EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
¡Saludos, amigos cinéfagos!
¡Que bonita es la Navidad y las fiestas decembrinas! A veces desearía que duraran para siempre, que fueran eternas. Claro que luego veo esta película y se me pasa. Es de 1987 y se hizo con muy pocos medios, lo cual siempre es una gran traba cuando tu intención es mostrar lo imposible. Aun así, sus humildes efectos especiales logran más de una escena bastante efectiva e inesperada, y la historia no está nada mal, siendo una "variante científica" de la clásica casa embrujada.
Comenzamos con lo que parece una grabación de una fiesta de fin de año de 1959. La fiesta termina y una chica, ya sola, se acerca a un espejo para retocarse. Su reflejo en el espejo la agarra y tira de ella, llevándola al otro lado del cristal. Este es uno de esos efectos especiales que decía, muy simple pero con un acabado muy efectivo.
De ahí pasamos al presente, o lo que era el presente cuando se hizo la película. Un grupo de amigos que está disfrutando de sus vacaciones veraniegas acude a un parque de atracciones. Unos feriantes idiotas comienzan a molestar sin motivo a una joven que se encuentra sola y los chicos del grupo de amigos intervienen para ayudarla. Esto degenera en una pelea que los obliga a salir huyendo, acompañados de su nueva amiga. Uno de ellos tiene un pequeño velero, y deciden poner tierra (o mar) por medio alejándose de la costa.
Al navegar imprudentemente cerca de una pequeña isla tocan un arrecife y el velero se hunde rápidamente. No tienen más remedio que ganar la costa a nado. Vagando por la isla en busca de algún signo de civilización se adentran en una zona que antaño estuvo cercada por alambre de espino, del cual ya solo quedan algunos restos medio enterrados junto a un viejo cartel de “Peligro. No pasar” en el que nadie se fija. Un enorme tren de aterrizaje oxidado y otros restos mecánicos parecen indicar que un avión se estrelló allí mucho tiempo atrás.
Adentrándose más en la isla llegan hasta un hotel al parecer abandonado, aunque todo está limpio y como nuevo, además de lleno de decoración navideña. Es el mismo sitio en el que estaba teniendo lugar la fiesta del principio, y salvo por el hecho de que no hay ni un alma, no parece haber transcurrido un solo día.
Bueno, eso de que “no hay ni un alma” debéis tomarlo en sentido figurado, no literal, porque extrañas presencias parecen rondar a los intrusos mientras estos exploran y se acomodan en el edificio. Cuando ellos no miran, manos invisibles vuelven a colocar donde estaban las cosas que han estado tocando, dejándolo todo tal como estaba originalmente. El hotel tiene agua corriente, electricidad, y aunque todo parece un tanto anticuado, como de tres décadas atrás, hay ropa seca, alimentos frescos, bebidas, una mesa de billar que parece estar recién preparada para una partida… dentro de lo malo de haber naufragado, parecen haber tenido suerte.
Pero la pandilla no tarda en darse cuenta que hay algo decididamente extraño en el lugar. Los objetos que se mueven solos y las visiones se multiplican, y pronto estas manifestaciones comienzan a volverse violentas, hasta el punto de ir eliminándolos uno a uno. La película nos va dando pistas sobre lo que está ocurriendo. Un televisor que se enciende solo nos muestra lo que parece ser un fragmento de un informativo, en el que se habla de un proyecto del gobierno para hacer a los aviones invisibles. Un científico al que están entrevistando advierte que el Avión Madre (el primero modificado con un prototipo de esa tecnología de invisibilidad) podría no solo refractar la luz, sino el tiempo. ¿Un avión con una tecnología experimental que refracta el tiempo? Esperad ¿No vimos los restos de un avión estrellado cerca del hotel?
Los jóvenes van cayendo ante las múltiples y variadas amenazas que se manifiestan en la casa: un personaje de una película antigua sale de la pantalla para agredirles, una red con anzuelos que parece tener vida propia se lanza a envolverles, objetos de todo tipo salen disparados contra ellos, monstruos que parecen solidos cuando atacan desaparecen al ser golpeados, zombis salidos de la nada les persiguen… Además se producen desconcertantes fenómenos, como una anciana y amable sirvienta que solo interactúa con una de las chicas, tormentas de nieve que estallan de repente dentro de las habitaciones, risas que les rodean como un público invisible que se burlara de ellos, huellas que aparecen marcadas en la arena de la playa y pasados unos segundos se desvanecen, el sonido de un avión sobrevolando la isla en un cielo por completo vacío… No hay una amenaza concreta y consistente a la que plantar cara, simplemente puede ocurrir cualquier cosa.
Cuando solo queda una pareja con vida, se les da una explicación que sirve también para confirmar las sospechas de los espectadores. La noche de fin de año de 1959, un avión del gobierno equipado con un sistema experimental de ocultación de radar (como una versión aérea del Experimento Filadelfia) se estrelló en la isla. Esto provocó una distorsión temporal en el lugar, creando una especie de bucle de eternidad. Todos los días son ese último día de 1959, pero la realidad está mezclada con otras dimensiones, y las leyes naturales están alteradas. Nadie dentro de ese bucle puede morir definitivamente, pero tampoco están realmente vivos ni pueden abandonar el lugar. Una vez se pisa la isla se entra en ese bucle y ya no hay escapatoria posible.
El final nos muestra nuevamente esa fiesta del inicio, el fin de año de 1959. Los personajes que vimos morir durante la película forman parte de la fiesta, y bailan la conga desbordados de alegría junto a los demás… salvo una de ellos, que por alguna razón está atrapada como un reflejo en el espejo, quizá hasta que otro viajero extraviado ocupe su lugar.
Es una película desconcertante a muchos niveles. La lastra la falta de presupuesto, con todo lo que ello implica: malos efectos especiales, actores desconocidos, escaso margen de regrabación y edición, etc. Pero dentro de ese bajo presupuesto, tiene escenas muy logradas. Destacaría también que toda la película tiene lugar a plena luz del día, en lugar de recurrir a la omnipresente oscuridad de las películas de terror, que suelen ser nocturnas precisamente para ocultar el mal acabado de los efectos especiales.
¡Que bonita es la Navidad y las fiestas decembrinas, sí, pero también que alivio ver como terminan y la vida y el tiempo siguen su curso natural! ¡Feliz año nuevo, terrícolas!
Bloody New Year. 1987. Frazer Pearce (guion) Norman J. Warren (director) Suzy Aitchison, Nikki Brooks (actrices principales) Colin Heywood, Mark Powley (actores principales) Cinema and Theatre Seating Limited & Lazer Entertainment. Editada en DVD en 2020 por Mon Inter Comerz S. L.