MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

miércoles, 8 de octubre de 2025

EL GRAN TCHULI

 EL GRAN BAZAR

Presentado por… Luctus.

“Cuando el calendario alcance el octavo día del décimo mes, 

se abrirán las puertas más pequeñas de la ciudad sumergida. 

Y el tedio humano se verá truncado por la llegada de aquel 

que espera desde antes de que el tiempo existiera 

y sueña desde antes de que el sueño existiera 

¡Ph’nglui pulpus stackriat’hul!

¡Fazagu octopudus tentaclus cool!” 

Fragmento del Pulponomicón, conservado en la biblioteca de Miskatonick (sección de gastronomía).


Tal como anunciaba esta aciaga aunque poco conocida profecía de Pulpadamus, el terrible Tchuli ha despertado al fin en un ocho de octubre, Día Internacional del Pulpo. 

Algún imprudente adorador de los cefalópodos creyó adecuado dedicarles esta fecha porque, al igual que ocurre en español, en inglés (el idioma humano en el que se formuló tal propuesta) october suena parecido a octopus. Y el día elegido fue el 8, porque ocho son los tentáculos de los pulpos. Puede que los astros no estén alineados, pero también se puede jugar con las palabras y las fechas.

Se trata de una figurita de resina que compré hace mucho tiempo en un oscuro zoco de Esmirna, en una tienda alicantina de juegos de rol. No recuerdo el fabricante, pero sí que se presentaba como un trabajo independiente, sin asociarlo a ningún juego o colección. La única marca distintiva que presenta, es es símbolo Pi grabado en un ala.  

El nombre que aparecía en el blíster era simplemente Tchuli, y se trata obviamente de una versión caricaturesca e infantilizada de Cthulhu, el más famoso de los monstruos creados por H. P. Lovecraft, padre del género del horror cósmico. 

Cthulhu es una criatura de una antigüedad tan vasta, de una naturaleza tan ajena a la nuestra, que su sola visión carcome la cordura… aunque en esta versión de solo 5´5 cm de altura (y con ese ceño fruncido con el que parece pretender hacerse el duro pero en realidad resulta adorable) se parece más a una mascota de apoyo emocional que a un aterrador dios primigenio.

martes, 7 de octubre de 2025

PURO EXORCISMO

 LA DESPENSA

Presentado por… el sr. Peppin.

¡Saludos, sedientos y sedientas!

Aquí tenemos otra lata cuyo nombre y aspecto me ha llamado mucho la atención. Y me parece hasta hecha a medida para permitirnos un par de indulgentes tragos aprovechando esta época del año en la que el espíritu de un Halloween inminente empieza a dejarse sentir por todos lados. 

El diseño monocromático, con esqueletos emergiendo de lo que podrían ser tanto aguas termales como una pila bautismal efervescente, y las figuras angelicales flotando arriba mientras vierten aún más agua, es una bizarreada de campeonato.

Un par de crípticos mensajes se repiten como un cántico o mantra tanto en el anverso como en el reverso: “Hidrata tu cuerpo”"Purifica tu alma”… mientras ese esqueleto central se deshace de los últimos restos de carne que cubren sus huesos gracias al agua bendita carbonatada.

El reverso de la lata continua la broma con los esqueletos en plena fiesta, cada uno con su propia pócima burbujeante. A los esqueletos se les representa (al menos, con más frecuencia que a otros seres sobrenaturales clásicos) danzando con total despreocupación. Y a menudo surge la pregunta ¿Por qué bailan los esqueletos? ¿Por que es tan frecuente que se les represente bailando o festejando?

Probablemente sea por influencia de la Danza Macabra, una corriente artística medieval surgida en Europa hacia mediados del siglo XIV tras la plaga de la Peste Negra. Fue un conjunto de ilustraciones que representaba a esqueletos guiando a los vivos, ricos y pobres sin distinción, en una danza igualadora, que podemos ver en obras como el mural del Cementerio de los Santos Inocentes en París o los grabados alemanes de Michael Wolgemut.

Ahora, a la pregunta de por que bailan los esqueletos podríamos añadir ¿Por qué brindan los esqueletos? ¿Por su propia descomposición? ¿Por la liberación de las necesidades físicas que esta conlleva? ¿Para reponer fuerzas (simbólicamente) antes de seguir bailando? Quizá nunca lo sabremos. Al menos, no hasta que nosotros mismos pasemos por la fase de esqueleto💀🍶

Puedes ver las otras latas de mi colección pulsando aquí.

lunes, 6 de octubre de 2025

DEMONS

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

Presentado por... Pecky.
 

¡Saludos, amigos cinéfagos!

Vamos a dedicar todo octubre (o al menos la mayor parte de él) al tema del terror, que para eso estamos a las puertas de Halloween. Lo que toca hoy es una de esas películas que no me canso de ver. No es una gran película si nos ceñimos a los cánones que siguen los críticos oficiales, pero tiene una extraña cualidad hipnótica. Se trata de Demons (Demoni, 1985), dirigida por Lamberto Bava (hijo del también famoso director Mario Bava), producida por Dario Argento, con música de Claudio Simonetti (Goblin) y hasta Michele Soavi en un pequeño pero importante papel. Todos ellos son nombres de peso en el cine de terror italiano.

La película es una joyita metanarrativa de atmósfera claustrofóbica, efectos especiales prácticos, y escenas de violencia y mutación explícitas. Comienza con la protagonista, Cheryl (Sharon en el doblaje de España), viajando en el metro de Berlín. Esta escena ya es inquietante porque... no ocurre nada. No hay ninguna amenaza presente, pero las imágenes y la música están cuidadosamente montadas para dar la impresión de que algo terrible va a ocurrir, o que incluso ya está ocurriendo sin que nos hayamos dado cuenta. Nos muestran imágenes que no deberían ser inquietantes, pero nos ponen en alerta: la mirada vacía de un hombre, el peinado extraño de una mujer, algo tan habitual como la entrada en un túnel oscuro que hace que dejemos de ver temporalmente a las personas que tenemos alrededor… 

Todo ello está filmado como una escena de terror, pese a que es una situación del todo común. La propia Cheryl parece asustada, como si notara lo mismo que nosotros (¿Lo veis? ¡Ella lo nota también! ¡No estamos locos!). Esta escena nos conecta desde el principio con ella. A nuestro lado de la pantalla sentimos que está pasando algo aunque no haya amenazas visibles, y al otro lado de la pantalla Cheryl lo está sintiendo también.

El vagón se detiene en su estación y Cheryl sale, aliviada, como si se hubiese librado de algo terrible. Pero entonces, un hombre siniestro con medio rostro cubierto por una máscara cromada empieza a seguirla, y sin habernos recuperado de la primera escena, nos vemos metidos en otra… que también queda en nada. Cuando esta especie de silencioso fantasma de la ópera, al que creía haber dejado atrás, aparece de pronto ante ella y la intercepta, se limita a tenderle una entrada gratuita para el pase inaugural de un cine. Un cine, además, con un nombre vulgar, que no sugiere nada raro: Metropol. Ella acepta la entrada sin sospechar nada… pero como veremos más adelante, todo forma parte de un ritual. Ha sido seleccionada para un sacrificio, y este ha de ser voluntario… más o menos. En el momento en que ella acepta la entrada, acepta también su papel en un ritual del que todavía no sabe nada. De hecho, Cheryl comete el error de pedirle al enmascarado una segunda entrada para una amiga, y este se la entrega.

Así es como Cheryl y su amiga llegan al cine, donde se reúnen con otros personajes: una joven pareja, dos viriles estudiantes que enseguida le echan el ojo a las chicas, un chulo que ha llevado a dos de sus prostitutas al cine porque se ve que el trabajo flojea esa noche, y un hombre ciego acompañado por su (in)fiel esposa, entre otros. El cine está decorado con una variedad de objetos desparejados que parecen haber sido comprados a toda prisa en una tienda de artículos de segunda mano, con la sola intención de llenar el hall con algo llamativo. El centro del hall lo preside una especie de maniquí de samurái subido a una moto real mientras sostiene una katana, también real. Del manillar de la moto cuelga una máscara de demonio que parece lo más falso y cutre de todo. Tonteando, una de las prostitutas se prueba la máscara, haciéndose un pequeño corte en una mejilla al quitársela.

La película está hecha para engañar y desconcertar. No solo por todo lo que vimos antes con la aparente amenaza del metro que no llega a concretarse, o la persecución del enmascarado que resulta ser solo un gancho publicitario de una película. Aquí sigue jugando con esto a través de la recepcionista: una mujer de mirada fría, distante, con movimientos casi mecánicos, como si el maniquí fuera ella y no el que está sobre la moto. No sonríe a la gente que entra en el cine, lo cual es una atención básica a todo cliente. Incluso cuando habla con ellos lo hace en un tono cortante. Su actitud sugiere que está implicada de algún modo en lo que va a pasar, pero cuando el horror se desata se convierte en una víctima más, sin inmunidad ni privilegios de ningún tipo. Pero me estoy adelantando.

El grupo pasa a la sala para ver la película, sin saber todavía cuál es. En la entrada que les regalaron (en la invitación al ritual que ellos aceptaron) no se indicaba ningún título, ni hay tampoco cartel anunciador en el exterior o interior del cine. El caso es que la película comienza con una variante de la enigmática frase que el pintor Francisco de Goya escribió al pie de uno de sus cuadros: “El sueño de la razón produce monstruos”. Esa película que los protagonistas están viendo, dentro de la película en la que están ellos (que a su vez estamos viendo nosotros), trata sobre un grupo de chavales que, trasteando entre unas ruinas recién descubiertas, encuentran lo que a todas luces es la tumba de Nostradamus. En su interior hallan un libro escrito en latín, que uno de ellos chapurrea lo suficiente como para darse cuenta de que es un segundo libro de profecías, en el que se describe la caída del mundo a manos de una horda de demonios. Junto al libro hay también una máscara como la que vimos en el hall. Tonteando, uno de los chavales se prueba la máscara, haciéndose un pequeño corte en una mejilla al quitársela… esto nos resulta familiar, ¿verdad? Una de las cosas que advierte el libro es que si alguien se pone la máscara demoníaca, él mismo se convertirá en demonio.

En la sala de cine, la prostituta que se cortó con la máscara del hall empieza a notar cómo el rostro le duele cada vez más y no deja de sangrar. Y aquí es donde todo se descontrola. El ritual se ha iniciado al fin, y se establece un paralelismo entre lo que ocurre a ambos lados de la pantalla. En la película que están viendo los personajes, el joven que se puso la máscara enloquece y empieza a asesinar a sus amigos, mientras la prostituta, que ha ido al cuarto de baño a tratar de contener la sangre que no cesa de brotar del aparentemente inocuo corte, se transforma en una aberrante criatura. La mujer poseída ataca a su amiga cuando esta va a buscarla al baño, quien también se convierte en una criatura similar. La infección se transmite por contacto físico, como una plaga sobrenatural. No son exactamente zombis, ni demonios tal como los entendemos. Recuerdan un tanto a los deadites de Evil Dead, cuatro años anterior: cadáveres humanos grotescamente deformados y poseídos por espíritus infernales. La transformación es rápida, dolorosa y estomagante… y el afectado es consciente de lo que le está sucediendo y de cómo va a terminar.

El cine no tarda en convertirse en un matadero puesto que casi toda víctima de uno de estos demonios, aunque salga del encuentro con tan solo un arañazo, se transforma rápidamente en uno de ellos, salvo unos pocos elegidos que parecen naturalmente inmunes. Además, una vez que la infección comienza, las puertas y las ventanas del cine simplemente desaparecen, siendo sustituidas por muros sólidos, sin aperturas. Esto nos deja claro que no se trata solo de alguna clase de enfermedad contagiosa, sino que hay poderes sobrenaturales implicados.

Cuando ven que huir es imposible y que se enfrentan a seres muy difíciles de matar y a la vez terriblemente letales, los que aún quedan tratan de detener el ritual destruyendo el proyector de la película, pero esto se revela inútil. Destrozar el proyector y la cinta no hace desaparecer a los demonios que ya han sido liberados. Estos elementos ya han cumplido su función… al igual que la recepcionista de la que hablábamos antes. Una vez se han desatado todos los infiernos dentro del cine (literalmente), su apariencia fría e impasible desaparece, y la vemos huir aterrada junto con todos los demás. ¿Ella fue contratada como recepcionista sin tener ni idea de nada de lo que iba a pasar, y se le dieron instrucciones de que se comportara así como parte de la presentación de la película de terror? ¿O estaba implicada de algún modo y pensó que eso la iba a mantener a salvo? Hay algunas liturgias oscuras en las que el oficiante es también luego el ofrecido. Y tal como los asistentes acceden a ser parte del sacrificio sin saberlo al aceptar la entrada que se les ofrece, quizá la recepcionista también lo hizo, consciente o no de ello, al aceptar el trabajo. Quizá sabía que algo iba a ocurrir, pero no qué o a qué escala. Lo que seguramente no esperaba es que, una vez cumplido su papel, iba a quedar relegada a ser más carnaza para el sacrificio.

No voy a entrar en muchos más detalles sobre lo que ocurre o deja de ocurrir en el cine, porque es una sucesión de muertes más o menos entretenidas, pero el interés está en los propios personajes. No en los protagonistas, porque Cheryl es una chica del todo pasiva que no tiene ninguna función en la historia más que ser el anzuelo que nos hace seguirla (como espectadores) al interior del cine, del mismo modo que la entrada de regalo es el anzuelo con el que la llevan al cine a ella. Son el resto de personajes a su alrededor los que se reparten el peso de la historia, como ocurre con la recepcionista.

Otro personaje a la vez secundario e importante es el hombre ciego, al que acompaña su mujer, que le va describiendo lo que ocurre en la pantalla. Y sin embargo, precisamente por no ver las imágenes, parece ser el primero en darse cuenta de lo que está pasando. Es como una adaptación moderna del clásico personaje del vidente ciego, que ve lo sobrenatural como compensación por no poder ver lo real.

Luego tenemos también al chulo, un tipo violento que acude al cine con una navaja automática en el bolsillo, la clase de persona con la que preferirías no cruzarte, pero que, cuando las cosas se tuercen, adquiere instintivamente el papel de líder. Empieza a organizar a la gente, a darles algo que hacer y a mantenerlos ocupados librándose de los cadáveres y formando barricadas. Al mismo tiempo, entrega su navaja a uno de los jóvenes sin conocerlo, no solo haciéndose respetar, sino demostrando que está dispuesto a confiar en los que le apoyen. Es un gran personaje… lo cual no le libra de acabar asesinado y demonificado como los otros, pero qué le vamos a hacer.

Y pese a que no quería comentar ninguna escena de matanza concreta de las muchas que jalonan el film, sí hay una que no puedo dejar pasar, y los que hayáis visto la película ya sabréis cuál es, porque es lo más recordado de esta: la escena de la moto. La famosa escena de la moto de Demons, en la que un chico arriesga su vida para salvar a la protagonista pese a que hace menos de una hora que la conoce. Subido en la moto del hall y blandiendo la katana, se enfrenta a una marea de enemigos y se convierte temporalmente en una especie de nueva versión del caballero con brillante armadura al rescate de su dama en apuros. Solo que, en vez de un caballero, tenemos a un chaval; su brillante armadura es una camiseta destrozada, su fiel espada es una katana salida de una tienda de empeños, su brioso corcel una moto, y su dama en apuros… bueno, sí, en apuros está la moza, desde luego.

Es una escena en la que conduce la moto entre los pasillos atestados de monstruos y botando sobre los respaldos de los bancos del cine, iluminados como si fueran el túnel de terror de una feria, rajando a los zombimonios por docenas mientras estos corren y saltan hacia ellos de forma muy exagerada. A esas alturas, ambos saben que el cine no tiene salida, que no hay dónde huir, pero todos dentro del cine son monstruos menos ellos, y lo único que pueden hacer al respecto es mantenerse en movimiento para que no los atrapen. Un auténtico locurón filmado con estética de videoclip que, por cierto, podéis ver pulsando aquí si no lo conocéis y queréis tener claro de lo que os hablo. La escena de la moto solo dura tres minutos pero no quiero ni pensar en la cantidad de actores que debieron lesionarse para hacerla.

El caso es que a la parejita se le presenta la oportunidad de escapar cuando un helicóptero se estrella contra el cine, destrozando el techo… ¡Una salida! Una salida a la que logran llegar solo para encontrarse con que la epidemia, la maldición o lo que quiera que sea lo que se ha desatado dentro del cine, se ha extendido a toda la ciudad. Las puertas pueden haber desaparecido para ellos, pero obviamente no han desaparecido para todos, y uno de los zombimonios ha escapado para extender su condición a más gente. Salir del edificio, que siempre fue su objetivo, lo que ellos percibían como su salvación, solo revela un horror aún mayor.

Y aquí nos encontramos con otro grupo de personajes geniales: una familia de supervivencialistas que se están abriendo paso entre los monstruos en una ranchera llena de bolsas de bocadillos y armas, que los recogen. Aún les (nos) espera un susto final más, y se nos deja con la incógnita de lo que ocurrirá a partir de ahí.

Hay muchas más cosas que podría resaltar de esta película, como el verdadero papel del hombre enmascarado que repartía las entradas, la escena en la que se rasga la pantalla del cine (el velo simbólico entre realidades) creando otro punto de conexión con la escena que está siendo proyectada, esa otra en la que un demonio genuino completamente formado brota de la espalda de una infectada durante su proceso de transformación… 

...pero escribir esto ya me ha ocupado un montón de horas, y tampoco se trata de contar la película completa escena por escena. Siempre hay que dejar algo jugoso sin contar, para pillar por sorpresa a quienes aún no la han visto y se animen a hacerlo. Y esta película tiene mucho de jugoso, pringoso y gelatinoso.

Por cierto… hay una Demons 2. Le daremos un repaso un día de estos. A ser posible, antes de final de mes. Mientras tanto, puedes ver más películas de plagas de zombis variadas pulsando aquí

Demoni. 1985. Dario Argento, Lamberto Bava, Dardano Sacchetti, Franco Ferrini (guion) Lamberto Bava (director) Natasha Hovey, Fiore Argento (actrices principales) Urbano Barberini, Karl Zinny (actores principales). Titanus. Editada en DVD por Manga Films. 

domingo, 5 de octubre de 2025

DRÁCULA de CEFA

  ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS

                                           Presentado por… Wormy & Leechy.
 

¡Saludos, vertebrados!

CEFA hizo en su momento muchos grandes juegos, como En busca del Imperio Cobra, El cetro de Yarek o Dagon contra el hechicero del os Reinos Negros. Si bien estos se apoyaban en la extraordinaria imaginería de los tableros y la historia de trasfondo que ofrecían, más que en el reglamento, también tuvo muchos que copiaban las mecánicas de otros juegos ya existentes, cambiándoles el trasfondo y las ilustraciones. Llegó incluso a copiarse a sí misma, vendiendo dos veces el mismo juego cuando sacó al mercado Defensores de la Tierra, que era En busca del Imperio Cobra con temática de superhéroes.

De hecho, algunos de sus mejores juegos eran precisamente eso: algo que habían copiado de otro lado con una ligera variación de reglas y un radical cambio de estética. Este es el caso de Drácula, que es básicamente una copia del sistema de juego de Stratego de MB... que a su vez copiaba también el reglamento de El Ataque, otro juego anterior de 1909. El Drácula tenía muchas más diferencias con el Stratego de las que este tenia a su vez con El Ataque. Contaba con muchas menos piezas, muchos cambios de reglas y una estética de terror clásico que lo hace perfecto para comentarlo ahora en octubre. Forma parte del resurgimiento de los clásicos de CEFA, que arrasaron en los 80 y 90 en España. Algo que han hecho muy bien en este sentido es que la reedición mantiene el diseño original. Ya se dieron un batacazo en 2015 reeditando En busca del Imperio Cobra actualizando su arte, cuando fue precisamente el exquisito arte de Isidre Monés lo que los encumbró. Todos sus relanzamientos posteriores han sido fieles al milímetro a la edición original. A día de hoy, que ya estamos acostumbrados a juegos más complejos, las mecánicas de la mayoría de juegos de mesa de los 80 se nos quedan cortas, por lo que apoyarse en el valor nostálgico de las ilustraciones originales era algo fundamental para que las reediciones se vendieran.

Drácula representa un enfrentamiento entre las fuerzas del bien y del mal, representadas en este caso por el doctor Van Helsing junto con algunos hombres del pueblo cercano al castillo de Drácula, y por otra parte, Drácula y sus servidores. 

El tablero es una cuadrícula de 8x6 casillas, dos de las cuales, situadas en la zona central y marcadas como "pantano", son intransitables. El reglamento base es el mismo que el del Stratego / El Ataque: cada jugador dispone de una serie de piezas con diferentes valores numéricos en su reverso, pero idénticos en el anverso, de modo que el rival no puede distinguirlas. 

Cada una de estas piezas tiene un nivel de poder. Por parte de las fuerzas del mal tenemos a Drácula (nivel 6), dos vampiros magos (nivel 5), un criado vivo portando un cáliz de sangre (nivel 4), un vampiro hipnotizador (nivel 3), el anillo de Drácula (nivel 2) y seis anocheceres (nivel 1). Por las fuerzas del bien se alinean el doctor Van Helsing (nivel 6), dos sacerdotes portando la Biblia (nivel 5), un ayudante que lleva su maletín al doctor (nivel 4), otro sacerdote portando un gran crucifijo (nivel 3), una ristra de ajos (nivel 2) y seis amaneceres (nivel 1).

Este nivel de poder solo se revela cuando uno de los jugadores desplaza una de sus piezas hasta una casilla ya ocupada por una pieza del rival. Cuando esto ocurre, cada jugador voltea su propia pieza mostrando al rival de cuál se trata, y la de menor nivel es eliminada. En caso de que ambas sean del mismo nivel, prevalece la que ha avanzado hasta la casilla, eliminando a su rival. La pieza superviviente se voltea de nuevo mostrando su frontal al adversario, de modo que este pasa a depender de su memoria para tenerla identificada. 

Hacemos avanzar nuestro portador del crucifijo a la casilla ocupada por un rival que resulta ser la llegada de la noche. La cruz (nivel 3) es mas poderosa que la media luna (nivel 1), por lo que esta última queda eliminada. Pero ahora el rival ha visto cual de nuestras piezas es la cruz. ¡Cada vez que tratamos de eliminar una pieza rival revelamos parte de nuestra estrategia!  

La partida termina cuando se elimina al líder del bando rival. Como esto implica que solo el líder de cada bando puede eliminar al líder del otro, es esencial tener localizado al líder rival cuando aparezca y, al mismo tiempo, mantener oculto al propio junto con cuantas más piezas mejor, para ir cercando al oponente, limitando sus movimientos y caer sobre él en el momento adecuado. Además, para que Drácula venza a Van Helsing no basta con que ocupe su casilla: debe conservar alguna de sus fichas de anochecer y revelarla en ese momento. Lo mismo ocurre con el doctor, que en el momento de estacar al vampiro debe voltear una de sus fichas de amanecer para demostrar que conserva alguna.

Dentro de esta sencilla mecánica básica, hay algunas variantes que terminan por hacer el juego más complicado que el propio Stratego, pese a contar con muchas menos piezas. Por ejemplo, aunque Drácula, por su nivel, debería ser capaz de derrotar a todas las piezas del bando rival, si coincide con una pieza de amanecer esto representa que ha sido sorprendido por la salida del sol. La pieza del amanecer se elimina, pero Drácula debe retroceder hasta situarse en una casilla libre de su propio borde del tablero. De este modo pueden utilizarse estas piezas, que representan las horas diurnas en las que los aldeanos tienen ventaja, para limitar los movimientos del Señor de la noche. Algo parecido ocurre si Drácula coincide con el sacerdote portador del crucifijo o la ristra de ajos, que pese a ser de nivel inferior no puede eliminar y lo obligan a intercambiar su posición con la de otra de sus piezas que se encuentre más cerca de su propio borde del tablero. Esto mismo se aplica al doctor Van Helsing, que retrocede ante los anocheceres y no puede destruir el anillo de Drácula ni al vampiro hipnotizador, intercambiando su pieza por otra.

Si el portador del crucifijo llega hasta una de las entradas del castillo de Drácula, este queda sacralizado y la partida termina igual que si Drácula hubiera sido derrotado. 

También se puede vencer al rival si hacemos llegar una de nuestras piezas concretas hasta determinados puntos del borde de inicio del rival. El borde de Drácula está decorado como su castillo, mientras que el borde de Van Helsing está decorado como la aldea que está protegiendo. En cada uno de estos bordes de ocho casillas hay dos marcadas como las entradas. Si el vampiro hipnotizador de Drácula llega hasta alguna de las entradas del pueblo, hipnotizará a los aldeanos, ganando la partida. Y si el sacerdote portador del crucifijo llega hasta alguna de las entradas del castillo de Drácula, lo bendecirá haciéndolo inhabitable para Drácula y los suyos.

Una disposición inicial típica. En primera línea las piezas del anochecer, que por ser las menos valiosas podemos usarlas para tantear el terreno y revelar las piezas del rival. Guardamos una en segunda línea por ser necesaria para ganar por eliminación del líder rival. En primera línea a la derecha un mago abriéndole paso al hipnotizador que tiene justo detrás, que está alineado con una de las entradas al pueblo. El anillo de Drácula está colocado junto a una de las entradas del castillo para alejar a la mayor parte de los intrusos.  

El anillo de Drácula y la ristra de ajos son piezas fijas que no pueden ser eliminadas y hacen retroceder dos casillas a todas las piezas del rival que se topan con ellas, salvo al ayudante del doctor (que puede destruir el anillo) y al criado vivo del vampiro, que puede retirar los ajos. Además, si el sacerdote portador del crucifijo se encuentra con el criado vivo de Drácula, lo redime y convierte de nuevo al cristianismo, con lo que en lugar de destruirlo lo incorpora a su bando como una pieza de nivel 4 sin habilidades. Es por esto que las piezas de un bando y otro tienen el mismo anverso y color de peana: para que el criado vivo, una vez cambia de bando, sea indistinguible del resto de piezas del doctor. Lo mismo ocurre con el vampiro hipnotizador, que es capaz de dominar con su mirada al ayudante del doctor para que lo traicione y sirva a Drácula.

Para terminar, cada vez que el profesor Van Helsing o Drácula sobreviven a un encuentro, tienen la opción de intercambiar la posición de su pieza con otra de su propio bando para jugar al despiste y ponérselo más difícil al rival, que debe mantener los ojos cerrados mientras este cambio se produce… y confiar en que su adversario no aproveche para hacer ningún cambio más.

El reglamento base es sencillo, pero como veis tiene muchas excepciones que lo hacen difícil de gestionar. El que esté explicado de forma bastante desordenada tampoco ayuda mucho. Me parece perfecto que CEFA optara por mantener la estética del original sin cambiarla ni un ápice, pero no hubiera estado de más que diera un repaso a las reglas, no para cambiarlas sino para estructurarlas y explicarlas de forma más clara. El resultado de todas estas excepciones y la forma poco clara en que están explicada es que tienes que estar consultando el reglamento casi en cada encuentro para ver qué ocurre exactamente. 

Es un buen juego, porque combina la estrategia ligera del movimiento alterno de piezas y la muerte al toque con el factor memoria de tener que recordar qué pieza del rival es cada una cuando, tras un encuentro, vuelven a ocultarse, más las habilidades especiales de algunos personajes. El estar consultando continuamente cómo interaccionan exactamente las piezas supone una pequeña pesadilla. Aunque claro… ¡todo enfrentamiento con el señor de los vampiros debería ser una pesadilla!

Y así es como llegamos a la gran pregunta que siempre surge cuando nos topamos con estos juegos antiguos reeditados tal cual, sin cambiar nada ni actualizar las reglas. ¿Vale la pena comprarlos hoy en día? Sí, pero con matices. A estas alturas Drácula sabrá a poco para los que busquen un juego de estrategia, y resultará frustrante para los que busquen fluidez de reglas. Comprarlo a día de hoy es más una cuestión de coleccionismo o nostalgia, porque tiene el encanto de haber mantenido el diseño gótico ochentero intacto. Y jugarlo es algo que quedaría para casos muy puntuales, como por ejemplo hacer un octubre temático, desempolvando y echando una partida a todos los juegos de mesa que tengamos que puedan encuadrarse en el terror y los monstruos clásicos. 

Como pequeña ventaja, las piezas de plástico del juego original, que eran miniaturas con forma de vampiro y una pegatina a la espalda para diferenciarlas, aquí han sido cambiadas por figuras de cartón con plantador. Aparte de reducir el coste, esto nos permite escanear las fichas para hacer nuevas figuras cambiándoles los símbolos del reverso por otros que representen nuevas habilidades o poderes y darle mas variedad al juego, si nos apetece retocar el reglamento.  

Puedes ver otro juego de CEFA pulsando aquí.

Drácula. 1986. Autores no acreditados (atribuido a Pepe Pineda e Isidre Mones). CEFA. Dos jugadores a partir de ocho años. 

sábado, 4 de octubre de 2025

SCARY BOX 2025 de Fini

 LA DESPENSA

Presentado por… el sr. Peppin.

¡Saludos, hambrientos y hambrientas! 

Halloween se acerca y ya toca empezar a recolectar el diezmo de este año para aplacar la furia de los monstruos que pasen por nuestro planeta reclamando chuches. La primera adquisición a este respecto es la Scary Box de Fini, que presenta un diseño distinto al del vampiro de años anteriores.

Es un ataúd de cartón que no guarda cadáveres, sino caramelos con complejo de criaturas del Más Allá. Aunque bueno… quienes sepan con qué se hace realmente la gelatina de las gominolas, ese mágico ingrediente extraído de huesos, cartílagos y tendones animales hervidos hasta convertirlos en pasta masticable y homogénea, podrían argumentar con razón que lo que guarda el ataúd sí son cadáveres, o al menos restos de matadero deliciosamente procesados😋🦴 Realmente no puede haber dulce mas creepy de cara a un Halloween que las gominolas.

Los colores predominantes en el diseño son el verde chillón y el morado, que personalmente creo que combinan muy bien porque son dos colores que mucha gente asocia instintivamente al veneno y la toxicidad, como si la caja misma nos advirtiera “Abre y come bajo tu propio riesgo”.

El diseño me parece una genialidad (que queréis que os diga, hay gustos para todo). Especialmente el laberinto que viene a modo de pasatiempo en el interior de la tapa, que no tiene un punto de inicio claro pero si dos puntos de salida… los cuales nos llevan a caer en manos de distintitos tipos de chuches-monstruo.

La caja nos la vamos a quedar para nuestra colección de envases curiosos, porque además por su tamaño va bien para guardar mazos de cartas, piezas de juegos, dedos cortados, o lo que se tercie. Su contenido, que podéis ver junto a la caja, acabará en las manos de dos o tres monstruos nocturnos a final de mes. 

Puedes ver el diseño anterior de la Scary Box de Fini pulsando aquí

Scary Box. 2025. Fini.