EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
¡Saludos, amigos cinéfagos!
En el 2007, si no me fallan las cuentas, al periódico español El País
le dio por entregar junto a veinticinco de sus ejemplares unos DVD con algunos
de los reportajes destacados del programa Cuarto Milenio. En su momento
hubo cierta polémica con esto porque mucha gente no veía adecuado que un
“periódico serio” como El País se promocionara con material de la
llamada “cultura popular” que trataba temas oficialmente no probados como los
fantasmas y los OVNIs.
Hubo (y sigue habiendo) presentadores de televisión que minimizaban el
trabajo de Iker Jiménez por los temas que este trataba y decían que no se le
podía considerar un verdadero periodista, pese a que él sí tenía el título de
periodista del que muchas de estas personas que se burlaban de él carecían.
Como suele ocurrir, el tiempo termina poniendo a cada uno en su lugar.
En 2019, al inicio de la pandemia de la COVID (COrona VIrus Disease),
toda la prensa y medios de comunicación oficiales y hasta la propia OMS (Organización Mundial de la Salud) quitaban hierro al asunto. Se llegó a decir a
la población que no se preocupara, que era totalmente imposible que el
coronavirus se propagase más allá de las fronteras de Wuhan, y que, como mucho,
en España tendríamos uno o dos casos aislados.
El País fue uno de los periódicos que se limitaron a repetir esa narrativa
oficial sin molestarse en hacer una investigación propia, mientras que Iker
Jiménez y el equipo de Cuarto Milenio alertaban de la verdadera gravedad
de lo que se nos venía encima y pusieron en alerta a la población. De nuevo,
los medios oficiales y muchos pseudoperiodistas se burlaron de él acusándolo de sensacionalista y desinformador.
Cuando pasó la pandemia, esta había dejado atrás, solo en España, a unos
89.000 muertos, siete millones a nivel mundial por causa directa de la
enfermedad, y otros ocho millones más de gente contagiada que murió por
complicárseles otras enfermedades previas, o muertos por causas “sin
determinar”.
Lo de “sin determinar” se debió a que en el peor momento de la pandemia (durante la primavera de
2020), la saturación de cadáveres fue tan extrema que no había personal
sanitario ni recursos suficientes para realizar autopsias a todos los
fallecidos. Los hospitales estaban desbordados y los servicios funerarios no
daban abasto. En Madrid, hasta la pista de patinaje sobre hielo olímpica del
Palacio del Hielo se utilizó para amontonar los cuerpos y mantenerlos
refrigerados.
Solo quería recordar brevemente esto para tener claro de quién estamos
hablando cuando nombramos a Iker.

El caso es que la gente conservó
estos DVD mucho tiempo después de haber lanzado a la basura el periódico que
los regalaba, y pudimos hacernos con unos cuantos en tiendas de segunda mano.
Lo mejor de ellos es que el DVD incluía fragmentos destacados de los programas
con una duración total de una hora aproximadamente, y venía junto con un
librito en el que se ofrecía información adicional a la que se dio en el
programa, y que por motivos de horarios y programación hubo que dejar fuera de
este.
El primero de estos tándems de DVD y librito trataba los siguientes
temas:
Elvis, el rey del misterio Oficialmente Elvis Presley,
el llamado Rey del rock, falleció en 1977 por abuso de fármacos y sobrepeso.
Pero su popularidad era tanta que mucha gente simplemente no quiso aceptar su
muerte y comenzaron a circular todo tipo de teorías, que tenían más de deseo
que de certeza, sobre que su muerte había sido fingida para huir de su propia y
agobiante fama.
Curiosamente, la desesperada búsqueda de pruebas que sostuvieran estas
teorías terminó dando con muchos puntos oscuros. Se sabe, por ejemplo, que el día siguiente a su muerte una de sus exnovias, Lucy de Barbon, recibió por correo una rosa con una nota que contenía una sola palabra: Lancelot. Este era el apodo que ella le daba a Elvis durante su relación, un detalle que únicamente ellos dos conocían y que Lucy reveló más tarde a la prensa. Poco después un
hombre bajo la identidad de John Burrows (que luego se supo que era falsa)
tomó un vuelo a Caracas. John Burrows era un
seudónimo que Elvis usaba a menudo cuando acudía como espectador a un evento público y no quería figurar con
su nombre real.
También está el hecho de que su familia no se quejó de que su nombre
apareciese mal escrito en su lápida (Elvis Aron Presley en lugar del correcto
Elvis Aaron Presley). Hay que tener en cuenta que en los Estados Unidos fingir
la propia muerte no es ilegal a no ser que se trate de cometer un fraude con el
seguro u obtener la cancelación de alguna deuda o delito con ello. Técnicamente hablando, Elvis podría haber fingido su muerte y eso no
tendría consecuencias legales puesto que no dejó deudas sin pagar y nadie
intentó cobrar su millonaria póliza de defunción.
Otra de las cosas sobre las que se especuló fue sobre su servicio
militar en Alemania como parte de una campaña disuasoria durante la Guerra
Fría. Pese a que ya era un ídolo de masas cuando fue llamado a filas, Elvis no
puso ningún impedimento ni movilizó a sus abogados para tratar de evitar el
servicio militar obligatorio. Cuando volvió, su carácter había cambiado mucho y en principio se
atribuyó a la tensión que vivió allí. Pero también hubo quien dijo que no era
físicamente la misma persona que se fue, sino un sustituto.
Elvis tuvo brevemente un hermano
gemelo, Jesse Presley, que murió poco después de nacer. Al menos oficialmente. Sus padres eran extremadamente pobres, y se rumoreaba que en realidad
habían vendido a uno de sus hijos (a una familia rica que no podía tenerlos) a
cambio de dinero suficiente para mantener al otro hasta que creciera. Ese mismo
rumor afirma que Elvis murió en Alemania en un aparatoso accidente con un jeep
y su gobierno, para evitar la crisis social que esto podría provocar, rastreó a
Jesse y lo obligó a adoptar el papel de Elvis, entrenándole para imitar sus
movimientos y su voz.
Pero lo que no pudo imitar fue su carácter. El Elvis que marchó a Europa había crecido en un barrio de negros, casi todos sus vecinos y amigos de la infancia lo eran, y pese a su fama y riqueza tenía un comportamiento amigable y
humilde con los fans. Al Elvis que volvió de Europa le costaba disimular su desprecio hacia
los negros y era codicioso y altivo. Y sí, esto podrían ser consecuencias de
algún trauma adquirido allí, pero muchos de sus amigos se alejaron de él por
este cambio, afirmando que simplemente no era la misma persona.
Según esta teoría, el verdadero Elvis murió en Europa en 1958, mientras
que el que murió en 1977 era su hermano gemelo Jesse, forzado por el gobierno a
adoptar su papel. Hay incluso quienes combinan estas dos teorías principales,
alegando que la muerte de Jesse en 1977 fue fingida, una salida que le dio el
propio gobierno para escapar de esa farsa una vez ya no era necesario
mantenerla.
La conspiración de Marilyn Monroe. La muerte en 1962 de Norma
Jeane, más conocida por su nombre artístico Marilyn Monroe, también estuvo
rodeada de polémica. Al contrario que en el caso de Elvis, en el que lo que se
duda es si realmente murió, con Marilyn no hay duda al respecto. Se sabe
a ciencia cierta que está muerta, lo que se ha cuestionado es la causa.
Oficialmente se suicidó con una sobredosis de pentobarbital mediante la
ingesta de ocho frascos de barbitúricos. El problema es que la
concentración de este químico en su sangre era altísima, no solo a niveles letales, sino a niveles demasiado letales para ser realista. Si se hubiese producido por la ingesta de frascos de pastillas uno tras
otro, Marilyn habría muerto mucho antes de llegar a vaciar el octavo de ellos.
Tal cantidad de pentobarbital en su sangre solo pudo recibirla mediante una
inyección, o mediante una ingesta forzada en lugar de voluntaria.
Además, el cuerpo presentaba varias contusiones y magulladuras. Oficialmente se las hizo ella misma al perder el sentido y caer al suelo por efecto de las pastillas. Pero igualmente se podrían corresponder con las propias
de un forcejeo, tal cual como si varias personas la hubiesen inmovilizado
mientras otra le inyectaba. Tampoco se encontraron restos de comprimidos en su
estómago, y atendiendo a la concentración de pentobarbital en su sangre, su muerte debió ser tan rápida que de ningún modo el estómago pudo tener tiempo de digerir hasta hacer desaparecer por completo tal cantidad de
fármacos.

Tras su muerte se encontró entre sus pertenencias el diario de tapas
rojas que Marilyn llamaba coquetamente “Mi librito de secretos”. En sus
páginas, escritos por su propia mano, había cosas reveladas por algunos de
sus amantes, como el presidente John Fitzgerald Kennedy y el hermano de este,
Robert. Detalles confidenciales
del programa atómico, los planes de asesinar a Fidel Castro o las conexiones de
Frank Sinatra con la mafia.
Ese diario rojo fue encontrado en su casa, pero cosas como su diario personal
dedicado a su día a día o el contador que registraba los números de teléfono
desde los que había recibido llamadas recientemente fueron confiscados por unos
misteriosos hombres de negro. La pregunta que se hace mucha gente es ¿qué información podía haber en
su diario personal o en su registro de llamadas que justificase su desaparición,
mientras que nadie se molestó en llevarse el libro donde quedó constancia de secretos de estado?
Otras cosas
que también desaparecieron fueron casi todos sus órganos internos. Cuando el doctor Noguchi (el cirujano encargado de su autopsia) los
solicitó para hacer un examen toxicológico más detallado, nadie supo decirle
qué se había hecho de ellos.
Y dejando aparte toda la controversia conspiratoria, hay un detalle que
personalmente me parece lo más horrible de todo este asunto, precisamente por
ser lo único que está totalmente confirmado y que habitualmente se cuente
como algo gracioso o una anécdota ligera. Marilyn, una muchacha de orígenes humildes y vida turbulenta, obligada
siempre por sus papeles e imagen pública a fingir ingenuidad y alegría, y
muerta en extrañas circunstancias, fue sepultada en un nicho del cementerio de
Westwood, en Los Ángeles. El nicho sobre el suyo ha sido subastado varias veces, alcanzando cifras
millonarias. Y los compradores siempre han exigido como última voluntad que,
llegado el momento, se les colocase en ese nicho boca abajo, de forma que
estuviesen (de un modo figurado) tumbados encima del cadáver de Marilyn como si
estuvieran haciéndole el amor. Grotesco, como poco.
La muerte de Lady Di. Si bien Lady Di no era una actriz de Hollywood, sí fue un personaje muy famoso y mediático, y tiene el récord Guinness de ser la persona a la que se han dedicado más portadas de periódicos y revistas. La muerte de Lady Diana de Gales tuvo lugar en
1997 en un accidente de tráfico, apenas un año después de divorciarse del
príncipe de Inglaterra.
Se ha teorizado que el accidente fue provocado por el servicio
secreto británico para evitar que Diana, que mantenía el título de princesa,
tuviese hijos con su nueva pareja, Dodi. Este era un empresario egipcio multimillonario e islamista declarado. De haber tenido hijos con Diana estos habrían formado parte de la casa
real británica y por tanto tendrían posibilidades de acceso al trono.
El padre de Dodi declaró tras este suceso que Diana le había confesado
su intención de convertirse al islam, pero no hay nada que pruebe esto. Otra teoría dice que su muerte fue un montaje orquestado por el servicio
secreto francés para que se les diera por muertos y ella y Dodi pudiesen cambiar de identidad y huir del continuo acoso de los paparazzi.
También se ha culpado a estos de su muerte, ya que la seguían a todos
lados de tal modo que, cuando se produjo el accidente de tráfico en el que
murieron, su coche estaba siendo perseguido por varios vehículos de
fotógrafos. Una moto adelantó su coche y aparentemente cegó al chófer con un
láser para que frenara, provocando el accidente cuando estaban cruzando un túnel.
Meses antes del accidente, Diana entregó una carta a uno de sus
asistentes que este debía entregar al fiscal Burgess si le ocurría algo. En la
carta, Diana afirmaba que el príncipe Carlos intentaría matarla para poder
casarse de nuevo, si bien esto no tiene ningún sentido puesto que por esas fechas
ya estaban divorciados. Se ha dicho incluso que el chófer que conducía el coche donde iban Diana
y su novio iba completamente borracho, lo que de nuevo no tiene mucho sentido
porque ambos eran lo bastante ricos para chasquear los dedos y tener frente a
ellos otro vehículo y otro chófer en cuestión de minutos. Se ha dicho de todo, vaya.
Incluso hubo una mujer que afirmaba hablar con el alma de Diana y estar dispuesta contar la verdad que esta le revelaba... por un precio, claro. Entre información oficial, extraoficial, teorías, pruebas contradictorias, información desaparecida, intereses políticos y simples oportunistas, probablemente nunca se sepa la verdad.
Maldiciones de Hollywood & Cine maldito. Además de los tres reportajes principales, el libro y el DVD hacen
también un repaso más general a otras muertes extrañas o polémicas de actores. No podían dejar sin comentar, por ejemplo, la de Bruce Lee,
probablemente el hombre más en forma del mundo en su época, que murió
supuestamente por una mala reacción que le provocó una aspirina. Y su hijo Brandon Lee, alcanzado por una bala real mientras filmaba una
escena (¡de la que terminó siendo su mejor película!) en la que varios actores
disparaban contra él con balas de fogueo.
Se habla de los trágicos "accidentes" sufridos por varios
intérpretes de las películas y series de Superman. O de las "películas
malditas" como Poltergeist o La profecía, de las que siempre se ha
dicho que acarreaban una larga e inexplicable serie de desgracias a todos los
implicados, no solo actores sino guionistas, directores y hasta cámaras, decoradores del plató o electricistas.
Algunas de estas muertes tienen una explicación bastante sencilla. Entre noventa y ciento cincuenta personas (según las diferentes fuentes) del elenco y equipo de The Conqueror (1956) enfermaron de cáncer en diversos grados más o menos a la vez, y más de cuarenta de ellas murieron. Posteriormente se supo que esto se debió a que se filmó
en uno de los desiertos donde el gobierno estuvo realizando pruebas con armas
atómicas y la arena que pisaban estaba cargada de radiación.
Pero quitando casos como este, quedan muchas películas donde se produjeron
una larga serie de accidentes y desgracias que solo pueden atribuirse a la más
extraordinaria cadena de casualidades… o a una verdadera maldición. Y no sé cuál de las dos explicaciones es más difícil de creer.
Maldiciones de Hollywood. Cuarto Milenio T1. Cuatro/Sogecable S.A. Editado en DVD en 2007 por El Orfanato.