MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

lunes, 31 de marzo de 2025

LA NOCHE DEL TERROR

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

Presentado por... Pecky.
 

¡Saludos, amigos cinéfagos!

La noche del terror, distribuida también como Las noches del terrorMasacre zombi (no confundirla con esa otra titulada Zombi Masacre) es lo que podríamos llamar una "película de Schrödinger", una de esas que tienen la extraña cualidad de ser buenas y malas al mismo tiempo. A decir verdad tiene más de lo segundo que de lo primero. De hecho, cuanto más lo pienso, más me doy cuenta de que tiene mucho más de los segundo que de lo primero. 

Para empezar, tanto el director como la actriz principal y el actor de mayor renombre afianzaron su carrera en el cine erótico, y eso se nota. Hay momentos que parece que se olvidan de que lo que tienen entre manos es una película de zombis. Hasta que estos empiezan a aparecer en masa (a los veinte minutos de metraje o así), todo lo que vemos (y hasta la música) recuerda más que nada a una película erótica de bajísimo presupuesto. Que también tendrán su público, claro, pero no es uno de los géneros en los que nos centramos aquí. 

Tenemos a un sabio (asumimos que es sabio, puesto que tiene una gran barba) que ha encontrado una tablilla de piedra en una excavación etrusca. Se la lleva a casa para examinarla (vive en un palacete cercano a la excavación) y descubre algo que lo deja bastante turbado. Y decidme "¡Pecky, estás loca!" si queréis, pero uno de los símbolos que hay en esa vieja tablilla es un smiley

Los smiley o caritas sonrientes aparecieron en 1963, se pusieron de moda internacionalmente en 1970, tuvieron su pico de popularidad durante la década de los 80, y terminaron evolucionando en lo que actualmente conocemos como emojis. Esta película es de 1980, así que lo del smiley/emoji etrusco podría ser perfectamente una broma del encargado de hacer el atrezo.

🙃

A raíz de este extraordinario descubrimiento, el sabio vuelve a la excavación con renovado interés y comete un terrible error. Pica el muro en el que encontró incrustada la tablilla, y justo en el momento en que perfora un pequeño agujero, parece romper algún tipo de sello…  lo que provoca la vuelta a la vida de los numerosos cadáveres etruscos que había repartidos por aparentemente cada rincón del lugar.

De un cadáver etrusco decente se podría esperar que no quedara más que un esqueleto petrificado. Básicamente los etruscos habitaron la actual Italia hasta que fueron asimilados por los romanos, unos veinte o treinta años antes de Cristo. Cuanto se hizo esta película los etruscos llevaban ya un par de milenios muertos, y sin embargo vemos que algunos todavía están relativamente frescos. Tienen un aspecto polvoriento y acartonado, pero muchos de ellos tienen todavía gusanos sobre ellos devorando su reseca carne. A lo largo de la película vemos a estos zombis milenarios sangrar, o al menos derramar un líquido viscoso y turbio que quizá en otro tiempo fue sangre, pero que tendría que haber desaparecido totalmente con el paso del tiempo. Pero sí vamos a ver esta película hay que desconectar de toda lógica. La mayoría de las cosas que pasan no tienen sentido, y no esperéis tampoco que se dé ningún tipo de explicación. 

Habría sido interesante que la película estuviese enfocada en que alguien averiguase el origen de la plaga de zombis, por qué estos han vuelto a la vida, si hay algún modo de volverlos a dormir, una expedición a la excavación etrusca para deshacer de algún modo el error cometido… pero nada de esto va a ocurrir. La historia se centra en los invitados de este sabio, al que se refieren como el profesor, y por cierto es el primero en morir a manos de los zombis que ha despertado. Y sí, voy a llamarles zombis porque es cómo se comportan. No esperéis nada mucho más allá del típico comportamiento zombi, como arrastrar los pies, atacar a mordiscos, uso ocasional de herramientas, un trabajo en equipo más instintivo que planeado, etc. 

Mientras al profesor lo mordisquean los zombis allá en la excavación, varias parejas de invitados llegan hasta su lindo palacete en la Toscana. Al no estar presente el profesor, su mayordomo y su sirvienta son los que reciben a los invitados. Tampoco sabemos qué relación tienen con este. Quizás son antiguos alumnos o colaboradores del mismo, pero en este caso tendrían una idea más clara de a qué se dedica o en que está trabajando, y no parecen tenerla. Tampoco hablan de él como si fueran familiares.  Uno de ellos es fotógrafo, pero parece que es más una afición que una profesión, por lo que tampoco están allí para entrevistarle… con la información que nos da la película, simplemente no soy capaz de decir que hacen allí. 

Los invitados se alojan en las diversas habitaciones, y esto da lugar a una sucesión de escenas eróticas de relleno, que sin duda es lo único que se le ocurrió al director y lo mejor que se les daba a los actores. Entre estas escenas es donde encontramos precisamente lo que más rechazo produce de toda la película: no los zombis, no las muertes, no los destripamientos, no los salpicones de cerebro, nada de eso… sino esto. Una de las parejas está formada por una mujer mayor, su amante, y el hijo preadolescente de la primera. Y es en este hijo donde tenemos el problema. 

Las leyes de la época (sinceramente, espero que también las actuales) prohibían a los menores de edad intervenir en películas eróticas, y esta tenía suficiente componente de eso como para que la prohibición se hiciera extensiva a ella. Debido a esto se optó por utilizar para el papel de niño a un actor adulto con un problema de desarrollo hormonal. El resultado es que tenemos en la pantalla a alguien que nos damos cuenta en todo momento que es un adulto, pero que tiene el tamaño y casi el aspecto de un niño. Lo intentan hacer pasar por el hijo de la señora, aunque probablemente ambos tengan aproximadamente la misma edad. 

Además, el niño tiene complejo de Edipo y siente atracción sexual hacia su propia madre. Para empeorar un poquito la cosa (digo un poquito porque mucho más no se puede empeorar ya) esta atracción es parcialmente correspondida por su madre, por lo que se nos da a entender. La madre, naturalmente, para los pies a los avances cada vez menos sutiles de su hijo... pero parece hacerlo a desgana, como por compromiso, quizá por el hecho de que ya tiene un amante adulto. 

Esta relación es lo más difícil de asimilar de la película, y también el motivo por el que esta ganó la fama que tiene actualmente, más que por las malas actuaciones, o por la profusión de sangre y tripas, que no son ni más ni menos que las habituales en esa época y en este tipo de género. Si queréis hablarle a alguien de esta película y no recordáis el título, decidle algo como “Sí, hombre, la película esa de zombis con el niño de cuarenta años obsesionado con su madre” y si la ha visto sabrá a cuál os referís

Dejando aparte el tema del extraño niño y su no menos extraña madre, vamos a ver qué hacen los zombis. Desde que el profesor perforó el muro, estos no solo han empezado a salir de cada rincón de la excavación, sino que también se desentierran del suelo en el propio jardín del palacete, incluso salen de tumbas de piedra en dicho jardín. Hay uno que simplemente lo vemos salir de un parterre de matojos. ¿Estaba metido dentro de ese parterre desde la caída del imperio etrusco? No podemos saberlo.

El aspecto de la mayoría de estos zombis me gusta bastante, eso lo tengo que admitir. Visten roñosas túnicas llenas de roturas y polvo, la mayoría conservan carne seca y acartonada sobre sus huesos, de sus cráneos cuelgan ralos mechones de cabello… La impresión general que me dan es que algo les impidió morir del todo en su momento. Que no es la rotura de ese sello (o el robo de esa tablilla, o el hecho de que el profesor la haya descifrado) lo que ha convertido cadáveres en zombis, sino que algo los convirtió ya en zombis en su momento y que han estado aletargados desde entonces, con su proceso de putrefacción muy ralentizado. 

Esto podría dar pie a una serie de interpretaciones y especulaciones. ¿Los etruscos crearon una plaga de zombis hace un par de milenios y lograron contenerlos en las catacumbas, o los almacenaron de algún modo en ellas? ¿Quizá después de darles algún uso en una guerra o ritual por ejemplo? ¿Emplearon algún tipo de magia para desactivarlos y sellarlos en las catacumbas, y el profesor los volvió a despertar al trastear en la excavación?

De nuevo no se nos explica nada. Una vez aparecen los zombis la película se centra únicamente en mostrarnos como los invitados del profesor y el personal de servicio van siendo masacrados por estos. Se refugian en el palacete, cierran puertas y ventanas, se arman con lo que pueden, y básicamente van muriendo uno a uno. Aquí tenemos algunas escenas interesantes entretenidas, como un grupo de zombis agarrando un tronco de madera para utilizarlo como ariete y echar la puerta abajo. Esto me gustó porque, si eres un etrusco, tu idea de echar abajo una puerta es empleando un ariete. Hay otra escena en la que vemos a un grupo de estos zombis entrando a una caseta de herramientas y volviendo a salir, cada uno de ellos empuñando algo afilado o puntiagudo, y lo hacen en una ordenada fila, como un grupo de soldados yendo a la armería a por sus pertrechos de guerra y a continuación volviendo a formar a su puesto. No sé si es intencional o casual pero sí que hay momentos en que se sienten como zombis muy antiguos, pese a que se comportan como típicos zombis romerianos que simplemente van a ver a quién pueden hincarle el diente.

No me voy a extender mucho en esta parte porque es bastante rutinaria. Es la clásica situación de casa asediada por zombis tal como la estableció La noche de los muertos vivientes: zombis rodeando la casa, zombis golpeando la puerta, alguno más listo que los demás probando con las ventanas, ahora uno se cuela, ahora alguien de dentro de la casa que fue mordido o que murió en un ataque previo se convierte en zombi y ataca a otro de los supervivientes, y cosas así. Sí que destacaré que el mayordomo y la criada siguen perfectamente encasillados en sus roles de sirvientes, obedeciendo sin rechistar toda orden que le dan los invitados. También es cierto que no hacen un gran trabajo: a la criada le ordenan que vaya (ella sola) a comprobar si están bien cerradas todas las ventanas del enorme palacete mientras todos los demás se quedan reunidos asegurando las del salón principal: termina siendo decapitada con una guadaña.

Consejo de supervivencia del Planeta del Espacio: recordad que nunca hay que sacar los brazos por las ventanillas cuando estéis en un vehículo en movimiento, ni sacar la cabeza por la ventana cuando la casa esté rodeada de zombis. 

Al mayordomo, hay un momento en que le ordenan ir al salón de las armaduras y volver con todas las armas medievales que sea capaz de cargar. Cuando le vemos regresar lleva tan solo una pequeña macheta curva en la mano y ni siquiera llega a utilizarla para defenderse él mismo. El zombi del profesor regresa al palacete y le muerde la yugular. Luego le quita la macheta de la mano y la usa para abrirlo en canal y tener mejor acceso a las tripas. Literalmente, el mayordomo le tiene lista la cena y la cubertería a su señor para cuando este vuelve a casa. Muy profesional por su parte. 

El caso es que, tras una serie de situaciones bochornosas y algo inconexas en las que lo único a destacar son las escenas de muertes, la situación se vuelve insostenible para los supervivientes y estos abandonan la casa. Antes vimos que también había zombis cerca de sus coches, así que renuncian a llegar a estos y tratan de huir campo a través. Se refugian en un monasterio franciscano solo para descubrir que… ¡Sorpresa! ¡Los monjes también han sido revividos por el conjuro etrusco! Algunos son poco más que esqueletos cubiertos de pieles apergaminadas, otros parecen los típicos cadáveres incorruptos de santos, y hay al menos uno que da la impresión de ser un muerto reciente. Puede que el monasterio como tal estuviera en desuso, el cadáver reciente sea el de su cuidador o restaurador, y el resto los de antiguos monjes enterrados en este… pero de nuevo, es especulación porque no se nos explica nada. 

El grupo, cada vez más reducido, se refugia en lo que parece ser un anexo del propio monasterio empleado como taller de carpintería, en el que vemos trabajos a medias y herramientas modernas (por eso pienso que el cadáver reciente podría ser el de un guardián/restaurador). Es allí donde, enfrentados a una nueva oleada de zombis en la que se congregan tanto los zombis etruscos como los franciscanos y los personajes hasta ese momento muertos y revividos, los pocos supervivientes que quedaban sucumben… 

Sí, es una de esas películas en las que todos los protagonistas mueren sin haber llegado a solucionar nada. Sin embargo, todos los personajes son tan insulsos (cuando no repelentes) que no nos importa verlos morir. Incluso diría que el verlos morir es un aliciente para seguir tragándonos la película.  A modo de remate, una voz en off nos da lo que quizá (aquí estamos, especulando otra vez) sea la traducción de la tablilla que encontró el profesor. Es una profecía sobre el retorno de los muertos, claro, pero sigue sin aclararnos gran cosa. Solo se da a entender que lo ocurrido es nada más que el preludio de algo mucho mayor, quizá una maldición a escala mundial. 

Puedes ver más reseñas de películas de zombis pulsando aquí

Le notti del terrore. 1980. Piero Regnoli (guion) Andrea Bianchi (director) Guianluigi Chirrizzi, Simone Mattioli,  Pietro Barzocchini (actores principales) Karin Well, Maria Angela Giordano (actrices principales). Editada en DVD en 2007 por Manga Films.

sábado, 29 de marzo de 2025

SKULL BUSTER

 EL LABORATORIO DE LOS HORRORES

                                                 Presentado por… el doctor Nox.

Bienvenidos al laboratorio, donde cortamos, pegamos y repintamos sin planificación (y sin talento) a ver que sale. Aquí no llegamos a más ^_^U pero nuestra intención no es dar lecciones, sino ideas. La de hoy es este Skull Buster casero que hice con restos desparejados.

El cuerpo es de un Mutant Buster sin cabeza que adquirimos como parte de un lote de estos en un mercadillo. La cabeza es un pequeño cráneo que formaba parte de una ristra de adornos de Halloween que compramos en un bazar.

Una vez pasado Halloween, y para sacarle algún provecho al cuerpo sin cabeza, hicimos una pequeña perforación en la base del cráneo y simplemente lo insertamos en el pitón que hacía las veces de cuello del Mutant Buster. Si el agujero es lo bastante pequeño para como para tener que forzar la entrada del pitón, luego la cabeza no puede volver a salir por sí sola, así que con literalmente unos pocos segundos de trabajo nos apañamos una figurita de lo más graciosa, terrorífica y cabezona.

Lo he llamado Skull Buster por una película de la Full Moon de 2009 titulada Skull Heads (Cabezas de calavera). Es una clásica película de Charles Band: presupuestos bajos, actuaciones desquiciadas, argumento esperpéntico y un montón de juguetes como protagonistas. En este caso, unas pequeñas figuritas con cabeza de calavera, vida propia, y extraños poderes mágicos con los que pueden tanto provocar dolor como locura, tanto matar como revivir… aunque aquellos a los que reviven ya no son exactamente como eran antes.

En la película, los Skull Heads se nos muestran como guardianes de una antigua casa. No de sus habitantes necesariamente sino de la casa en sí. Aunque comienzan utilizando sus poderes para dañar y hasta matar a unos intrusos que pretendían robar las antigüedades y obras de arte de la casa, terminan desatando estos poderes contra los habitantes de la misma, una enloquecida y endogámica familia, la totalidad de cuyos miembros están básicamente tarados. Los habitantes de la casa (y sus cadáveres revividos) acaban convirtiéndose en un arma más al servicio de los Skull Heads para que estos eliminen a los intrusos del edificio que protegen.

Ahora que lo pienso, un Skull Head no es algo demasiado bueno para tenerlo en casa… Pero ya está hecho. Lo cierto es que me gusta mucho el aspecto que tiene, incluso diría que es mejor que el de los propios Mutant Busters originales de quien toma prestado el cuerpo. 

La figura mide unos 8 cm, algo mayor que un Mutant Buster cuyo promedio de altura son unos 6´5 cm, pese a que estos son también bastante cabezones. Tiene los mismos tres puntos de articulación: los brazos (es ambidiestro) y la cabeza, aunque debido a la forma de la mandíbula esta tiene el giro algo más limitado que los Mutan Busters normales.

Puedes ver otro de nuestros horrendos experimentos pulsando aquí.

viernes, 28 de marzo de 2025

DYLAN DOG (nº 8) El retorno del monstruo

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                           ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                        

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

De las varias ocasiones en las que se ha intentado lanzar Dylan Dog en España, la primera fue en 1988. La serie se canceló tras solo seis números. En 1993 se intentó continuarla, pero saltándose el nº 7 y presentando el nº  8 de la edición italiana como el nº 1 de la nueva colección, titulado El retorno del monstruo.

Toda la serie de Dylan Dog es en esencia un gigantesco homenaje a los clásicos del terror. El verdadero nº 1 de la colección, El alba de los muertos vivientes, era un homenaje claro a La noche de los muertos vivientes. Y del mismo modo, este nº 8 es un homenaje claro a películas como Viernes 13 y La noche de Halloween. Es la “versión Dylan Dog” de los grandes clásicos de psicópatas de los 80.

En esta edición el cómic se presentó en un formato de página bastante más grande que el original italiano, y esto hace que los dibujos se vean en ocasiones algo más bastos, menos definidos. Pero es un tamaño de página más similar al de los cómics a los que estábamos acostumbrados por estos lares, y probablemente el cambio se deba a eso. Lo que vemos aquí es un tomo en el que se recopilaron los cuatro primeros números de este relanzamiento. 

La historia comienza en Gales, en 1987. Una joven sale de su habitación en una gran casa rural y se desplaza lentamente por ella buscando a sus padres y el personal de servicio. Hace poco que ha amanecido y la claridad lo llena todo, pero por su deambular inseguro y a tientas nos damos cuenta rápidamente que es ciega. Esto queda más claro cuando la vemos pasar andando junto a los cadáveres de su madre y los criados de la casa. Pasa junto a ellos sin verlos y de forma casi milagrosa sin tropezarse con los cuerpos mientras los llama en voz alta y cada vez más nerviosa. 

Tras deambular por la casa dándose cuenta de lo anormal de toda la situación, va hacia el salón sabiendo que su padre tiene una panoplia de armas medievales y busca tientas una con la que defenderse. Al pasar los dedos por ella echa en falta un machete. 

Un ruido le hace volverse hacia el sillón de su padre. Va hacia este y al tacto distingue a su padre sentado, pero al tocar su rostro la cabeza se desprende. Mientras se agacha en una esquina, paralizada por el terror, la cabeza cortada de su padre rueda hasta los pies de un hombre corpulento vestido con un mono de trabajo de jardinería que empuña un machete ensangrentado, el que falta en la panoplia de armas.

Dieciséis años más tarde la joven ciega, Leonora, es ya una mujer adulta. Y rica, a raíz de unir la fortuna que heredó de sus padres con la de su marido, un prestigioso médico psiquiatra. Leonora acude casa de Dylan Dog para hablarle de aquellos asesinatos, a los que la prensa bautizó como “La matanza de Steele House”. El culpable de la misma fue Damien, un mozo de cuadra con retraso mental que trabajaba en los establos de la casa. La matanza no tuvo ninguna finalidad aparente. Damien no robó nada, simplemente mató a todo el mundo, al parecer en un arranque de locura. Fue detenido e internado en el manicomio que dirigía el que a día de hoy es el marido de Leonora, donde ha permanecido hasta ahora. O Mejor dicho, hasta ayer. Damien se fugó recientemente del manicomio, exactamente dieciséis años después de ser ingresado allí. La matanza ocurrió cuando Leonora tenía dieciséis años, Y también son dieciséis los años que tiene en estos momentos Lilith, su hija. Leonora no cree que todo esto sea en coincidencias, teme que Damien tenga intención de regresar a la finca familiar donde ella, su marido y su hija viven, para acabar el trabajo.

Leonora no quiere que Dylan resuelva ningún caso, porque ya se sabe quién es el culpable, ya se sabe que Damien se ha fugado, y ella cree saber lo que va a hacer a continuación. Lo que quiere es que Dylan mate a Damien cuando este se presente. La finca ya cuenta con un nutrido ejército de mercenarios apresuradamente contratados como personal de seguridad. Tienen órdenes de tirar a matar si ven aparecerá Damien, pero Leonora no cree que esto baste. Tanto ella como su marido consideran que Damien no es totalmente humano sino algún tipo de monstruo de la naturaleza, quizá un mutante. El motivo por el que quiere contratar a Dylan, es porque este se anuncia como investigador de lo sobrenatural, y por tanto debe saber el mejor medio de matar a un monstruo.

Pese a que Leonora se muestra irritante, petulante y maleducada, Dylan acepta el caso. Lo primero que hace es dirigirse al manicomio del que escapó Damien. Ahí el doctor Pierce, el marido de Leonora, le pone al corriente de lo sucedido. Tras dieciséis años en los que Damien permaneció en una absoluta calma, sin hablar siquiera, sin mostrarse agresivo ni meterse en ningún tipo de líos, siendo literalmente un preso modelo, tomó la repentina decisión de escapar. Le rompió el cuello a uno de sus cuidadores de un solo golpe, recuperó sus viejas ropas de jardinero que aún se guardaban en un armario, y se abrió paso hasta el exterior. 

Para hacerlo tuvo que atravesar una ventana reforzada, dos alambradas electrificadas, y escalar con las manos desnudas un muro de cuatro metros totalmente plano, sin ningún tipo de agarres ni apoyos. Cuando el doctor Pierce vio que los obstáculos no le detenían ordenó abrir fuego contra él, y Damien recibió impasible una docena de disparos mientras seguía escalando el muro. Con el cuerpo lleno de balas y habiendo sufrido ya dos potentes descargas eléctricas, Damien saltó al otro lado del muro y se perdió en la noche sin dar muestras de dolor ni debilidad.

Dylan se dirige entonces a Steele House. La villa prácticamente ha sido convertida en un fortín. Patrullas armadas acompañadas de perros guardianes vigilan continuamente el perímetro. Se han establecido controles de carreteras para llegar hasta la casa, e incluso dentro de ella hay hombres armados vigilando cada puerta. 

Tras alojarse en una habitación de invitados Dylan repasa las actas del juicio contra Damien. En ellas descubre que Leonora no es ciega de nacimiento sino que perdió la vista a causa del shock, cuando el día de la matanza se levantó y vio la casa llena de cadáveres. En las actas también figura que Damien fue condenado a muerte, pero que ella, apiadándose de la condición mental del asesino, intercedió para que su condena fuese cambiada a cadena perpetua en un psiquiátrico en lugar de en una prisión, asumiendo también todos los costes. Este acto de bondad es algo de lo que al parecer ahora habrá de arrepentirse.  

Esa misma noche Damien aparece por las inmediaciones de la casa y le abre el cráneo a uno de los mercenarios de un solo golpe con el machete, antes de desaparecer de nuevo entre la densa arboleda que rodea la propiedad. El resto de mercenarios descubre el cuerpo, abren fuego contra los árboles al notar un leve movimiento entre ellos, pero no logran dar con Damien. Investigando por su cuenta, Dylan Dog ve un rastro de sangre en el suelo y lo sigue hasta lo que parece ser la boca de un antiguo pozo algo alejado de la propiedad. En el interior del pozo hay una escala de mano adosada, y desciende por ella a ver qué encuentra.

Lo que descubre es un enorme laberinto subterráneo, los sótanos y bodegas de un castillo medieval que desapareció totalmente de la superficie, quedando solo la parte enterrada que está justo debajo de donde ahora se levanta Steele House. El lugar está cubierto de suciedad, telas de araña y escombros pero también hay antorchas encendidas en las paredes, lo que indica que alguien lo utiliza como refugio. Tras deambular un buen rato por la infinidad de cámaras y corredores Dylan llega hasta una pequeña sala en la que ve a Damien, llorando mientras contempla una vieja foto de Leonora, tal como era dieciséis años atrás. Las lágrimas recorren su rostro deformado e inconexos murmullos escapan de su boca. 

Dylan se deja ver y Damien reacciona agresivamente atacándole con un viejo cuchillo. En su cuerpo se aprecian claramente numerosos agujeros de bala que Damien ni tan solo se ha tomado la molestia de curar o vendar, y parece inexplicable que después de semejante castigo y la consecuente pérdida masiva de sangre, el hombre siga vivo. Dándose cuenta de que no va a poder vencerle en un combate físico, Dylan recurre a hablarle. Nombra a Leonora y le dice que esta lo ha perdonado. No es cierto, pero Damien parece creerlo y sale corriendo por un pasadizo secreto que comunica con el suelo de los establos.

Allí emerge del suelo levantando una losa de piedra y monta en uno de los caballos, que aparentemente lo reconoce como su antiguo cuidador. Damien sale al galope de los establos y cabalga directamente hacia la casa, siendo recibido por una muralla de fuego de armas automáticas, que le hacen trizas tanto a él como al caballo. Ambos ruedan por el suelo acribillados a balazos, y esta vez vemos que la prodigiosa resistencia de Damien parece haber desaparecido. Quizá era la rabia, la ira, el odio, lo que le mantenía vivo. Y al creer que Leonora le había perdonado, al pensar que era querido por alguien, esa rabia infinita ha desaparecido. Las balas le matan con la misma facilidad con la que matarían a cualquier otro ser humano, y el jefe de los mercenarios le da el tiro de gracia en la cabeza acabando definitivamente con él. Media hora después el ejército mercenario abandona Steele House. El cadáver de Damien ha sido colocado sobre una mesa en los establos a la espera de que lleguen las autoridades a hacerse cargo de él. Dylan Dog regresa a su casa de Londres un tanto confuso por la forma en que se han desarrollado los acontecimientos.

Al amanecer del día siguiente, Lilith, la hija de Leonora y Pierce sale de su habitación y recorre la casa buscando a sus padres. Encuentra a Pierce en su despacho, sentado en el mismo sitio en el que murió el padre de Leonora. También ha muerto de la misma forma, con la cabeza cortada. En el otro extremo de la habitación está la propia Leonora con el camisón ensangrentado y sosteniendo el famoso machete de Damien. Leonora confiesa entonces a Lilith que su marido, el hombre al que acaba de matar, no era su padre en realidad. Cuando se produjo la matanza de Steele House, ella y Damien eran amantes. Damien no tenía retraso mental como se dijo en el juicio, era simplemente un muchacho sencillo y algo bruto del cual la Leonora adolescente se enamoró. Sus adinerados padres no permitían semejante relación, y cuando ella se quedó embarazada trataron de separarlos y obligarla a ella a abortar.

Fue Leonora quién mató a sus padres y al personal de servicio de Steele House para que nadie supiera lo suyo con Damien y lo del hijo que esperaba de él. Tras cometer los asesinatos quedó en estado de shock por lo que había hecho. Volvió a su cama y al despertar al día siguiente estaba ciega. También había perdido la memoria, una respuesta de su mente al terrible acto que había llevado a cabo. Es por esto que la historia que se nos muestra al principio y lo que ella misma cuenta a Dylan Dog no cuadra con lo que este lee en los informes. Según los informes del caso Leonora quedó ciega al ver los cuerpos de sus padres y del servicio destrozados por toda la casa, mientras que el prólogo de esta historia nos la mostraba saliendo ya ciega de su habitación y comportándose como si lo fuera desde mucho tiempo atrás. Su ceguera, así como su amnesia, fue una defensa creada por su mente para tratar de preservar la mayor parte de su cordura, desvinculándola del horrible crimen que había cometido.

El motivo por el que se acusó a Damien de los asesinatos fue porque este, al ver a todos muertos en la casa, recogió del suelo el machete que Leonora había empleado para matarlos dejando sus huellas en él. Cuando la policía le detuvo ni tan solo se defendió. Quizá sabiendo que Leonora los había asesinado para que no le obligaran a abortar, Damien decidió hacer también un sacrificio similar y dejó que le inculparan por todo para que ella quedara libre de sospechas. La muerte de Damien la noche anterior rompió algo en la mente de Leonora, esa barrera que ella misma había creado de forma inconsciente, y le hizo recuperar la memoria.

Todo esto que Leonora cuenta a su hija, Dylan lo ha deducido a lo largo de la noche por sí solo dándole vueltas y más vueltas a los informes y a los sucesos ocurridos en Steele House. Cuando se presenta de nuevo en la casa, Leonora está terminando ya la explicación que da a su hija, la cual llora horrorizada. Como un último favor, Leonora le pide a Dylan que le lleve junto a Damien. Tomándola de la mano, este la guía hasta la cuadra en donde está el cadáver de su antiguo amor y la deja allí. A continuación monta a Lilith en su coche y se la lleva de vuelta a Londres para informar a la policía de lo ocurrido. 

En Steele House, Leonora toma un candil y lo estrella contra el suelo de paja de la cuadra, convirtiéndolo en una pira funeraria para Damien y para ella misma, que se queda entre las llamas para morir con él.

De camino a Londres, Lilith comienza repentinamente a gritar. El shock por lo sucedido la ha dejado ciega…

Esta es la primera aventura de Dylan Dog que leí, y sinceramente me encantó. Pese a que la extraordinaria resistencia física de Damien es difícil de justificar, esta es una de las historias con menor componente sobrenatural. Aquí no hay magia, ni fantasmas, ni vampiros, ni dioses oscuros, ni pesadillas que cobran vida en el mundo real. Es todo obsesión, locura, amor, furia y tragedia. Después de haber leído unos cuarenta cómics sobre este personaje, El retorno del monstruo sigue siendo una de mis historias preferidas.

Puedes repasar esta colección desde el inicio pulsando aquí.  

Il ritorno del mostro. 1987. Tiziano Sclavi (guion) Picatto (dibujo). Publicado suelto en 1993 y como tomo recopilatorio en 1994 por Ediciones B / Grupo Z. 

jueves, 27 de marzo de 2025

OCEAN BOMB de One Piece (2)

 LA DESPENSA

Presentado por… el sr. Peppin.

¡Saludos, sedientos y sedientas!

Aquí tenemos otro par de latas de refresco de One Piece. A la izquierda vemos la de Luffy, que es con sabor a yogur. La de la derecha es la que corresponde a Nami, con sabor a mango. Son de una edición diferente a las que ya vimos aquí

Estas salieron al mercado a principios del 2024. Una vez más, son de esos productos que compramos más por el envase que por el contenido. Sin darnos cuenta hemos terminado por convertirnos en coleccionistas de latas, quién lo iba a decir 😅🥫 

En la ilustración de Luffy, vemos que este tiene una cicatriz en forma de X en el pecho. Como no he tenido ocasión de ver la serie más que algunos capítulos salteados he buscado de donde salió esto, y si los datos que he encontrado son correctos, esa cicatriz la obtuvo en el arco de la batalla de Marinaford. En esta batalla Luffy trató de salvar la vida a su amigo Portgas D. Ace (hijo de Gold Roger, rey de los piratas) que iba a ser ejecutado. En un principio logró rescatarlo, pero justo a continuación este escudó a Luffy de un ataque usando su propio cuerpo, con lo que terminó muriendo igualmente. 

La vara azul que Nami empuña en la ilustración de su lata es la Clima-Tact, un arma capaz de generar oleadas de frio, calor y electricidad para manipular el clima de su entorno inmediato. Nami es navegante, y sería interesante que además de como arma emplease la vara para alterar las condiciones meteorológicas y la dirección del viento haciendo que estas fueran siempre las más favorables para el barco en el que esté, pero quizá esto supera la potencia del arma. 

Además del dibujo de los personajes en versión SD cada lata tiene un Jolly Roger (la calavera de las banderas pirata) personalizado.

Puedes ver más cosas relacionadas con One Piece pulsando aquí o bien ver más envases con ilustraciones interesantes pulsando aquí.

Luffy & Nami. One Piece Ocean Bomb. Shueisha. 2024. 

miércoles, 26 de marzo de 2025

HOMBRES Y BESTIAS

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, bestiales lectores.

Este es el primer y hasta donde sé el único cómic propio del autor español Rafael Garrés. Antes de Hombres y Bestias fue ilustrador de juegos de rol, portadista de otras colecciones de cómics e ilustrador independiente. Tras Hombres y Bestias alguien se fijó en él y comenzó a dibujar para varias editoriales, entre ellas DCMarvel y Dark Horse, participando en colecciones ya establecidas. Pero por lo que tengo entendido este fue el único trabajo 100% propio que llegó a publicar, siendo tanto guionista como dibujante del mismo.

El cómic es de 1995 y se publicó originalmente en tres partes. Aquí lo vamos a presentar en una sola entrada puesto que la historia es muy sencilla, y eminentemente visual. Las páginas tienen unas tres viñetas cada una en promedio, por lo que se puede leer y contar realmente muy rápido. El estilo de dibujo es claro y detallado, con escenas de acción rápidas y una dosis razonablemente alta de sangre y tiros, cómo debe ser.

Hombres y bestias (nº 1). La historia tiene lugar en Necrópolis, un vertedero industrial tóxico que se ha formado junto a una ciudad portuaria que podría ser perfectamente Nueva York, aunque no se nos dice de cuál se trata, y realmente no importa. La ciudad es el escenario accesorio. Todo lo importante tiene lugar en Necrópolis.

Comenzamos en la comisaría de policía de la ciudad, en la que un cabreado comisario asigna una misión a un pequeño grupo de mercenarios. Dos de sus agentes han sido prácticamente despedazados y devorados mientras patrullaban por las inmediaciones de Necrópolis, que con el tiempo se ha convertido en una especie de segunda ciudad adosada la primera, una zona sin ley, escondrijo de todo tipo de rechazados y mutantes.

La misión que el comisario encarga a los mercenarios no es buscar a los culpables de lo ocurrido a sus hombres, porque no le importa en absoluto quién haya sido. Son una expedición de castigo. Los envía simplemente a matar a lo que pillen, a dar una exhibición de fuerza para que los habitantes de Necrópolis se lo piensen mejor la próxima vez que tengan intención de hacer algo así. Los mercenarios irán acompañados por Sabage, que al parecer es un habitante de la propia Necrópolis que colabora con la policía a modo de guía local.

Sabage lleva a los mercenarios hasta el interior de Necrópolis y una vez allí, lejos de miradas indiscretas, se transforma en una especie de criatura hiper musculada llena de garras y dientes afilados, y se lanza contra ellos, destrozándolos en cuestión de segundos. 

A pesar que recibe varios disparos casi a bocajarro estos no parecen tener ningún efecto en él. Sus heridas se cierran rápidamente y sólo con sus garras y su fuerza se basta para acabar con los mercenarios. Luego toma sus cabezas y se las hace llegar al comisario. Este pretendía dar una advertencia a los habitantes de Necrópolis, pero son los habitantes de Necrópolis quienes le han advertido a él que deje de enviar hombres a patrullar por su zona.  La reacción del comisario es buscar un grupo de mercenarios más duro todavía. 

Esta vez se pone en contacto con la División de Erradicación Mutante, especializados en la caza y destrucción de metahumanos, porque ya sospecha que Sabage lo es.

Estos nuevos mercenarios están al mando de la coronel Grosskopf. La imagen que se nos da tanto de ella como de sus hombres va cambiando a lo largo de los cómics. Al principio parece que vayan a ser los protagonistas de la historia y que el villano a derrotar es Sabage. Pero esta primera impresión empieza a tambalearse casi inmediatamente en el siguiente número.

Hombres y bestias (nº 2). Mientras el equipo de mercenarios se dirige hacia necrópolis en un avión de transporte de tropas ligero, Grosskopf hace un rápido repaso de lo que saben sobre Sabage, y se nos da a entender que la comandante ya se ha enfrentado anteriormente a él. El grupo llega a Necrópolis y es casi inmediatamente atacado por Sabage, ya transformado, que salta sobre ellos dispuesto a acabar con todos. Sin embargo una de las mujeres del grupo resulta ser una psíquica. Percibe su presencia y prevé el ataque antes de que se produzca. Esto da tiempo a Grosskopf a reaccionar, alcanzando al monstruo con varios disparos en medio del salto cuando ya estaba por caer sobre ellos.

En esta ocasión vemos que las balas que ha empleado sí tienen efectos sobre él, dejándolo gravemente herido aunque sin llegar tampoco a matarlo, por lo que debemos suponer que estos emplean algún tipo de munición especial con la que no contaba el primer grupo de mercenarios. Sabage también reconoce entonces Grosskopf y trata de huir de ella, pero esta le dispara a la espalda una ráfaga de dardos tranquilizantes. Pese a esto Sabage logra poner algo de distancia y se refugia en una vieja catedral, donde finalmente se derrumba, falto de fuerzas. Allí es donde los mercenarios lo encuentran y lo encadenan a una columna.

Cuando pasa el efecto de los dardos tranquilizantes, Sabage ha recuperado su forma humana. También sus numerosas heridas se están regenerando a una velocidad alarmante.  Y es aquí cuando la coronel Grosskopf cuenta a sus hombres (y a los lectores, de rebote) el pasado que ella y Sabage comparten. Su primer encuentro tuvo lugar en 1423. Grosskopf era una caudilla de la Santa Inquisición, que al mando de un ejército de caballeros se dedicaba a ir de pueblo en pueblo purgándolos de todos aquellos a los que consideraban brujos. 

El celo de Grosskopf era tan elevado que ante el menor indicio de lo que ella considerase brujería, todo el pueblo era masacrado o quemado. En uno de esos pueblos es donde se encontró por primera vez con Sabage, que era uno de los aldeanos. Al ser encendida su pira, este adoptó su forma de monstruo para escapar, haciendo una matanza entre los caballeros. De algún modo consiguió escapar del ejército de Grosskopf en aquella ocasión, y desde aquel primer encuentro ha habido otros que terminaron siempre sin un vencedor claro.

Lo más curioso de esta historia es que ninguno de los hombres de Grosskopf encuentra extraño que ella esté aún viva desde la Edad Media. De Sabage se podría entender, puesto que si es algún tipo de mutación humana esta podría haber afectado a su longevidad. Pero ¿qué ha mantenido viva a la coronel desde entonces, y por qué sus hombres aceptan esto sin dudarlo?

Mientras los mercenarios están discutiendo sobre qué hacer con él, Sabage se transforma de nuevo en una bestia. La secuencia de viñetas en la que se nos muestra esto es interesante porque vemos como él oye una voz en su cabeza que le reclama que le ceda el control, como si una entidad sobrenatural (o quizá una doble personalidad) estuviera ocupando su mismo cuerpo y necesitase el permiso o complicidad de este para transformarlo en bestia.

 

Sabage cede a la petición de esta entidad, y una vez transformado rompe las cadenas fácilmente, desgarrando con su zarpa el cuello de uno de los mercenarios.

Hombres y bestias (nº 3). Libre pero enfrentado todavía a tres enemigos, Sabage huye por la catedral, y los mercenarios se dispersan para buscarle. Otro detalle que nos hace dudar sobre la verdadera naturaleza de los mercenarios es que la coronel les indica que, puesto que no hay testigos en las inmediaciones, pueden prescindir de sus armas de fuego para cazar a Sabage. También vemos que el cuarto mercenario, el hombre al que Sabage abrió el cuello de lado a lado con su garra, sonríe a pesar de ello mientras se incorpora de nuevo.

Los mercenarios se dispersan para buscarle y Sabage aprovecha esto para ir atacándoles individualmente. Su primera presa es la chica psíquica, que es la más débil del grupo y ejerce de apoyo del resto. Aprovechando su mayor velocidad, Sabage la mata de un golpe. A continuación se enfrenta con el hombre al que le cortó la garganta, que ya parece totalmente recuperado. De su cuello desgarrado brotan largos tentáculos acabados en aguijones con los que atrapa e intenta estrangular a Sabage. Mientras pelea contra los tentáculos, Sabage consigue acercarse lo suficiente al mercenario como para estrujarle la cabeza, lo que esta vez sí le provoca la muerte. 

El siguiente a por el que va es uno del que ya habíamos visto que tenía un brazo cibernético… o eso parecía. Durante el combate contra él, Sabage mete entre sus ropas una granada que le había quitado al mercenario anterior, y cuando esta detona vemos que no es que tuviera un brazo biónico sino que en realidad es un androide estilo Terminator, con un armazón totalmente mecánico cubierto de piel, como camuflaje. Este resulta más duro que los anteriores y Sabage realmente no logra vencerlo, solamente sobrevive a su encuentro con él. Mientras ambos pelean el viejo suelo de la catedral cede bajo sus pies y los dos se precipitan a un sótano. Sabage aterriza sobre una pila de viejos huesos que frenan algo su caída, mientras que el androide lo hace sobre una gran cruz de madera rota en la que queda empalado.

Habiéndose librado ya de los hombres de Grosskopf, Sabage abandona la catedral buscándola a ella, y esta pone las cartas sobre la mesa. Efectivamente la División de Erradicación Mutante está compuesta enteramente por metahumanos: humanos mutantes o con poderes psíquicos, porque son los únicos lo bastante duros como para acabar con otros metahumanos. Grosskopf le muestra entonces a Sabage su verdadera naturaleza, arrancándose tanto la ropa como la piel y revelando su forma real, similar a la de un licker del Resident Evil 2. Cierto es que el Resident Evil 2 y sus lickers son tres años posteriores a este comic, pero me valen como una referencia rápida de su aspecto.

Durante siglos la criatura que se hace llamar Grosskopf ha vivido mezclada con la humanidad, pero su capacidad metamórfica está fallando, y dentro de poco será incapaz de adoptar esa apariencia. Su época de trabajar para los humanos ha terminado, y puesto que estos pretenden destruir a todos los metahumanos, no podrá seguir colaborando con ellos con su verdadero aspecto. Tras haber dedicado su vida a cazar metahumanos, finalmente se ve obligada a vivir como uno de ellos, y propone a Sabage que se alíen. Pero Sabage tiene otros planes. Grosskopf le ha acosado y tratado de matar tantas veces a lo largo de los siglos que aliarse con ella es impensable. Se lanza a matarla, pero estas se limita a esquivarlo y saltar lanzándose a las aguas del puerto. Nada hasta la ciudad y, quizá para ir borrando su rastro o quizá como muestra de buena voluntad hacia Sabage entra en la comisaría de policía y arranca la cabeza al comisario que la envió a Necrópolis.

La escena cambia de nuevo a Necrópolis, donde Sabage está tranquilamente sentado sobre un montón de cascotes. El olor familiar de la sangre fresca llega hasta él. Corre en busca del origen de ese aroma y se encuentra con Grosskopf. Esta, en su auténtica y al parecer ya definitiva forma, ha clavado la cabeza del comisario en una estaca a modo de ofrenda. Contemplando el macabro trofeo Sabage le dice a la metahumana que con el tiempo comprenderá que lo que la hace comportarse de un modo tan salvaje no es su mitad animal, sino su mitad humana. Esta frase es importante, porque en ese momento Sabage parece un mentor dando lecciones a una alumna todavía en desarrollo. Y esto nos hace suponer que en realidad Sabage es una entidad mucho más antigua que Grosskopf, y que ya ha completado una senda de aceptación de su verdadera naturaleza que Grosskopf aún está recorriendo.

Y así concluye Hombres y bestias, sin que lleguemos a enterarnos de si estos dos terminan matándose uno al otro, si terminan aliándose, o si cada uno marcha por su lado. Es como dije al principio una historia corta y sencilla, tanto que se podría haber publicado en un solo tomo en lugar de por entregas pero eso ya son decisiones de la editorial en las cuales no me meto. El entorno es un tanto genérico, pero precisamente por eso es fácil de asimilar. Va directamente a la acción, sin necesidad de dar muchas explicaciones. No puedo saber si Garrés tenía intención de hacer algo más sobre este entorno o estos personajes, pero tiene toda la pinta de estar pensado como una miniserie sin continuidad.

Hombres y bestias. 1995. Rafael Garrés (guion y dibujo). Publicado por Tebeos Glénat.