MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

miércoles, 30 de abril de 2025

EL GUERRERO DEL ANTIFAZ (nº 24 y 25) La caída de Olián

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, nobles caballeros y damas.

Cogollos de Guadix es un pequeño y recóndito pueblecito de España en la comarca de Guadix (Granada), comunidad autónoma de Andalucía. Situado entre un rio, un pantano y un barranco que limitan su desarrollo urbano, su población en 2024 no llegaba a los seiscientos cincuenta habitantes. Su difícil ubicación se debe a que al parecer se fundó originalmente como un refugio para mineros, puesto que en la zona había grandes yacimientos de hierro y cobre.

Pese a que entre todos sus habitantes suman menos gente que la que llega a desfilar en las fiestas de moros y cristianos de otras localidades, aquí también se celebra esta fiesta, a un nivel mucho más modesto. Limitados en personal, espacio y presupuesto, la fiesta se ha adaptado al terreno y recursos. En lugar de largas filas de tropas uniformadas y acorazadas, aquí se conmemora la victoria sobre los moros con obras teatrales que incluyen escenificaciones y diálogos, no solo proclamas y lectura de bandos. Esto la hace una de las representaciones más humildes y menos espectaculares de esta fiesta, pero a la vez una de las más originales.

No he encontrado ninguna foto de buena calidad de las representaciones para incluirla aquí, pero si una más o menos clara del trono de La Virgen de la Cabeza, que es paseada por las calles en los moros y cristianos además (o en lugar) de en Semana Santa, quizá por la proximidad de fechas. 

Las fiestas también incluyen una paellada gigante a cielo abierto😋🥘

Y hablando de fechas, coincidiendo con los Moros y Cristianos de Cogollos de Guadix, proseguimos con un par de capítulos más de El Guerrero del Antifaz, a ver si conseguimos deshacernos de una vez de ese pesado de Olián.

El pozo de la muerte (nº 24). En la fortaleza de Olián, Don Luis aprovecha un descuido de los guardias para golpear a un par de ellos y hacerse con una espada. No trata de fugarse, sino que busca el harén de Olián en donde espera encontrar cautiva a Ana María. Pero como quizá recordaréis de números anteriores, esta fortaleza está llena de trampas. 

Una de ellas se abre bajo los pies de Don Luis y le precipita al fondo de un profundo pozo. Durante la caída su cabeza choca contra el muro y queda inconsciente, pero recupera el sentido un segundo después al hundirse en las frías aguas del fondo. Consigue salir a la superficie, más la losa que pivotó bajo sus pies ha vuelto a su lugar. Y de todos modos los muros del foso están demasiado húmedos y resbaladizos para trepar por ellos.

El motivo por el que el foso tiene agua en el fondo es precisamente para evitar que quien caiga en él muera de inmediato al estrellarse contra un suelo de roca. Así su fin será mucho más lento y angustioso, aferrado a un muro por el que no puede trepar mientras el frío del agua le roba las fuerzas. Pero esta vez son sus propios enemigos quienes le salvan. Uno de los soldados moros llamado Muleh ha oído hablar de Don Luis y de sus grandes dotes de luchador, y quiere medirse con él. Un grupo de guardias le sacan del foso y Muleh le desafía a un combate sin armas. En realidad Muleh cuenta con que las fuerzas de Don Luis estén muy mermadas por su cautiverio y su caída al foso, y así es. Pese a los esfuerzos de Don Luis, Muleh le da una paliza, tras la cual es devuelto una celda, poniendo fin así a su intento de fuga.

El Guerrero, Osmín y Fernando ya están muy cerca del peñón de Olián. Son atacados por un pequeño ejército. Esta vez los enemigos son demasiados para plantarles cara, y optan por huir. Se inicia una larga persecución y llega un punto en el que se ven forzados a separarse, el Guerrero por un lado y Osmín y Fernando por otro. Estos dos son reducidos y capturados, y los atan a un par de árboles.

Busqué "listeza" en la RAE a ver si la palabra era correcta o un vulgarismo, y aunque suena rara, ha resultado estar aceptada como "cualidad de ser listo".

Un poco después, un grupo de soldados encuentra el cadáver del Guerrero, y suponiendo que ha sucumbido a la acumulación de heridas recibidas en los combates previos, caen sobre él cosiéndolo a lanzazos para apuntarse ellos el mérito. Regresan junto a los demás y arrojan el cadáver a los pies de sus compañeros. Los soldados se llevan a sus prisioneros y al cadáver del Guerrero a la fortaleza de Olián.

Mientras tanto, Hixem logra abandonar el barranco al que cayó en el número anterior, trepando precariamente por su muro de roca cuando el fuego de los matojos se apaga. Está agotado, herido y hambriento, pero su obsesión por Zoraida lo mantiene en pie. Ali Kan y sus hombres se han llevado a Zoraida al sistema de cuevas que emplean como escondrijo en las montañas. A Zoraida no le han hecho daño de momento, pero está en fondo de una cueva a la espera que Ali Kan se recupere de sus heridas lo suficiente para castigarla él personalmente. 

Uno de los bandidos a los que se ha asignado la tarea de vigilar la entrada de esa cueva es Mozhafi, que ha quedado prendado de la joven y toma la decisión de liberarla antes de que Alí Kan le ponga las manos encima.  

La derrota del reyezuelo (nº 25). Olián ya se ha cansado de dar vueltas infructuosamente por las montañas y regresa su fortaleza. Siguiendo con sus costumbres, abofetea a una de las mujeres de su harén porque esta le dirige la palabra sin permiso. Su atención está puesta en su nueva esclava, Ana María, y no quiere ser molestado por ninguna otra. Sin embargo alguien viene a aguarle la fiesta. Se trata del (en teoría) muerto Guerrero del antifaz, que aparece a las mismas puertas del harén y acaba con los guardias que las protegen. Echa abajo las puertas con un improvisado ariete (una columnita de piedra que sostenía un jarrón) que luego parte al golpear a Omar, el corpulento eunuco que le esperaba tras estas.

La escena no está muy bien resuelta. La reaparición del Guerrero se debe a que, estando fuera de la fortaleza en el numero anterior, tomó las ropas de uno de sus enemigos muertos y vistió a este a su vez con las suyas. El casco, la máscara y el hecho de que ninguno de sus enemigos hubiese visto su cara, hizo que estos, al encontrar su cuerpo tirado en el suelo, pensaran que se trataba del auténtico Guerrero y dejaran de buscarle. El verdadero Guerrero, vestido con las ropas del moro, entro en la fortaleza de Olián uniéndose a la cola de una patrulla que cruzaba las puertas en ese momento, pasando de este modo desapercibido. La aparición milagrosa del Guerrero frente a las puertas del harén tras hacernos creer que había muerto es un buen golpe de efecto, y tendría sentido si todavía estuviese disfrazado, pero lo vemos con su uniforme cristiano habitual y con su antifaz. Esto carece de sentido a no ser que llevara con él una muda de repuesto con la que cambiarse… lo cual también es de por sí un sinsentido.

Pero bueno, dejemos eso y vamos a lo que importa. El Guerrero ataca a Olián dentro de su propio harén, lugar al que los guardias de la fortaleza tienen prohibido entrar so pena de muerte. Olián cuenta únicamente con la ayuda de Omar, el eunuco. Cuando este se recupera del golpe con el que el Guerrero lo derribó, se une al combate. Pesa a ello, ni entre Olián y Omar son capaces de derrotar al Guerrero. Tras varias páginas de combate a lo largo del cual las espadas dan paso a los puños, el Guerrero se deshace primero del eunuco y luego de Olián, al que termina golpeando aun tras derribarlo, en un estallido de furia impropio de él.

Zaida, la esclava de harén a la que Olián abofeteó en el numero anterior, interviene para detener al Guerrero porque, en lo que parece ser un caso de Síndrome de Estocolmo (o de simple masoquismo) está enamorada de su maltratador. La muchacha promete al Guerrero mostrarle una puerta secreta por la que podrán salir del harén evitando la puerta, ahora vigilada por la guardia del peñón. El Guerrero acepta perdonar la vida a Olián, pensando en la seguridad de Ana María. Zaida le muestra la puerta secreta y a continuación corre a la puerta del harén y autoriza a los soldados a entrar para atender al malherido Olián. La puerta secreta lleva directamente a una de las torres. Estas son una sucesión de pequeñas estancias cilíndricas atravesadas de arriba abajo por tramos de escaleras que llevan casi hasta la base de la fortaleza. El Guerrero ya las conoce, y desciende por ellas llevando a Ana María.

Zaida había prometido al Guerrero no delatarle, pero cuando el médico de la fortaleza atiende a Olián, descubre que este ha sufrido daños de los que no se podrá recuperar. Podrían ser daños en la columna o el cuello, esto no se especifica, pero sí parece que Olián va a quedar postrado por mucho tiempo, sino para siempre. Esto hace que Zaida cambie de opinión e indique a los guardias en qué torre se encuentran los fugitivos. El Guerrero se ve obligado a enfrentarse primero con un grupo de guardias que corren a cortarle el paso, y luego contra el fortachón Muleh.

Pese a que vence en todas las ocasiones, esto da tiempo al resto de la guardia a cerrar y vigilar las puertas de la torre. El Guerrero recurre entonces a arrancar uno de los largos tramos de la escalera de mano metálica que une las diferentes plantas de la torre, y emplearla como puente para pasar desde una ventana al borde de uno de los barrancos que circundan el peñón. Gracias a esta estratagema logra salir llevándose a Ana María con él, aunque las tropas de la fortaleza no tardan en salir en su persecución.

Aparte, en este número también vemos como el verdugo Kadul lleva a la prisionera Aixa a presencia de su señor. Y que Fernando y Osmín, que están siendo llevados hacia el peñón, dudan cada vez más de que el cadáver que los soldados transportan con ellos sea el del Guerrero. Aprovechando que ha logrado soltarse parcialmente de sus ligaduras y que están cruzando sobre un puente de un caudaloso río, Fernando aprovecha la oportunidad y salta a las aguas logrando de este modo dar esquinazo a los guardias. Tras un fútil intento de perseguirle estos continúan camino al peñón llevándose únicamente con ellos a Olián y el cadáver del falso Guerrero.

Habiendo despachado a Olián como una de las amenazas principales de momento, este parece un buen punto para dejarlo. Continuaremos con más aventuras del Guerrero del antifaz haciéndolas coincidir con alguna de las próximas fiestas de moros y cristianos que salpican el calendario. Podéis repasar los números anteriores en orden desde el primero pulsando aquí. 

Otras colecciones de Manuel Gago 

Nuevas aventuras del Guerrero del Antifaz

El Aguilucho

El Guerrero del Antifaz. 1944. Manuel Gago (guion y dibujo). Reeditado en 1972 por Editorial Valenciana S.A.

martes, 29 de abril de 2025

LA CIUDAD A OSCURAS

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, arácnidos lanzadados.

Bueno, bueno, bueno… ¿qué tal lo estáis pasando allá en el planeta Tierra los españoles, franceses, portugueses, y andorranos? Aquí en El Planeta del Espacio tuvimos también un apagón. A nosotros nos lo provocaron unos vecinos poco escrupulosos ¡Malditos nahumitas y su rayo azul! En cualquier caso, aquí nos quedamos sin luz unas doce horas, lo cual no nos impidió seguir trabajando un poquito e ir dejando algo lo más preparado posible para emitirlo publicarlo hoy

Tuvimos que dejar a medias algo que teníamos ya empezado para preparar esto otro, que creo que os parecerá mucho más adecuado a los sucesos de ayer. Se trata de un librojuego de Spiderman, el famoso hombre araña de Marvel, en el que se enfrenta a uno de sus rivales clásicos en una ciudad que se ha quedado repentinamente sin electricidad. ¿Os sentís identificados con el trepamuros, tratando de llevar a cabo vuestros trabajos y tareas habituales, y sobrevivir a los delincuentes callejeros sin el inestimable apoyo de la energía eléctrica? Pues vamos a ver de qué trata La Ciudad a Oscuras.

Este librojuego pertenece a una colección que TSR Inc. lanzó en 1986. A España llegó un par de años después. Se compuso de tan solo ocho librojuegos, que nosotros sepamos. Dos de ellos estuvieron dedicados a Spiderman, siendo este el único que protagonizó más de un título. En todos estos librojuegos emulábamos a uno o más superhéroes de Marvel. Contaban con un sistema de juego sencillo pero eficaz que resolvía las situaciones mediante tiradas de dados. Disponíamos de cierta cantidad (variando siempre según el personaje) de puntos de Vida (si llegaban a cero dejábamos de jugar), puntos de Heroísmo (una reserva de puntos de emergencia que podíamos añadir a las tiradas para mejorarlas en situaciones críticas), y una cuantas habilidades. Estas habilidades eran Combate, Agilidad, Fuerza, Resistencia, Razonamiento (la más baja de todas ¡pobre Spidey!), Intuición, Capacidad psíquica, y Agilidad con telaraña. La última es exclusiva de Spiderman, mientras que las anteriores se repetían en los protagonistas de otros librojuegos. Excepto los puntos de Vida y los de Heroísmo, que iban variando a lo largo de la partida, las puntuaciones de habilidades eran inamovibles y se empleaban para hacer chequeos que determinaban si triunfábamos o éramos derrotados en ciertas situaciones.

Este librojuego comienza con una situación muy típica; Peter Parker, de camino a las oficinas del periódico para el que trabaja, presencia como un camión blindado es atacado por unos tipos de aspecto extraño que emplean bazucas (o algo que parecen algún tipo de bazucas) que disparan descargas eléctricas concentradas. Naturalmente se lanza a intervenir como el buen superhéroe que es… aunque se nos da la opción de no hacerlo porque esto es un librojuego después de todo, y quizá creamos más importante quedar bien en el trabajo.

Tanto si hacemos una cosa como la otra terminaremos enterándonos de que el vehículo blindado no era un transporte de dinero ni de objetos valiosos, sino un transporte penitenciario en el que se estaba trasladando a Maxwell Dillon, el supervillano que quizá conozcáis más con el nombre de Electro. El rescate de Electro por parte de estos desconocidos (también descubriremos más adelante que más que un rescate fue un rapto) parece estar relacionada con una serie de robos que se han ido produciendo en los almacenes de una gran compañía eléctrica. Son robos extraños puesto que de un súper villano de Marvel esperas que robe dinero, oro, joyas, productos químicos, o quizá alta tecnología. Pero no. Los robos son de materiales que, si bien tienen su valor de mercado, son relativamente comunes: bobinas de cable, electrodos, equipo para instalaciones eléctricas… pero todo ello en vastas cantidades.

La forma en la que estos robos se producen también es muy particular ya que aparentemente los productos se esfuman de los almacenes sin más. Almacenes completamente llenos de equipos aparecen de un día para otro vacíos sin que se haya detectado la entrada o salida de intrusos. Nadie entra en ellos, nadie sale, pero sí se detecta movimiento en su interior y no queda ningún rastro del material que se llevan. ¿Está relacionada la desaparición de Electro con el robo de equipo eléctrico? Probablemente sí, pero ¿de qué modo y con qué propósito?

Podemos movernos por la ciudad investigando más a fondo como Spiderman o podremos esforzarnos más en quedar bien con nuestro iracundo director, el sr J. J. Jamison. Como en todo buen librojuego se nos proporcionan varios caminos para llegar a la misma conclusión: alguien se la tiene jurada a nuestro amigo y vecino Spiderman y está montando todo ese pifostio tinglado solo por fastidiarle.

Hay un momento en que toda la electricidad de la ciudad se viene abajo. Manhattan queda a oscuras y una señal luminosa en el cielo, como una gran proyección de letras relampagueantes, nos conmina a rendirnos. En cuanto la historia avanza un poco más descubrimos que ese gran apagón no es el plan en sí, sino solo la primera consecuencia del mismo. Aquel que tanto empeño está poniendo en deshacerse de nosotros no ha dejado la ciudad a oscuras por capricho. Esto ha sido solo una consecuencia inevitable de robar la cantidad tan inmensa de energía eléctrica que ha desviado de la red pública para alimentar su máquina, que es… qué es algo que probablemente dejará en las calles de New York un terrible olor a arácnido frito.

Aparte de afrontar las iras de nuestro jefe, nos enfrentaremos a algunos villanos de poca monta. Los habituales sicarios con uniformes vistosos y un tanto ridículos de los supervillanos… Algún ladrón callejero que aprovechará el apagón general para sacar a lucir su navajita y tratar de robarnos, pensando que somos una presa fácil… el típico caimán que debe haber al acecho en toda alcantarilla neoyorquina… y algunos cuantos villanos bien conocidos que además nos atacarán todos juntos: El Buitre, Mysterio, Kraven el cazador, el Hombre de Arena, y el propio Electro. Nada menos que Los Seis Siniestros, de nuevo reunidos… un momento… ¿Los Seis Siniestros? No me salen las cuentas… ¿Quién falta? A lo largo de los comics los componentes de este grupo han ido cambiando levemente, pero pensad en el más emblemático, en uno que no solo formó parte de los Seis Siniestros originales sino que además fue su líder y uno de los más reconocidos adversarios del Hombre Araña. Pues bien, ese es precisamente el responsable de todo, y a quien nos tendremos que enfrentar en última instancia.

Un librojuego bastante entretenido, en el que el autor se esforzó en reflejar el carácter de Spiderman e hizo una recreación muy acertada del “ambiente de comic”. Nos encontramos, por ejemplo, con varios interludios en los que se nos muestran escenas que están teniendo lugar sin que Peter Parker/Spiderman esté presente. Esta es una información que nosotros como lector de un cómic tendríamos, pero que el protagonista de dicho comic no porque en ese momento se encuentra en otro lado. Incluso eso se ha representado en el librojuego, con secciones en las que damos vistazos a sucesos en los que no podemos intervenir y de los que en teoría (en la piel del protagonista) no somos conscientes.

City in Darkness. 1986. Jeff Grub (texto) Alan Kupperberg, Keith Williams (ilustraciones) Keith Parkinson, Jeff Buttler (portada). Publicado por Editorial Planeta DeAgostini en 1988.

domingo, 27 de abril de 2025

ZOOBLE de The Amazing Digital Circus

 EL GREMIO DE EXPLORADORES

Presentado por... Bonk.

¡Hola exploradores!

Hoy ha venido a visitarnos Zooble, otro de los personajes de The Amazing Digital Circus. Su diseño es bastante particular; una amalgama de piezas de juguete coloridas y geométricas, lo que la hace parecer un cuadro abstracto viviente. 

Al igual que Pomni, Zooble era una mujer en el mundo real, si bien en su caso es más difícil de adivinar debido a su extraño aspecto. Pero también al igual que Pomni, su apariencia es un reflejo de su personalidad. Los humanos cuyas mentes quedan atrapadas (o son puestas a salvo, eso todavía no se sabe) dentro del Circo Digital tienen cuerpos acordes con su personalidad, aunque no los eligen. Al parecer el programa los reinterpreta creándoles lo que considera un cuerpo ideal para ellos, basándose en su pobre comprensión de la naturaleza humana y los elementos de los que dispone.

Zooble es el personaje más antisocial del grupo. Se muestra casi todo el tiempo irritada, negándose a participar en la mayoría de las actividades que prepara Caine. Generalmente solo se porta de forma amable o cercana a otro personaje cuando están solos, cuando no hay nadie más mirando, como si le molestase sacar a relucir públicamente esa faceta suya.

Es posible que en el mundo real estuviera inconforme con su cuerpo, que tuviera el deseo de cambiarlo totalmente, y por ello el Circo Digital trató de darle esa posibilidad otorgándole un cuerpo de piezas intercambiables que puede variar a voluntad. En un capítulo se muestra que dispone de una gran caja de piezas sueltas para escoger, pero no se siente realmente bien con ninguna.

Si consideramos la idea de que Zooble pudiera haber estado frustrada con su cuerpo en su vida real, su diseño abstracto y fragmentado en el mundo virtual podría ser una representación de su deseo de “reinventarse” o de "reconstruirse" a sí misma. El mundo virtual, regido por una IA defectuosa, podría estar ofreciendo a los personajes la oportunidad de explorar nuevas identidades y formas de ser. En el caso de Zooble, su diseño llamativo y compuesto de piezas intercambiables sería un intento de la IA por otorgarle una versión de sí misma que pudiera alterar a voluntad sin esfuerzo, algo que ella deseaba en su vida real pero no pudo lograr.

Sin embargo, este mundo virtual parece carecer de la capacidad de comprender plenamente las complejidades emocionales y psicológicas de los humanos. Por lo que se ha visto en la serie la capacidad de creación de la IA es muy reducida,  sus recursos son pocos, y los cuerpos que crea para las mentes humanas que van a parar allí están limitadas a algo acorde con el entorno circense de su escenario base (payasos, juguetes, y cosas así).

Esto lo vemos igualmente en Pomni. La serie nos la muestra como la más afectuosa de todos los personajes, la que más dispuesta está siempre a tratar de animar a los demás en sus peores momentos. Y el cuerpo que le concede la IA a Pomni es el de una arlequín o bufón, un personaje llamativo cuya función era entretener y hacer reír a los otros.  

La figura mide unos 11´5 cm, sin puntos de articulación. El diseño parece estar invertido, con sus lados izquierdo y derecho intercambiados... Esto se le nota mucho más a ella, por ser asimétrica, de lo que podría notarse en los otros personajes.  Tampoco es tan grave, teniendo en cuenta que se supone que está hecha de partes desmontables y ese día podría haberle dado por cambiárselo todo de lugar. El pintado, si bien no es bueno, tampoco es tan malo como el que vimos en Ponmi.

Puedes ver otra figura de esta colección pulsando aquí.

Sin nombre oficial. Colección desconocida. Marca desconocida. Presentación desconocida. Sin puntos de articulación. Año desconocido (2023 o posterior). 

sábado, 26 de abril de 2025

EL PAÍS DE LOS HELADOS

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

No sé qué tal estará el clima en vuestros respectivos planetas, pero en nuestro pequeño Planeta del Espacio ya está empezando a notarse el calor. Y sé que en algunos mundos dividís el año en estaciones como invierno, verano y dos o tres más. Aquí a los meses más fríos los llamamos temporada de churros, y a los más cálidos temporada de helados. En lo que a nosotros respecta, estamos comenzando la temporada de helados anual.

Con esto en mente buscamos algo adecuado para reseñar hoy, y nos acordamos de este librito. Es un breve cuento infantil, pero los que llevéis más tiempo visitándonos ya sabréis que nos gustan mucho los cuentos infantiles. Trata sobre helados. Es más, no solo trata sobre helados sino que tiene uno de esos orígenes que son tan curiosos como el propio libro, o quizá más.

Los autores son Anthony Burgess como responsable del texto, y Fulvio Testa como ilustrador. Por lo general, los cuentos ilustrados son primero escritos por el autor, y luego se busca un ilustrador que haga dibujos adecuados para decorarlos. Aquí fue al revés, ya que la historia se le ocurrió al ilustrador. Este hizo primero las ilustraciones y tomó unas notas sobre la historia. Entonces se recurrió al escritor Anthony Burgess para que pusiera letra a estas ilustraciones e ideas generales. Si el nombre del escritor escogido para dar forma a este cuento infantil os resulta familiar, probamente se deba a que habéis leído una de sus obras más conocidas, o quizá habéis visto la polémica película que Stanley Kubrick hizo de ella: La naranja mecánica.

El título original es The Land Where the Ice Cream Grows (La tierra donde crecen los helados) y nos relata una expedición llevada a cabo por tres valientes, corpulentos y barbudos científicos: Guillermo, Fernando, y el narrador cuyo nombre no llegamos a conocer. A bordo de un zepelín que alquilan por quinientos veintitrés maravetinos al mes, y gracias a las indicaciones de un completo desconocido, llegan hasta el mítico País de los Helados.

Este se nos presenta como una región inexplorada cubierta de helado en lugar de nieve o hielo, donde los días de la semana tienen nombres distintos. El cuento está dividido en siete días a modo de capítulos y el nombre de todos ellos son lo que Lewis Carroll llamaba palabras-maletín; palabras que a su vez contienen otras palabras y que permiten sugerir varias ideas diferentes en un solo término. En este país la semana se compone de congelunes (para los que no estén leyendo esto en español, esta palabra es la fusión de lunes y congelado), martecado (martes-mantecado), miercolate (miércoles-chocolate), juevelado (jueves-helado), viernata (viernes-nata), sabatido (sábado-batido) y dominglacial (domingo-glacial). El cuento fue escrito originalmente en inglés, e imagino que a cada idioma al que haya sido traducido, se habrán adaptado también estas fusiones de palabras.

El desarrollo de la historia es muy sencillo. Los tres investigadores recorren regiones cubiertas de helado de las que aparentemente crecen grandes conos de helado a modo de menhires, polos de paleta a modo de árboles que forman densos bosques donde ningún pájaro anida, un volcán que en lugar de lava arroja nata, y un lago de chocolate caliente. El único ser vivo como tal que encuentran es una especie de gigantesco yeti peludo de color marrón que, con una igualmente gigantesca cuchara se dedica a comer la nieve de helado que lo cubre todo.

Hacia el final de la expedición la historia da un pequeño giro siniestro, puesto que los exploradores cruzan entre unas altas formas a duras penas humanoides, y estas empiezan a murmurar. Les hablan de que se los van a comer, puesto que ellos están hechos de helado y si se alimentaran también de helado equivaldría a canibalismo. Hablan de devorarlos con total tranquilidad, sin prisa por hacerlo, como si fuera algo ya inevitable. Sin embargo, a penas se mueven, como si dispusieran de todo el tiempo del mundo. Esto termina colmando la paciencia de los científicos y toman la decisión de abandonar el País de los Helados.

Nada les corta el paso hacia su zepelín. Nadie se lo impide. El zepelín se eleva llevándolos de regreso a la civilización. Durante el viaje descubren que todos los túper que habían llenado de muestras de helado para analizarlo, y como prueba del lugar en donde habían estado, se encuentran ahora inexplicablemente vacíos.

A continuación se nos revela la verdad. Los tres investigadores son niños, que mientras se comían unos helados en su heladería favorita han estado creando entre todos esta fantasía. El País de los Helados es el nombre de la heladería, y probablemente esa ultima parte en la que la historia coge un toque siniestro, con los helados hablando de comérselos a ellos, es el momento en el que empiezan a empacharse por haber comido demasiados helados. En el dibujo que acompaña al texto en esta revelación vemos que el heladero que les atiende es un hombre corpulento y barbudo, al que los niños han tomado de referente para imaginarse a si mismos de adultos, y uno de ellos lleva bajo el brazo un zepelín de juguete.

The Land Where the Ice Cream Grows. 1979. Anthony Burgess (texto) Fulvio Testa (ilustraciones). Publicado en 1982 por Editorial Altea.

jueves, 24 de abril de 2025

EL AZOTE DE LA HUMANIDAD

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, luchadores del espacio.

Hoy toca otro de los libros de La saga de los Aznar. El número 21, titulado El azote de la humanidad, una clara referencia a los pérfidos thorbod. 

A modo de pequeño recordatorio, el libro anterior terminó con los exiliados del autoplaneta Valera partiendo al fin del mundo en el que fueron abandonados. Del aproximadamente millón y medio de personas que el Valera abandonó en aquel mundo sin nombre, al que sus colonos forzosos bautizaron como Exilio, quedan con vida menos de cuatro mil.  

Estos supervivientes lograron localizar una base thorbod, asaltarla y apoderarse de uno de sus cruceros de combate. En su precipitación por partir cuanto antes de Exilio y dar la voz de alarma a la Tierra sobre la existencia de los thorbod, a los que se creía extintos, no toman algunas precauciones básicas como repartirse entre más de una nave, o utilizar el armamento de estas para destruir el resto de naves de la base (o a toda la base, ya puestos) antes de partir de ella.

Al inicio de esta novela esas tres mil ochocientas personas llevan dos años viajando completamente hacinadas en una nave preparada para una dotación mucho menor, con reservas de alimentos mínimas y sin la posibilidad de hacer cosas tan básicas como darse un baño o reponer su vestuario, reducido a andrajos. En estas condiciones de hambre, insalubridad y hacinamiento han logrado llegar a las inmediaciones del sistema Nahum, donde esperan conseguir ayuda de los aliados que dejaron atrás. Sin embargo el sistema Nahum es también el objetivo de las tropas thorbod que estaban estacionadas en Exilio, y estas partieron de allí un año antes de que pudieran hacerlo los humanos. Es posible que todo el sistema haya caído ya ante ellos, y lo que encuentren no sea más que media docena de mundos conquistados donde el enemigo ya se ha establecido.

Afortunadamente para ellos sus aliados están todavía plantando una feroz resistencia contra los thorbod. Varios de los mundos han caído ante la bestia gris, pero aún quedan algunos que resisten. Los thorbod están utilizando como infantería a sus hombres planta, unas tropas de choque completamente desconocidas para los mundos del sistema Nahum, a las que los protagonistas se enfrentaron en el libro anterior.

La nave de los supervivientes de Exilio logra establecer comunicación con uno de los planetas que todavía resisten, y estos les proporcionan unas coordenadas de aterrizaje en una zona segura. A bordo de la nave, uno de los científicos (un anciano llamado Valdivia) informa a Miguel Ángel de algo en lo que ha estado trabajando últimamente. Dada la limitación extrema de recursos con las que cuentan todo su trabajo es teórico, pues no dispone de la capacidad de probar nada, pero está totalmente convencido de que sus cálculos y teorías son correctas. Su descubrimiento, contado muy básicamente (el autor dedica cinco páginas completas a detallar todos los pormenores del mismo) es un tipo de energía que permite reducir cualquier objeto inerte a un tamaño mínimo, para luego devolverlo al tamaño original cuando reciba cierta señal con otro tipo de energía que anula el efecto de la primera. 

Valdivia le habla entusiasmado a Miguel Ángel de todas las aplicaciones prácticas de su invento: transportar todo un ejército autómata de miles de robots en una pequeña cajita que cabría en un bolsillo y poder desplegarlos en cualquier lugar. Transportar docenas sino cientos de naves dentro de una caja de zapatos de modo que cada nave pudiese contener a su vez una flota entera de naves de su mismo tamaño o mayores. Armas del tamaño de ametralladoras montadas en el fuselaje de las naves que disparasen ráfagas de torpedos miniaturizados al tamaño de balas, lo que en la práctica equivaldría a tubos lanza torpedos capaces de disparar ráfagas de cientos de torpedos atómicos por minuto que antes de llegar hasta el enemigo recuperarían su tamaño normal provocando su daño habitual. Técnicamente, incluso edificios prefabricados enteros y funcionales podrían almacenarse en diminutas capsulas que alguien podría guardar en su bolsillo, junto con vehículos y meses o años de provisiones o arsenales completos. Lo único que esta energía no podría reducir de tamaño serían seres vivos, puesto que la extrema modificación de sus átomos los mataría. Salvo por este último detalle es casi la misma explicación que nos daría Isaac Asimov sobre las aplicaciones de la energía reductora en la novela Viaje Alucinante de 1966, once años posterior a El azote de la humanidad.

El profesor Valdivia tiene sin embargo fama de estar loco, y las condiciones de pésima alimentación y nula capacidad para comprobar su trabajo (lo que presenta a Miguel Ángel es un montón de garabatos sobre papel, y cálculos hechos con una simple calculadora de mano) le hacen quedar como un tonto fantasioso. Únicamente la hija de Valdivia, una jovencita morena y delgaducha llamada Carmencita, tiene una fe absoluta en el trabajo de su padre.

Miguel Ángel tenía la intención de aterrizar su crucero thorbod, rebautizado como Esperanza, en Noreh, el mundo nativo de los nahumitas y planeta capital del sistema. Sin embargo, una comunicación proveniente del planeta Bagoah le informa que el imperio nahumita ha renacido. Amber, la esposa de Miguel Ángel a la que esté repudió y envió de vuelta a su mundo antes de ser exiliado junto con el resto de los Aznar por los Valeranos, restauró el imperio nahumita a su regreso. Debido a la relatividad temporal, lo que para la princesa Amber fueron cuatro años de ausencia para los habitantes de Noreh fue más de un siglo. 

Los nahumitas que quedaron en el planeta pacificado por los valeranos mantuvieron durante todo ese tiempo una imagen idealizada del antiguo dictador que les gobernaba y que fue derrocado por los humanos. La sociedad que estos les impusieron, en la que eran iguales al resto de habitantes del sistema, era algo que los orgullosos nahumitas consideraban degradante. Educados desde siempre en la idea de que los nahumitas eran los dueños legítimos de todo cuanto existía, incluidos otros seres vivos, estos seguían considerándose amos y señores del universo por derecho de nacimiento. Se veían a sí mismos como superiores a cualquier otra raza, que debía ser o bien esclavizada si les resultaba útil o bien extinguida en caso contrario. La llegada de la hija y por tanto heredera legítima de su idealizado líder puso en pie de guerra a la población de Noreh.

El querer igualar y tratar en las mismas condiciones a todos los habitantes del sistema hizo que los valeranos permitieran a los nahumitas (al igual que a todas las otras razas y mundos) tener su propia armada y sus propias tropas, y esto se reveló luego como un grave error. Envalentonados por el providencial y para ellos milagroso regreso de la única superviviente de su perdida y gloriosa dinastía de gobernantes, los nahumitas iniciaron una guerra contra el resto de desprevenidos planetas del sistema. Estando en eso fue cuando tuvo lugar la llegada de la armada thorbod, que se encontró no con un sistema de mundos dispuesto a plantarles cara unidos, sino con uno que ya había perdido gran parte de su flota y tropas luchando entre ellos.

Con gran pesar, puesto que Miguel Ángel sigue hasta cierto punto enamorado de Amber y estaba seguro de que podría cambiar antes o después su altanera y elitista actitud, ordena poner rumbo a Bagoah, donde aún le quedan aliados. Si bien este desarrollo de los acontecimientos entristece a Miguel Ángel y supone un duro revés para sus generales, que contaban con que al menos la capital del sistema estuviese aun libre de enemigos, no son tan malas noticias para Amatifu. La dura pero enamorada amazona que acompañó a Miguel Ángel fuera de Exilio no ha perdido la esperanza de que este le corresponda algún día. Hasta ahora no lo ha hecho porque seguía teniendo en su mente la imagen idealizada de la hermosa Amber, pero la revelación de que ahora es una enemiga más y no una posible aliada supone en cierto modo un alivio para Amatifu ya que aumenta las posibilidades de que Miguel Ángel se fije en ella.

Mientras su nave se dirige a Bagoah tienen la oportunidad de echar un buen vistazo a la flota principal thorbod. Esta se compone de unas dos mil naves nodrizas de 30 km de eslora y forma piramidal, aunque su base es ligeramente curva. Analizando su forma y tamaño llegan a la conclusión que el autoplaneta que orbitaba a Exilio como una pequeña luna en realidad eran estas dos mil naves piramidales acopladas como una esfera. Se trata de una obra de ingeniería colosal, una forma de crear de modo totalmente artificial un auto planeta como el Valera sin depender de tener el golpe de suerte que supuso encontrar este mundo hueco caprichosamente creado por la naturaleza enteramente de dedona.

A su llegada a Bagoah, que se le describió como un puerto seguro en el que refugiarse, encuentran que este ha sido reducido a un infierno atómico cubierto por los hongos de las explosiones nucleares y barrido por vientos radioactivos que vuelven su superficie completamente inhabitable. Los habitantes de Bagoah se han refugiado en ciudades subterráneas a gran profundidad. Una gigantesca compuerta permite el acceso de naves completas hasta esas ciudades y es brevemente abierta para permitir el paso (tanto literalmente como de forma figurada) a la Esperanza. Allí Miguel Ángel y su cortejo de científicos y generales, todos ellos sucios, andrajosos y apestando a sudor y hacinamiento, son recibidos por una delegación de hombres y mujeres cargados de medallas, enfundados en impecables uniformes de gala y perfumadas y enjoyadas ropas dignas de la realeza. Pese a este contraste de atuendos, sus anfitriones no dudan en abrazar efusivamente a los recién llegados. No los conocen puesto que el tiempo ha pasado para ellos al igual que ha pasado para los nahumitas, pero también en Bagoah hay historias convertidas ya casi en leyendas sobre los humanos del Valera que les liberaron de la tiranía del Gran Tass. Para ellos los andrajosos, apestosos y esquelético recién llegados son héroes de leyenda, y como a tales les reciben.

Entre sus anfitriones está el presidente Cloris, un anciano en las últimas etapas de su vida que resulta ser el hijo del Duque Cloris y la princesa Ondina, que aún eran apenas un par de jovenzuelos cuando el Valera dejó atrás el sistema de Nahum. Éste les informa que su capacidad de resistencia ha llegado al límite. Da su propio planeta y el resto del sistema prácticamente por perdido y no pone objeciones en ceder parte de sus ya mermadas fuerzas a Miguel Ángel y los humanos para que hagan su viaje a la Tierra. De hecho, puesto que ya está convencido de que van a ser derrotados, la llegada de Miguel Ángel no como Salvador sino como refugiado le resulta igualmente providencial. La intención del presidente Cloris era evacuar del planeta a todos los niños y los jóvenes para que se establecieran en otro mundo, solo que no sabían dónde enviarlos puesto que no tienen noticia de otros mundos habitables fuera de su propio sistema. Pero ahora los humanos que pretenden poner rumbo a la Tierra pueden llevárselos con ellos para que se establezcan allí o en algún otro de los mundos que éstos conocen, como Redención.

Los exiliados valeranos pasan algunos días reponiendo fuerzas como invitados de honor. Miguel Ángel está amargado por el hecho de haber llegado en el momento de mayor necesidad de sus aliados a pedirles ayuda en lugar de dársela, pero no cuenta con medios para ser el salvador que quizá sus anfitriones esperaban. Aun así asume que su papel en toda esa tragedia será el de llevarse con él a los niños del planeta para que la raza bagoahita no se extinga.

Mientras los preparativos de esta evacuación se llevan a cabo y las fuerzas thorbod siguen haciendo estragos entre la debilitada armada que defiende el planeta, Miguel Ángel recuerda repentinamente las teorías y desvaríos del profesor Valdivia. La situación es tan desesperada que decide darle crédito por primera vez. En la Esperanza no tenían los medios para probarla, y sus anfitriones actuales quizá no puedan poner a su servicio instalaciones o recursos para ello puesto que necesitan hasta el último gramo de metal y hasta la última chispa de energía que sean capaces de generar para mantener la frágil resistencia de la que todavía son capaces. 

Cuando trata de reunirse con Valdivia descubre que este ya ha movido ficha en ese sentido por su propia cuenta. Valdivia y Carmelita llevaron su proyecto, su montón de fantasiosas ideas y su legajo de folios apergaminados emborronados a mano hasta un científico bagoahita que si confía a sus teorías. De hecho, casi antes de que Miguel Ángel planteé a alguna de las autoridades de Bagoah el dar crédito a las teorías de Valdivia estas ya han sido puestas en marcha. La miniaturización de la materia resulta ser una realidad. 

Esto se nos muestra con una escena algo cómica en la que Carmencita coloca sobre una mesa una pequeña araña robot que parece de juguete. A continuación, con un aparato que emite una luz especial la amplía hasta su tamaño real de unos seis metros de altura, hundiendo la mesa en el proceso. Mientras Carmencita, Valdivia, Miguel Ángel, un alto cargo del ejército bagoahita y un científico de éstos discuten sobre las aplicaciones prácticas de esto, la araña, falta de instrucciones, vuelve a su programación base y se dedica a inspeccionar los alrededores en busca de posibles amenazas. Pero habiendo sido diseñada para la lucha en terreno abierto le resulta imposible cruzar las puertas tamaño humano de la habitación en la que se encuentra, y empieza a derribar los muros del edificio uno tras otro provocando escenas de pánico entre los sirvientes.

Finalmente se acuerda dedicar a toda la maquinaria bélica del planeta a la producción de torpedos autómata y máquinas reductoras de tamaño, y equipar las pocas naves de combate que aún les quedan con cañones automáticos en lugar de tubos lanza torpedos. Estos cañones dispararán ráfagas de balas-torpedo lanzándolas a millares contra la flota nahumita en lugar de disparar los torpedos robot en packs de docenas como es habitual. Habiéndose alejado lo suficiente de las naves bagoahitas, estas balas-torpedo volverán a su tamaño real antes de impactar a sus objetivos.

La consigna de las tropas bagoahitas, que hasta ese momento había sido “Resistir hasta el final” cambia ahora a “Resistir dos meses más, pues tras estos llegará la victoria”, tal es la fe que tienen en esta nueva arma. Sin embargo resistir dos meses más estando la guerra ya prácticamente perdida es todo un desafío. Miguel Ángel no cree posible que las mermadas fuerzas de Bagoah resistan tanto tiempo contra la aplastante superioridad thorbod, y necesitan ese tiempo para fabricar las suficientes máquinas reductoras y los suficientes torpedos autómatas como para cambiar el rumbo de la guerra. Esto le lleva a tomar la decisión mostrar el descubrimiento a Amber, la princesa-emperatriz de los nahumitas, y técnicamente todavía su esposa. Aunque ahora son enemigos, Miguel Ángel todavía quiere mostrarse ante ella como un salvador. También necesita coordinar con ella los esfuerzos de la guerra para que su armada, que actualmente es la única con un mínimo de posibilidades de plantar cara a los thorbod, entretenga a estos durante los próximos dos meses dándoles tiempo a ellos a ultimar los preparativos. Espera también conseguir de sus almacenes una gran cantidad de materiales de los que ellos mismos van escasos.

Este encuentro presenta varios problemas. Por una parte hay que burlar el cerco que la flota thorbod tiene entorno a Noreh, tanto a la ida como a la vuelta. También está el hecho de que no saben que esperar de Amber y los nahumitas, ya que es probable que estos simplemente los ejecuten nada más verlos. Pese a que tácticamente parece un error revelarles la existencia de este arma a los innobles y traidores nahumitas, Miguel Ángel lo considera su mejor opción. Sus aliado bagoahitas, teniendo en cuenta todo lo que le deben, toman la decisión de permitírselo.

Romper el bloqueo thorbod resulta realmente sencillo, puesto que para su viaje emplean la Esperanza, la nave que arrebataron a los thorbod en Exilio. Estos se dan cuenta que la nave que se mueve entre sus filas no les pertenece pese a su diseño y enlazan con esta para interrogar a sus ocupantes, pero son ignorados. Tampoco pueden disparar contra ella porque los torpedos autómata que emplean están programados para no impactar por error a las naves de su propia flota, y al ser disparados contra una nave thorbod, la evitarían. Los torpedos que disparen contra ellos deben ser reprogramados para no reconocer a esa nave thorbod en particular como tal, pero esto lleva tiempo y la Esperanza simplemente cruza las filas thorbod sin que nadie dispare contra ella. 

Ellos sí podrían disparar sus torpedos autómata contra las naves thorbod que les rodean, pues se han rearmado con torpedos bagoahitas que no reconocen a las naves thorbod como aliadas. Sin embargo, de convertirse en una amenaza para la flota thorbod estos sin duda preferirían sacrificar a una de sus naves haciéndola embestir a la Esperanza de forma que ambas quedaran destruidas antes que permitir que ésta se paseara disparando indiscriminadamente contra ellas. Los thorbods, extrañados por la presencia de la Esperanza pero por naturaleza carentes de imaginación o iniciativa, la dejan pasar limitándose a informar a sus líderes sobre la extraña situación.

Miguel Ángel y sus acompañantes llegan así a presencia de la princesa (ahora emperatriz) Amber. Son exhaustivamente registrados en busca de armas por su guardia real. Al no encontrar ninguna permiten que únicamente Miguel Ángel se entreviste con la emperatriz. Amber se muestra desde el primer momento estúpidamente altiva y orgullosa. Vive en una fantasía de empoderamiento en la cual es dueña del universo y todo lo que está ocurriendo no es más que un pequeño contratiempo. 

Amber da por sentado que los thorbod serán derrotados, que sus tropas los barrerán en cualquier momento para después conquistar el resto del sistema y a continuación todos los otros mundos que existan. Grita alocadamente consignas vanas como “Nahum será un imperio o no será nada” y sus delirios de grandeza son más que evidentes. 

Viendo que Miguel Ángel no se inclina ante ella atemorizado y que incluso le habla con el desprecio que merece, Amber monta en cólera y ordena a sus hombres que lo torturen hasta la muerte. Dándose cuenta finalmente que sus pretensiones de establecer una alianza u obtener algún tipo de ayuda de ella son inútiles, Miguel Ángel se arranca una condecoración que lucía al pecho y la roja al suelo. Esta condecoración, del tamaño de una nuez, era en realidad una de las arañas mecánicas del ejército autómata reducida de tamaño. 

Obedeciendo a un plan preprogramado, la araña crece inmediatamente hasta su tamaño real desatando el caos dentro del palacio. Todo el séquito que le acompaña tiene cada uno de ellos una araña robot camuflada bien como una medalla, bien como una hebilla del cinturón. Enfrentados a media docena de arañas robot la guardia real nahumita, tradicionalmente armada con sables, no puede hacer nada contra ellos. Las arañas autómatas, si bien se manejan por sí solas siguiendo unas pautas de actuación básicas, disponen también de un compartimento donde un soldado puede introducirse y manejar la araña manualmente.

Habiendo previsto ya una posible reacción similar a esta por parte de la princesa Amber todos en el grupo desprenden sus arañas robots miniaturizadas, y las lanzan al suelo haciéndolas crecer de inmediato. El chisporroteo verdoso y el rápido aumento de tamaño de los objetos hace que los guardias, quizá pensando que se trata de algún tipo de explosivo, se alejen de ellos dando a Miguel Angel y los suyos la oportunidad de introducirse en las arañas. Una vez en el interior de estas colosales máquinas de guerra fuertemente blindadas y artilladas no les resulta difícil abandonar el palacio arrasando con todo a su paso. 

De hecho, antes de tomar tierra pero estando ya cerca de esta, la Esperanza liberó a su paso un centenar de arañas robots reducidas al tamaño de guisantes que quedaron sembradas por un amplia extensión de terreno. Ahora todas esas arañas han recuperado su tamaño normal creando un ejercito de arañas de guerra, despejando los alrededores de la nave posada de las tropas nahumitas que la vigilaban.  

Tras volver sanos y salvos a la Esperanza, parten del planeta dejando atrás a las arañas autómata, que se dedican a seguir destruyendo todo lo que pillan por medio hasta ser ellas mismas destruidas. La Esperanza vuelve a cruzar la línea de naves thorbod… que siguen sin reaccionar, a la espera de instrucciones precisas de sus líderes, pero son un obstáculo insalvable para posibles perseguidores nahumitas.

De regreso a Bagoah y habiendo concentrado allí las flotas supervivientes de los otros mundos aliados, se ultiman los preparativos para la batalla contra los thorbod. El estallido de ira que la visita de Miguel Angel provocó en Amber hace que esta redoble los enfrentamientos contra los thorbod, dándole así sin saberlo el tiempo que este necesitaba. Las pocas naves con las que cuenta Bagoah son equipadas con los torpedos autómata miniaturizados. Esto permite a cada nave no solo transportar varios miles de veces más torpedos de los que corresponden, sino dispararlos en rápida sucesión y poner en vuelo muchos más de lo que la cadencia de fuego de los tubos convencionales permite, haciendo insuficiente cualquier contramedida que se emplee contra ellos. 

Los efectos son devastadores. Tanto la flota thorbod como la nahumita a continuación son arrasadas en tiempo récord. Miles de naves quedan reducidas a brasas medio fundidas que se enfrían rápidamente derivando en el espacio. Un crisol atómico que consume a ambas flotas casi instantáneamente. La capacidad de reducir los torpedos no solo libra a las naves de vanguardia de la necesidad de retroceder para rearmarse, sino que vuelve inútil cualquier intercambio de disparos. Por cada torpedo que es capaz de disparar una nave thorbod o nahumita, una nave bagoahita pone en vuelo en el mismo tiempo a un centenar de estos. Cuando las oleadas de torpedos se cruzan una con otra, la oleada bagoahita simplemente sigue su camino sacrificando uno de sus torpedos por cada torpedo rival que derriba, apenas sin acusar pérdidas mientras que toda la oleada de sus adversarios desaparece en un fogonazo. 

Los thorbods, eminentemente prácticos, se retiran con las tropas supervivientes dejando abandonados a su suerte a los hombres planta que enviaron a invadír las superficies de los planetas arrasados. Los nahumitas, bajo el mando de Amber, se empecinan en enviar todas sus reservas a proseguir una lucha que claramente no pueden ganar. Cuando toda su flota ha quedado reducida a polvo cósmico, una llamarada recorre Noreh consumiendo todo el oxígeno, incluido el que forma parte integral del agua. Atmósferas y mares se volatilizan instantáneamente, y toda la población, todo animal, toda planta, todo insecto… toda vida desaparece en un breve fogonazo. Amber ha hecho detonar una bomba W en su propio mundo.

Lo que queda tras esto es simplemente la reconstrucción que sigue a cada guerra. En Noreh no sólo no queda vida sino que el propio planeta será inhabitable durante millones de años. Un mundo muerto que ninguno de sus antiguos rivales tiene interés en reclamar. Junto con un pequeño grupo, enfundados en trajes anti radiación y con cascos de respiración, Miguel Ángel baja al planeta y llega a pie hasta el antiguo palacio real. Sentado en el trono de su derrumbado imperio, el cadáver congelado de Amber sostiene aún su cetro y luce su corona, que ya no confieren gobierno sobre nada. Al tomar estos elementos como botín de guerra, la mano y cabeza del cadáver se desprenden con un crujido y ruedan por el suelo, seguidos por el resto del cuerpo congelado. Miguel Ángel deja la corona como trofeo en Bagoah para que sus habitantes recuerden siempre el peligro que supone endiosarse hasta esos niveles. El cetro se lo lleva con él en su camino de regreso a la Tierra para que le sirva a sus descendientes como recordatorio de lo mismo. Al inicio de este viaje de décadas le propone matrimonio a Carmencita y esta acepta sin dudarlo.

Aquí nos olvidamos de la valiente Amatifu, que no solo puso su vida en juego por Miguel Ángel en la novela anterior sino que también abandonó todo lo que conocía para seguir junto a él, pero por la que este no ha llegado a sentir verdadero amor en ningún momento. Este es un tema muy recurrente del autor, el de personajes te lo dejan todo en un intento de formar parte de la vida de otros que terminan por olvidarse de ellos. Es simplemente algo que ocurre en la vida real, algo que quizá también el autor vivió siendo el mismo quien lo hizo o sabiendo que alguien lo había hecho por él. Amatifu se convierte así en uno más de los personajes abandonados por el autor que tienen su momento de importancia pero a los que no se les da una conclusión y simplemente pasan antes o después a formar parte de la masa de individuos anónimos cuyo final no conocemos. No he leído el siguiente número, pero teniendo en cuenta que en este Amatifu ya no tenía ninguna relevancia y que ni tan solo se la nombra en el final, dudo que vaya a aparecer en el siguiente.

¡Próximamente en sus kioscos, El coloso en rebeldía! Hasta que esté disponible, puedes repasar la saga desde el inicio pulsando aquí.

El azote de la humanidad. 1974 (reescritura del texto original de 1955). George H. White [Pascual Eguídanos]. La saga de los Aznar nº 21. Editorial Valenciana S. A.