace pensar más en fichas de casino que en monedas antiguas. 
Para terminar, echad otro vistazo a la portada y fijaos en la foto del recuadro superior, porque hoy en día no se podría poner a la venta algo así. Lo que hasta no hace tanto era la bucólica imagen de una familia unida divirtiéndose juntos de forma totalmente inocente, hoy en día podría acarrear una oleada de criticas y odio mediático contra el juego solo porque uno de los adultos tiene sobre la mesa una cerveza a la vista de los niños. 

Por cierto… ¿no encontráis un parecido más que sospechoso entre el padre de esta imagen y el ladrón que se oculta tras los arbustos en la ilustración?
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La bolsa o la vida. 1985. Un juego de Otto Maier Verlag para entre 2 y 6 jugadores de 7 a 12 años. Ravensburg/Educa.

viernes, 25 de octubre de 2019

SERKET, LA DIOSA-ESCORPIÓN

EL GRAN BAZAR
Presentado por… Luctus.
¡Saludos coleccionistas! 

Esta antiquísima estatuilla de oro macizo de tropecientos quilates la obtuve de una pirámide maldita llena de trampas, de la que a duras penas logré escapar con vida, tras pelear con una docena de momias y… y… Bueno, es posible que simplemente la comprara en un zoco de Luxor por un puñado de euros... ¡pero también esa es una historia interesante!
La estatuilla (de pesada piedra basáltica negra pintada de oro) representa a la diosa Serket (nombrada también Selkit en ocasiones). Lamento la calidad de la foto, pero el reflejo del barniz dorado me ha obligado a usar una serie de filtros para oscurecerla y que se puedan apreciar los detalles del rostro.
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Esta diosa tenía forma una de humana joven que en lugar de una diadema o corona lucía un escorpión vivo sobre la cabeza. También podía adoptar la forma de escorpión gigante con torso humano. Serket era una diosa de la medicina, la fertilidad, y el calor solar.  Regía sobre los escorpiones, y entre sus cometidos estaba el proteger los vasos canopes de Kebshenuf, mandando escorpiones a matar a cualquiera que robara o dañara uno de estos, en los que se guardaban los intestinos del difunto. 
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La compré en un mercadillo cercano al Valle de los Reyes, en Egipto. El vendedor tenia varias estatuillas como esta, algunas en piedra negra pulida y otras cubiertas de pintura dorada. Las doradas tenían desperfectos, pequeñas roturas por aquí o por allá, supuse que resultado de algún fallo de pulso a la hora de tallarlas. 

Al verme interesado por las estropeadas, me dijo inmediatamente (en la habitual mezcolanza de francés, español e italiano que emplean allí para comunicarse con todos los extranjeros de aspecto latino) que esas eran más caras por ser representaciones más fieles de una estatua antigua encontrada en una tumba, en la que se habían reflejado los mismos rotos y desgastes por el paso del tiempo que tenía la original. 
Cuando le hice notar que de las cuatro o cinco Serket doradas que tenía cada una mostraba unos “desgastes” diferentes, admitió que su hijo había dejado caer unas cuantas, que las había pintado de dorado para que llamaran más la atención, y que en realidad las vendía más baratas que las otras. Esto me hizo tanta gracia (la tenacidad del vendedor, quiero decir, cambiando su versión de un segundo al siguiente con tal de vender algo) que le compré varias cosas, entre ellas, una de las Serket doradas y rotas, que a fin de cuentas, solo tiene unos pequeños pelados en la cabeza. Y ya cuando volvía al barco… 

Un momento… ¿Qué ha sido ese ruido? ¿No habéis escuchado nada? ¿Cómo una puerta abriéndose violentamente? Yo juraría que… ¡Cielos, mirad allí! ¡Las momias! ¡Han venido a recuperar la estatuilla! ¡Corred insensatos! ¡Corred!

jueves, 24 de octubre de 2019

GALLOPOGUS, EL CENTAURO-DEMONIO de The Wizard´s Magic

LA COLECCIÓN DE FIERAS
Presentado por… Bem.
¡Hola raros! 

Ya sean los clásicos seres de la mitología griega o los horrores genéticos fabricados con cadáveres en Relatos del Microverso, los centauros son unas criaturas fantásticas a los que siempre se ha representado como  feroces guerreros. Una práctica combinación que aúna las mejores partes y características de las tropas de caballería: la velocidad y resistencia de la montura con la inteligencia y capacidad de manipulación de armas del jinete.
Actualmente, en la industria del juguete, Made in China es sinónimo de productos baratos, de mala calidad, y con demasiada frecuencia, de imitaciones descaradas de otros más famosos. Pero en todo hay categorías y en todo hay excepciones. 

Chap Mei es una de estas compañías jugueteras chinas, pero sus productos suelen estar por encima de la media de sus camaradas. Los juguetes de Chap Mei no están recluidos en los bazares, sino que se ven con frecuencia en centros comerciales como El Corte Inglés, compartiendo estantes con las grandes marcas europeas y americanas. Viniendo de un país donde la industria del juguete parece haberse centrado en la imitación de las marcas americanas, sorprende ver que las propias figuras de Chap Mei han sido imitadas por otras marcas chinas. 
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Una de las cosas en las que esta compañía destaca sobre las otras, es que se toma la molestia de dar nombre propio a las figuras, y en algunos casos, incluso un trasfondo general a cada colección. The Wizard´s Magic, es una pequeña colección de solo seis figuras de ambientación medieval fantástica, formada por  dos brujos y cuatro monstruos. Uno de los monstruos es Gallopogus, que aparece bajo tal nombre en algunos blísteres o simplemente como Demon-centaur en otros, dado que Chap Mei suele reaprovechar sus figuras de una colección para otras similares. Podemos suponer que Gallopogus es el nombre propio de un miembro de la raza de los centauros-demonio.
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La figura en si nos muestra a un centauro de piel intensamente roja en su parte humanoide y negra en la parte equina. Mide unos 10 cm de alto y 9 cm de largo, tiene un solo punto de articulación (la cintura) y es zurdo. Lo tengo en dos variaciones cromáticas, pero solo cambian pequeños detalles que probablemente obedezcan más a una falta de precisión en las directivas del pintado que a una verdadera intención de hacer variaciones. En el de la izquierda podemos ver que la cara aparece pintada como si fuera una máscara metálica en lugar de su rostro, y también el arnés, las muñequeras, el casco, la silla y las pezuñas tienen diferencias de pintado respecto al de la derecha.
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Gallopogus. The Wizard´s Magic. Chap Mei. Varias presentaciones. Un punto de articulación. 2001.

miércoles, 23 de octubre de 2019

NARRACIONES EXTRAORDINARIAS (primera selección)

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.

La Narraciones Extraordinarias es el nombre que se da de forma general a las recopilaciones de las historias cortas de Edgard Allan Poe. Las sucesivas ediciones  han reunido diferentes relatos bajo varios títulos. Cuentos de lo grotesco y lo arabesco fue el título de la primera de estas recopilaciones, pero actualmente casi todas recurren al más popular Narraciones (o Historias) extraordinarias.
La enfermedad y la miseria fueron los únicos compañeros inseparables de Poe a lo largo de su vida, desde el momento en que perdió a sus padres, arruinados y enfermos de tisis, teniendo solo dos años. Esto queda reflejado en sus relatos, muchos de los cuales tienen lugar en épocas de letales epidemias, o nos hablan de vidas truncadas por dolencias fulminantes, más que por asesinos, guerras, monstruos, o desastres de cualquier otro tipo.

Las historias incluidas en este libro, que combina algunas de las más conocidas con otras habitualmente olvidadas, son las siguientes.

Berenice: una a la par emotiva y horripilante historia de amor entre Egaeus y su prima Berenice. Él es un hombre débil y enfermizo, lo cual contrasta mucho con la alegría y lozanía de ella. A pesar que la propia vida parece amar a Berenice y despreciar a su primo, una repentina enfermedad se abate como una mortaja sobre ella y la lleva a la tumba en cuestión de días. 

Esta es una situación muy similar a la que vivió Poe, casado con una prima suya que murió de tuberculosis con veinticinco años. 

Sumido en una terrible depresión, Egaeus se obsesiona hasta la locura con la muerte de Berenice y de forma totalmente inconsciente, actuando como un sonámbulo, desentierra su ataúd y lleva a cabo un horrible acto sobre ella. En su estado de enajenación no se percata que su prima había sido enterrada prematuramente, que ella estaba en realidad viva, presa de una parálisis cataléptica (durante la cual la persona afectada es consciente de todo lo que le ocurre) mientras él llevaba a cabo la profanación final de su "cadáver".

Hop-Frog: Hop-Frog es un enano contrahecho que ejerce de bufón en la corte de un rey borracho y tiránico. El rey es muy dado a burlarse impunemente de sus vasallos, escudado por su posición, y a hacer bromas crueles sin ningún miramiento, siendo el pobre Hop-Frog el blanco más común de ellas. Sin embargo, el resignado bufón está dispuesto a soportar los abusos del rey y su séquito de ministros lameculos lisonjeros. 

Lo está… hasta que su única verdadera amiga, una mujer también enana, es golpeada por el rey en uno de sus ataques de ebria ira. En ese momento todo cambia, y aprovechando una fiesta de disfraces y el gusto del rey y sus ministros por las bromas pesadas, prepara una muy especial para ellos. Una broma que será la mayor, la más impresionante, y también la última de sus vidas.

El barril de amontillado: una historia de venganza similar a la anterior en el fondo, que no en las formas. Un hombre que durante años tuvo que soportar las burlas y humillaciones de otro de mejor posición social, planea el modo de librarse de él atacándolo en sus dos puntos más débiles: su desmedido ego y su afición al buen vino. 

Aprovechando que lo encuentra ya ebrio por las calles durante la celebración de un carnaval, lo invita a su casa y de allí a la bodega. Esta comunica y se solapa con una antigua cripta, y los estantes de botellas y las pilas de barricas se alternan con los muros de huesos y montones de cráneos. En algún lugar, al fondo de la cripta, se supone que hay un barril de excelente vino amontillado del que van a beber, pero a uno de ellos el trago le resultará mucho más amargo de lo esperado.

La máscara de la Muerte Roja: ante la amenaza de la Muerte Roja, una enfermedad tan letal como la Peste Negra, el príncipe Prospero llena a rebosar su castillo de viandas, músicos, diversiones e invitados de la más alta cuna. Mientras los pobres perecen de forma horrible al otro lado de los muros, sin ningún tipo de ayuda por parte de su gobernante, Prospero y sus amigos pasan los días entre banquetes y orgias a cada cual más desenfrenada. 

En uno de los bailes de disfraces que se organizan, Prospero ve de pronto entre la enmascarada multitud a alguien que se ha disfrazado de cadáver, con el cuerpo envuelto en una mortaja ensangrentada y una máscara roja que imita un rostro convulsionado por la horrenda enfermedad que todos quieren olvidar. Pero no se trata de uno de sus invitados. La Muerte Roja en persona, atraída por la concentración de vida, de alegría, y el jolgorio de la fiesta, ha acudido a unirse a esta, y trae su regalo para todos los presentes. 

Puedes ver un comentario sobre la película de 1964 de este relato pulsando aquí.

Sombra: una historia extremadamente breve, incluso para los estándares de Poe. Siete amigos reunidos en un palacio que no pertenece a ninguno de ellos, beben vino mientras debaten sobre la existencia. Ha habido una epidemia de peste en la región, y aunque al parecer ya se la da por terminada, muertos o huidos todos sus habitantes el palacio permanece sin reclamar. 

A los siete los acompaña un octavo, un cadáver amortajado que fue abandonado allí, y parece poner oídos a las conversaciones y cantos de los amigos, que habituados ya a la muerte que por todas partes les rodea, beben indolentemente el vino encontrado en la casa sin dar mayor importancia a su cadavérico anfitrión. 

Otro personaje más se presentará para unirse a la informal reunión: SOMBRA, un espíritu que aparentemente es la fusión de los miles y miles de almas de los muertos en la plaga.

El Rey Peste: una rareza dentro de la obra de Poe. Una historia que, sin abandonar su estilo angustioso, tiene un carácter decididamente cómico. Legs (piernas) y Tarpaulin (lona embreada) son dos marineros recién desembarcados que están gastando su paga emborrachándose en las diferentes tabernas del puerto. Agotadas sus monedas, pero no su sed, siguen bebiendo hasta que se les reclama que paguen la última botella que se les ha servido, y entonces les toca salir corriendo. 

Perseguidos por una furiosa tabernera, no atinan más que a meterse en los únicos barrios donde saben que no los van a perseguir, los que han quedado despoblados por la ultima epidemia de peste: una ciudad fantasma dentro de la propia ciudad. Buscando alguna taberna todavía no saqueada en la que seguir bebiendo, oyen conversación y risas dentro de una funeraria y entran en ella. Allí se encuentran con seis extravagantes personajes, que a todas luces son cadáveres vivientes de personas infectadas por la peste, como avatares de un incipiente reino de enfermedad y muerte. 

Cada uno de ellos es más horrendo que el anterior, pero Legs y Tarpaulin se unen a la mesa en la que estos seres trasiegan grandes cantidades de licores. Durante la extraña conversación que sigue, y debido a lo que los seres consideran una insolencia, condenan a los marineros a ser ahogados en un barril de vino de pésima calidad. En la pelea resultante, contada en todo momento con una perturbadora mezcla de humor, morbo y sátira, los dos marineros borrachos dan una paliza a las criaturas, matando (otra vez) a un par de ellas, dejando en ridículo al resto, y marchándose cargando con las dos únicas y horribles mujeres del grupo. Horribles… pero mujeres después de todo, que dado el estado de extrema borrachera de los marineros, es al parecer lo único que cuenta para ellos. 

Un relato muy extraño, pero en el que veo una intención clara: burlarse de sus propios miedos. Todos los seres queridos de Poe murieron sufriendo terriblemente a causa de enfermedades, y él mismo estaba profundamente alcoholizado. El escribir una historia en la que un par de borrachos dan una soberana paliza a la misma Peste Negra (o a seres que la representaban) debió ser de algún modo muy liberador para su atormentado espíritu.

El diablo en el campanario: otra historia cómica de Poe. Nos describe una apacible aldea suiza donde todo el mundo vive tranquilo, sin preocuparse por nada más que por comprobar que las horas que marca el campanario coincidan con las de sus propios relojes. 

Mas que una preocupación, es una obsesión. Los relojes y las coles son la base de la cultura del pueblo, nada hay más sagrado que los relojes precisos y las coles bien crecidas.

Cada día, cerca de cada hora en punto, todo el mundo deja lo que está haciendo para asegurarse que las horas que marcan todos los relojes de su casa coincidan exactamente con las infalibles señales del campanario. Hasta que un día un completo desconocido de aspecto estrafalario llega al pueblo, y antes que nadie sea capaz de adivinar sus intenciones, se encierra en el campanario, con toda la delicada maquinaria del reloj a su merced.

Cuatro bestias en una, el hombre Camaleopardo: es evidente que la persona que realizó esta selección dejó expresamente las tres más extrañas y menos conocidas para el final. Este relato es particularmente difícil de interpretar. 

Aparentemente describe un dialogo entre el propio lector y otra persona que lo guía, que se han trasladado de algún modo (quizá mediante proyección astral) a Siria, varios miles de años antes de Cristo. Allí, en una de sus fastuosas ciudades, los viajeros presencian un multitudinario desfile. Los ciudadanos pasean orgullosamente formando un gigantesco cortejo, acompañados de animales de todo tipo. Muchos de estos animales son criaturas salvajes como osos, leones o tigres, pero que se comportan mansamente, en apariencia totalmente domesticados. 

La procesión deja paso al propio rey Antíoco, que aparece en medio de un gran séquito, pero disfrazado de bestia. Va enfundado en un traje confeccionado con el pelaje de un gran animal, y simulando serlo, para asombro y regocijo de los presentes. El pueblo lo aclama, pero los hasta ese momento dóciles animales enloquecen, como si el intento de un humano de usurpar unas cualidades que no le pertenecen, fuera más de lo que estuvieran dispuestos a soportar. Los ofendidos animales matan a sus cuidadores y se lanzan en masa sobre el rey, para hacerle pagar su insolencia, mientras el lector y su guía, espectadores de excepción de todo el suceso, comentan animadamente lo ocurrido.

Narraciones extraordinarias (Primera selección). Edgard Allan Poe. 2000. Clásicos Ucieza. Ediciones 29.