MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

lunes, 31 de julio de 2023

MUTANT MAN

  EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              ¡¡¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!!!                                                                                                                                                                   

 Presentado por... Pecky.

¡Saludos, amigos cinéfagos!

Hoy me pasó algo realmente extraño. Me levanté sin ganas de escribir. Normalmente (salvo algunos días especiales que reservamos para cosas concretas) cada día escribimos sobre lo que nos apetece más en ese momento. 

Hoy pensaba reseñaros otra película y me di cuenta que no tenía las mínimas ganas de hacerlo, así que… mis opciones eran no publicar nada, o bien hacer una reseña sobre Mutant Man. La película es tan terriblemente mala, que el hecho de escribir sobre ella con desgana no la hará parecer peor. 

Empezamos con un típico parto en casa de un bebé deforme, en una aislada granja. “¡Es igualito que su padre!” exclama emocionada la partera, y sinceramente este detalle me parece lo mejor del film, aunque esté claramente robado a la referencia a los ojos del bebé de La semilla del Diablo. Se da a entender que el bebé es deforme debido a que fue concebido por un demonio o durante unas ceremonias satánicas, aunque es algo que no tiene ninguna influencia en la historia.

La madre muere al dar a luz, pero esto no parece importar a nadie, ni tan solo a sus propios hijos pequeños (y normales) que están encantados con su nuevo y monstruoso hermanito. 

De ahí pasamos a un montón de años después para darle tiempo al bebé mutante a crecer lo suficiente como para ser peligroso. Un grupo de jóvenes viajan en una camioneta buscando paisajes en los que rodar una película de ciencia ficción cuyo guion aún están escribiendo. Paran a preguntar por una dirección en un puesto de venta de frutas que hay a un lado del camino. La mujer que atiende el puesto es la partera que vimos al principio, que es también la madre de la mujer que dio a luz al monstruito. Junto con ella están sus nietos, los hermanos del monstruo, que han crecido para convertirse en chicos y chicas idiotas. En serio, cuando los vimos de niños parecían mucho más espabilados, pero se ve que al crecer sus mentes se han ido degradando o brutalizando. Quizá tenga algo que ver el que se alimenten de fruta roída por ratas, como la que vende su abuela. 

La señora del puesto de fruta les ofrece los terrenos de su granja para que aparquen la furgoneta allí a pasar la noche, y los viajeros aceptan. ¿Nos estaremos enfrentando a otra mala copia más de La Matanza de Texas, con el Mutant Man en el papel de Leatherface? Pues sí, y una de las peores. 

De camino a la granja de los paletos asesinos, los viajeros se encuentran con una patrulla de policía. Una de las chicas del grupo conoce a uno de ellos de cuando eran niños, y los policías deciden acompañarlos en su acampada. Así, por las buenas, como si no tuvieran unos horarios que cumplir o una ruta de patrulla que seguir. Viajeros y policías terminan en la granja, donde la abuela y los hermanos idiotas van aprovechando cada ocasión que tienen para ir capturándolos o liquidándolos cuando están solos o en parejas. 

Cuando ya han desaparecido la mitad, el resto empieza a sospechar algo (son unos linces, tanto un grupo como el otro) y presentan algo de resistencia, pero nada significativo. Los paletos (con el Mutant Man incluido, al que dejan salir del sótano donde generalmente lo tienen) siguen matándolos o capturándolos a todos, mientras bromean sobre como los van a cocinar.

La película termina con los viajeros, policías y algunos extras muertos, salvo dos. Uno de los chicos de la furgoneta se escapa en un coche y a una de las chicas, en lugar de matarla le rompen las piernas, sugiriendo que van a conservarla viva con algún otro depravado fin. Quizá para dar pie a una nueva generación de mutantes. 

He visto muchas películas de este tipo, y no suelo tener problemas con ellas porque lo que más me llama es siempre la historia y la forma en la que se cuente. Cosas como los efectos especiales penosos, las malas actuaciones, o notables fallos de montaje, son detalles sin relevancia. En muchos casos, especialmente en películas como estas, la falta de medios y el cutrerío generalizado son un extra, porque dan a la cinta ese aire sucio y vulgar que el entorno requiere. Hay películas que son "malas pero entrañables". Esta es simplemente mala.

El gran problema que tiene Mutant Man es que no se decide entre ser una película de terror o una comedia. Hay grandes comedias de terror, pero porque estuvieron planeadas para serlo desde un principio. Esta da la impresión que se comenzó a filmar como película de terror y cuando fueron conscientes de lo mal que les estaba quedando decidieron hacerla pasar por una comedia, para disimular. 

Hay escenas que son expresamente ridículas mezcladas con otras bastante cruentas. El Mutant Man en sí no tiene una importancia especial, siendo simplemente otro caníbal rural del montón, algo más alto, fuerte, tonto y feo que el resto de la familia. No transmite esa sensación de "ser la amenaza principal" que sí nos transmitía el Leatherface original. Todas las actuaciones son irrelevantes, hasta el punto que un segundo después de terminar de ver la película era incapaz de recordar el nombre de uno solo de los personajes. Tampoco llegas a encariñarte o odiar a ninguno. Los buenos son idiotas y los malos más ridículos que intimidantes. El guion, dirección y producción corrieron a cargo de Suzane DeLaurentis, que quizá pensó que con el apellido famoso le bastaba para que la gente aclamara sus películas y no se esforzó mucho en ninguna de las tres funciones que asumió en este film.

El texto de contraportada indica (cito textualmente) “¡Con algunos de los mejores efectos especiales jamás vistos antes, Mutant Man hará que te tapes los ojos!”. Y sí, el nivel de los efectos especiales son algo jamás visto antes, y también hacen que quieras taparte los ojos. O sacártelos. Fijaos en esta escena, por ejemplo.

El mutante atraviesa a un hombre de un puñetazo pero el brazo le entra a la victima a la altura del estómago y le sale entre los omóplatos. ¿Será que la mutación del Mutant Man consiste en que su brazo se puede doblar en zigzag? ¿O será que alguien pegó el brazo falso donde no debía y nadie en el set de rodaje estaba tan atento a lo que hacía como para darse cuenta?

Probablemente la persona que escribió el texto solo vio la película por encima, si es que llego a hacerlo. Ese mismo texto nos indica que los viajeros son dos cuñadas y los hijos e hijas de ambas, pero en la película no se hace ninguna referencia a esto ni el comportamiento que los chicos tienen entre ellos sugiere nada parecido. Las supuestas madres no tienen aspecto de ser más de diez años mayores que sus supuestos hijos, los cuales hacen cosas como tontear (sexualmente) unos con otros a pesar de la relación familiar relativamente cercana que hay entre ellos.   

El intento de recordar a La Matanza de Texas (veintidós años anterior a Mutant Man) es muy evidente, a pesar que el deforme no usa máscara ni motosierra. Es el mismo tipo de ambiente rural aislado pero peor hecho. Los paletos son caníbales porque les gusta serlo, no por necesidad. Curiosamente, dos de ellos matan a un par de policías y se visten con sus uniformes, como veríamos también en La Matanza de Texas, el Origen (diez años posterior a Mutan Man). ¡Películas de caníbales rurales “alimentándose” mutuamente unas de otras!

Foto familiar, de recuerdo.

Mutant Man. 1996. Suzane DeLaurentis (guion y dirección) Actores y actrices principales: ninguno en particular. DeLaurentis & Jim Hass Productions. Editado en DVD por Media Luna Films.

domingo, 30 de julio de 2023

EL JURAMENTO DEL CORSARIO NEGRO

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                       

 Presentado por... Pecky.

¡Saludos, amigos cinéfagos!

Hoy reseñamos una de las mejores adaptaciones de la obra de Salgari que hemos tenido la suerte de ver. Se trata de El juramento del Corsario Negro, una película en la que se mezcla y adapta material de las novelas El Corsario Negro (1898) y La reina de los Caribes (1901). Se cambian muchas cosas por la necesidad de abreviar las tramas, y aun así la cinta dura más de 120 minutos, lo cual es mucho metraje para una película de 1976. Emilio y Honorata fueron interpretados por Kabir Bedi y Carolé André, que representaron también los papeles de Sandokan y Marianna en la serie de imagen real sobre ese personaje.

Como ya hemos comentado los libros en los que se basa, además de reseñar la película iremos repasando las diferencias respecto a las novelas. Si no las habéis leído podéis dar un vistazo a los resúmenes que hicimos de ellas pulsando en los enlaces que dejamos arriba. 

La historia comienza con los hermanos del Corsario Negro aun vivos, mientras que en la novela Emilio es el único superviviente de la familia. El Corsario Rojo (Enrique) y Verde (Amadeo) han estado diez años siguiendo el rastro de Wan Guld, el odiado asesino de sus padres. Finalmente han dado con él. Aunque el plan que tenían era esperar a Emilio para enfrentársele los tres juntos, Enrique y Amadeo son más jóvenes, ingenuos e impetuosos que el Corsario Negro, y deciden ir a por su presa ellos solos. Wan Guld se deshace de ambos fácilmente y sus cadáveres son colgados en una plaza pública. 

Mientras tanto, Emilio se ha retrasado debido a que su ruta le ha llevado a pasar cerca de un poblado de indios que están siendo masacrados por los Flamencos, los soldados de Wan Guld. Emilio el Corsario Negro, Carmaux el vizcaíno y Van Stiler el hamburgués atacan a los Flamencos acabando con todos ellos a pesar de su enorme superioridad numérica. La única superviviente del poblado de los indios es la joven Yara, que en las novelas nos encontrábamos como criada de un contable al inicio de La Reina de los Caribes. Yara está rezando junto a los cuerpos de sus dos hermanos, y al contemplarlos, Emilio tiene una visión de sus propios hermanos muertos, y retoma rápidamente su viaje. Yara, que se siente unida a él por haberla salvado y que ya no tiene motivos para permanecer en su poblado, arrasado y lleno de cadáveres, le acompaña. Se sugiere que Yara pudiera tener alguna clase de poderes mágicos, pero es algo que apenas llega a desarrollarse. 

Emilio arriba a Maracaibo y recupera los cuerpos de sus hermanos para entregarlos al mar. Es en este punto donde comienzan las novelas, y aunque la parte de la película en la que se nos muestran al Corsario Rojo y Verde fueron una invención de los guionistas, no desentona para nada con el estilo de Salgari y la visión que se da de ellos podría ser perfectamente canónica. 

Durante el funeral marino Emilio comete el gran error de prometerle su alma al Diablo si le permite vengarse de Wan Guld y toda su familia. Tan pronto como Emilio hace este juramento y entrega los cuerpos de sus hermanos al mar, avistan un galeón español y los abordan. El Diablo parece haber comenzado a mover sus hilos y pone en sus manos a Honorata, la hija de Wan Guld, que viajaba a bordo del galeón. Emilio permite marcharse en un bote a los supervivientes del abordaje, pero conserva a Honorata para venderla como esclava en Tortuga, tal como dicta la ley de los piratas. La ayudante de cámara de Honorata, sabiendo que la familia Wan Guld es odiada por los piratas, la presenta con otro apellido para mantenerla a salvo. 

Sin embargo, la sirvienta no logra engañar ni a Emilio ni a los fantasmas de sus hermanos, que se manifiestan ante él. Le miran como si quisieran advertirle o le recriminaran algo, pero no parecen capaces de hablar. Tan solo le miran unos segundos durante los cuales nadie más que el propio Emilio puede verlos a ellos, y luego se esfuman. 

Emilio lleva su botín a Tortuga, la isla de los piratas. Allí conoce al conde de Lerma (que en las novelas era duque). El conde de Lerma es otro prisionero más de los piratas. Cuando uno de los capitanes piratas empieza a molestar a Honorata, el conde sale en su defensa. Debido a esto, cuando el pirata se dispone a matar al conde, es Emilio quien sale a su vez en defensa de este y a continuación compra él mismo a su prisionera. 

En Tortuga, Emilio conoce a otros dos personajes que se incorporarán a la trama: Morgan y José. Morgan es el pirata inglés histórico, que aquí se nos presenta todavía como un joven desconocido por todos al inicio de sus correrías como pirata. José es un prisionero español de Morgan que estuvo al servicio de Wan Guld. Los capitanes pirata están planeando atacar Maracaibo para saquearla, pero Emilio quiere adelantárseles. Sabe que Wan Guld está allí, y que durante un ataque masivo al puerto este podría escapársele fácilmente. Llega a un trato con Morgan y José para que le ayuden a llegar hasta Wan Guld antes del ataque pirata, cuando aún esté desprevenido. Cuando parte hacia Maracaibo, Honorata sube como polizona a bordo del barco del Corsario Negro (que aquí se llama Polvore en lugar de Rayo) y revela su presencia una vez están en altamar. 

Honorata ya se ha enterado de toda la historia de Emilio. Se han enamorado mutuamente, y así como Emilio juró a sus hermanos exterminar a los Wan Guld y juró al Diablo entregarle su alma si le permitía hacerlo, Honorata le jura a Dios compartir el destino de Emilio, sea este el que sea. Poco después José, el antiguo criado de Wan Guld, ve a Honorata en la cubierta y la reconoce, revelando su verdadera identidad. Al saber que es hija de Wan Guld, y obligado por el juramento a sus hermanos, Emilio la abandona en altamar en una diminuta chalupa, para que el eterno océano decida si vive o muere.

Aquí es donde terminaría la novela de El Corsario Negro, y el resto se correspondería principalmente a La reina de los Caribes, pero durante toda la película elementos de un libro y otro se van solapando continuamente. 

El ataque a Maracaibo, que en las novelas es anterior al abandono en el mar de Honorata, se produce aquí después de este. Durante el combate Emilio es malherido y capturado por los hombres de Wan Guld. El conde de Lerma, que se encontraba en Maracaibo, le libera como pago a la ocasión en que Emilio le salvó a él. Sin embargo, le advierte que aunque le admira, considera que su deuda con él está pagada. Si se vuelven a encontrar será como enemigos, puesto que como español su obligación es matarlo. Emilio se reúne con sus hombres y ataca el barco de Wan Guld, que está huyendo de Maracaibo con algunos supervivientes. 

Durante la batalla mueren gran parte de los hombres de Emilio, incluyendo a José, que ya había pasado de ser un prisionero a integrarse totalmente en su tripulación. Con el timón destrozado, el Polvore se aleja de la batalla, dejando a Emilio, Carmaux, Van Stiler y Yara (que está agonizando por una herida) en el barco de Wan Guld. Emilio se lanza a por él, pero cuando se dispone a matarlo los fantasmas de sus hermanos aparecen para bloquear sus acometidas. De nuevo él es el único que puede verlos, y Wan Guld contempla perplejo como Emilio se lanza a fondo para atravesarle con su estoque y algo le frena en seco. 

Incapaz de entender porqué precisamente sus hermanos le impiden matar a Wan Guld, Emilio baja la guardia y su enemigo se le escapa. Todos sus Flamencos han muerto, y viéndose solo en el barco, Wan Guld lanza una antorcha contra la Santabárbara, haciéndolo estallar. 

Emilio y sus compañeros se arrojan al mar llevándose con ellos a Yara, que muere poco después. El barco de Wan Guld vuela en pedazos, matándolo. Los piratas se aferran a unos restos flotantes, y dejan que la corriente les arrastre. El destino quiere que esa corriente sea la misma que se llevó el bote donde abandonaron a Honorata, y que termina por llevarlos hasta la misma costa donde llegó ella y fue acogida por una tribu de caribes. Honorata y Emilio se reencuentran después de haberlo perdido todo, y olvidan cualquier inútil rencor que pudiera quedar por parte de ambos. Ya nada tiene sentido ni valor más allá del hecho de que los dos están vivos y juntos. 

El Polvore, reparado y capitaneado ahora por Morgan, llega hasta esa costa algún tiempo después, buscándolos, guiándose probablemente por el patrón de corrientes imperante en la zona. Al ver su antaño amado barco en el horizonte, Emilio huye de él. Su barco representa una vida que ha dejado de ser la suya. Su sed de venganza ha sido saciada, y reniega de su vida de pirata. Tomando el bote en el que Honorata llegó a esa costa, ella y Emilio se hacen a la mar en busca de un puerto donde nadie les reconozca, para comenzar una vida anónima juntos, tal como termina también La reina de los Caribes

La película es más fiel al espíritu de las novelas que a su texto. Mezcla elementos de ambas cambiando el orden en el que ocurren algunas de las cosas y se inventa otras, pero todo encaja perfectamente en el estilo de Salgari. En algunos aspectos incluso lo supera. La escena en la que los fantasmas de sus hermanos detienen la espada de Emilio es magnífica por aquello que implica. Cuando Emilio entrega al mar los cadáveres de sus hermanos, promete su alma al Diablo si le permite matar a Wan Guld. Y es por ello que los fantasmas de sus hermanos asesinados lo detienen. Porque si mata él mismo a Wan Guld, su alma irá al infierno. Los hermanos de Emilio, por amor hacia este, prefieren seguir siendo ellos almas en pena antes de permitir que su hermano pierda la suya. Y la única forma que tienen de salvar el alma de su hermano, es impidiendo que este mate a Wan Guld, la persona que más odian.

Otro detalle que me gusta mucho de esta versión, es la imagen que se da del conde de Lerma. Él le explica a Emilio que le queda un año de vida debido a una enfermedad hereditaria propia de la nobleza, por la consanguinidad. Cuando vuelven a enfrentarse, el conde está deseando que Emilio le mate, porque prefiere que su sangre corrompida se derrame en combate antes que toserla y morir en cama con los pulmones encharcados. 

El personaje de la marquesa de Bermejo se deja bastante de lado. Aparece un momento pero no tiene relevancia y carece de la valentía y la fuerza de voluntad que demostraba en la novela. 

Moko se deja ver también en algunas escenas y, aunque está bien representado, no acompaña todo el tiempo a Emilio como hacen Carmaux y Van Stiller. 

José lucha usando una navaja, pero no una cualquiera. Lo que emplea es una sietemuelles, una enorme navaja de hoja plegable de origen español. La hoja medía 50 cm (llegaba al metro una vez desplegada) y era tan ancha como un machete. Recibía su nombre porque al abrirla sonaban uno tras otro siete fuertes chasquidos muy característicos. Muchos piratas y bandidos la abrían de forma expresamente lenta por el efecto intimidador que los siete chasquidos producían, como una cuenta atrás que anunciaba la muerte del adversario. Desgraciadamente la película no refleja esto. 

Por último, el personaje de Morgan era muy típico de las películas de piratas ya que al ser un famoso pirata histórico todos podían usarlo, pero no termina de encajar en esta historia, que tiene un carácter propio más cercano al drama que a la aventura.

Y esta ha sido mi reseña de El juramento del Corsario Negro. Nada me queda salvo recomendaros que veáis la película teniendo siempre presente el año en que se hizo y que (al menos en esta edición) no se ha hecho ningún trabajo de restauración de la imagen. O mejor aún, que leáis los libros, teniendo en cuenta también el año y las condiciones en que se escribieron. 

Puede ver otra película de piratas pulsando aquí, o más sobre la obra de Salgari pulsando aquí

Il Corsaro Nero. 1976. Alberto Silvestri, Sergio Sollima (guion) Sergio Sollima (director) Kabir Bedi, Mel Ferrer (actores principales) Carole André, Sonja Jeannine (actrices principales) Rizzioli Película. Editada en DVD en 2007 por Naimara Producciones.  

sábado, 29 de julio de 2023

ROBOTS DE COMBATE de Airgamboys

  LA COLECCIÓN DE FIERAS

    Presentado por… Bem.

¡Hola raros!

Estos extraños robots de combate con aspecto de “platillos volantes con rostro” aparecieron en varias de las cajas de los Airgam Space de los ochenta.

Cada una de las facciones tenía los suyos. Las figuras eran idénticas y solo se cambiaban los colores y pegatinas. Los que vemos aquí son los correspondientes a los bandos de Galaxy Patrol (los humanos) y Red Planet (alienígenas variados). Fijaos, por cierto, en que las pegatinas de uno de los Galaxy Patrol vienen en amarillo y las del otro en blanco. 

Los robots traían en la parte de abajo un par de piernas bastante frágiles. Ninguno de los que tengo las conservan. En la parte de arriba, coronando el cefalotórax del robot vemos una pieza transparente que representa una luz (quizá una luz destellante, como las de las alarmas o los vehículos de emergencia) pero es solo algo decorativo. La figura no incluye luces que se enciendan, pilas ni ningún otro elemento electrónico.  

Los cañones laterales están articulados (se pueden girar verticalmente 360º) y originalmente venían con uno proyectiles alargados que podían encajarse en ellos y dispararse por un sistema de resortes. 

Un tercer proyectil en forma de disco se le podía encajar en la ranura frontal que hace pensar en una boca y le da un “rostro” al robot, y dispararla con un resorte situado en la parte posterior.  

Miden unos 5 cm de diámetro (sin contar los cañones ni el resorte del disco) y los mismos de alto.

Puedes ver más sobre la línea Space de Airgamboys pulsando aquí.

Nombres desconocidos. Airgam Space. Airgamboy. Presentados en caja con ventana. Dos puntos de articulación. 1980 aprox.

viernes, 28 de julio de 2023

LA FIEBRE DEL DOMINGO NOCHE

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, severos lectores.

La vida en las Mega City es complicada, como nos muestran las dos historias aparecidas en el nº 13 de la edición española de Juez Dredd de MC. Estas son La fiebre del domingo noche y otra sin título, ambas con guion de T. B. Grover. En realidad, la historia sin título aparece la primera en el comic pero la comentaremos en segundo lugar porque, si bien interesante, nos parece peor que la otra. 

La fiebre del domingo noche (dibujo de C. R. M. Kennedy) nos muestra un domingo típico en Mega City. Las noches de los domingos son el peor momento de la semana, porque es cuando los ciudadanos se enfrentan a la perspectiva de afrontar otra semana más. La mayoría de la gente no tiene un empleo fijo y tiene que buscarse la vida día a día para comer algo. La noche del domingo es el momento en el que esa gente se derrumba, los índices de violencia se disparan, y las calles se llenan de suicidas e histéricos. 

En un bar de mala muerte, una mujer llamada Ruby está a punto de derrumbarse también. No tiene empleo y culpa de ello a un tal Mac. Hace años Ruby trabajaba de canario en una fábrica de gas hasta que fue sustituida por Mac. Los trabajadores de la fábrica son robots, y la función del canario es… bueno, morirse si se produce un escape de gas, que los robots no pueden percibir al carecer de olfato. El canario de la fábrica se limita a permanecer sentado en una silla, y si algún robot se lo encuentra muerto, da la alarma de fuga de gas.  

Uno de los camareros del bar se llama también Mac. Enturbiada por el alcohol y la depresión, Ruby confunde a un Mac con otro y lo agrede hasta dejarlo tendido en el suelo, muerto a todas luces. Los parroquianos del bar, cuyo cerebro tampoco carbura muy bien, salen corriendo hacia la fábrica de gas para solicitar la plaza de canario, ahora que Mac la ha dejado vacante. 

La noticia de que hay un empleo disponible en algún lugar recorre las calles, y cientos de mendigos, desempleados y gente desesperada y hambrienta se van uniendo al grupo inicial, formando una turba.

La turba entra a la fábrica a pedir el puesto, y se encuentran a Mac (al verdadero Mac) tranquilamente sentado en su silla. Al darse cuenta que en realidad no hay un empleo disponible, la turba se siente engañada y desata su furia contra la propia fábrica. Destrozan a golpes varias tuberías que liberan una nube de gas de las alcantarillas, que pudre la carne en segundos. La nube de gas inunda la fábrica y escapa al exterior, recorriendo las calles como una densa niebla que reduce a esqueletos a toda la gente con la que se cruza.

Los jueces intervienen, logran sellar las tuberías y esparcen un producto químico por las calles afectadas que neutraliza el gas. Dredd aparece, pero no tiene un papel relevante en esta historia. 

Al final del día, quince mil personas han muerto por una plaza de empleo que en realidad nunca estuvo disponible. ¡La parte buena, es que el numero de parados en Mega City se reduce en quince mil personas de golpe! 

La otra historia (con dibujo de R. Smith) que carece de título, trata sobre un muchacho llamado Pedro que sufre de piroquinesis, es decir, la capacidad de prender fuego a las cosas mediante su mera fuerza de voluntad. Digo que sufre de piroquinesis porque en el mundo de Juez Dredd los poderes psíquicos son el resultado de mutaciones, y es ilegal ser un mutante psíquico no registrado. Los padres de Pedro no han comunicado a las autoridades la peculiaridad de su hijo, y siempre han tratado de esconderla. 

Un día Pedro es atacado en la calle por un mendigo que intenta robarle la bolsa de comida que lleva con él. Pedro reacciona incinerando al hombre en un ataque de rabia, y dos chavales de su bloque de viviendas lo ven. Empiezan a amenazarle con denunciarlo a él y su familia si no emplea su poder para lo que ellos digan. 

Primero le hacen detonar (por simple diversión) un depósito de gas, que envuelve en una nube de fuego varios bloques de edificios provocando cientos de muertos y heridos. También le obligan a matar a un hombre para robarle el dinero que llevaba en un maletín. 

Pedro tarda demasiado en darse cuenta que su mejor opción es incinerar a los propios chavales que le chantajean. Cuando se decide a hacerlo, ya ha matado también a un Juez que se ha presentado en su casa. Dredd encuentra a Pedro justo cuando este acaba de carbonizar a los chavales y le conmina a entregarse, pero este ya no puede aguantar más. Su poder, que no pidió tener, del que no se puede deshacer y que no puede evitar usar, solo le ha traído problemas, y lo utiliza para incinerarse a si mismo. Sus padres son detenidos por no haber informado sobre el poder de su hijo, y condenados a treinta años de prisión. 

En ambas historias el papel de Dredd es secundario. Es simplemente uno más de los jueces que están por la zona participando en la investigación. No llega a efectuar un solo disparo ni golpear a nadie. La mayor parte de su labor se limita a coordinar por radio otras unidades, y lo cierto es que esto queda muy bien. De algún modo le da un toque realista y variado al personaje, que hasta eso de estar disparando a criminales cada uno de los días de su vida se le debe hacer monótono.  

Puedes ver más casos de Dredd pulsando aquí.

Sunday Night Fever. 1987. T.B. Grover (guion) C. R. M. Kennedy, R. Smith (dibujo) Juez Dredd nº 13. Publicado por MC Ediciones.

jueves, 27 de julio de 2023

EL DIA DE LOS TRÍFIDOS

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Hoy, 27 de julio, celebramos el Dia internacional de sacar a pasear tu planta de interior. Sí, tal como suena. Existe un día para sacar de paseo las plantas de interior, así que ya sabéis; coged vuestra planta preferida, acunad su maceta entre los brazos como si fuera una mascota, y salid a pasear con ella por la calle para que, un día al menos, le den unos minutos de aire y sol. 

Creo que a finales de julio es una de las peores fechas para esto precisamente porque el sol es demasiado intenso. Si a las plantas de interior les sienta mal el sol, deberíamos pasearlas en fechas en las que el sol sea más tenue, pero no voy a entrar en eso. A lo que voy, es que el Dia de sacar a pasear las plantas de interior me ha parecido el más adecuado para comentar este libro. Porque las plantas de este libro también pasean, y lo hacen por sí solas.

El protagonista y narrador en primera persona es Bill, que comienza su periplo en la cama de un hospital. Ha estado una semana ingresado con los ojos vendados debido a un accidente laboral. Justo la mañana en que la historia inicia debían retirarle los vendajes para comprobar el estado de su vista. Y precisamente esa mañana, al despertar, percibe que el hospital está misteriosamente inactivo. Nadie llega a retirarle las vendas, ni a servirle el desayuno, ni a asistirle en su aseo. 

Tras varios intentos de llamar a un médico o enfermera y vagar a ciegas por su habitación, se decide a quitarse él mismo los vendajes y descubre aliviado que sus ojos se han curado perfectamente y conserva su anterior agudeza visual. Lo que también descubre poco después, es que se trata de una de las pocas personas en todo el mundo que es capaz de ver. Durante esa misma noche y madrugada, el mundo entero ha estado observando fascinado una increíble lluvia de meteoritos de color verde intenso, de una belleza nunca vista. Una versión de las Lágrimas de San Lorenzo a gran escala que con el paso de las horas ha podido ser divisada por ambos hemisferios. Es un acontecimiento único en la vida que, naturalmente, nadie ha querido perderse. Y todos los que lo han visto, se han quedado repentinamente ciegos horas después. Deambulando por la ciudad, Bill encuentra a una joven capaz de ver que está siendo utilizada como lazarillo por un anciano ciego, que la lleva de un lado a otro,  maniatada y unida a él con una cuerda a modo de correa. Bill libera a la joven, llamada Josella, y juntos tratan de adaptarse al nuevo mundo.

La situación os resultará muy familiar: una persona que despierta de un coma o en un hospital donde precisamente su reclusión y aislamiento le ha salvado de algo terrible que ha arrasado con la civilización. Así comenzaba 28 días después, así comenzaba Resident Evil Apocalipsis, así comenzaba The Walking Dead, y alguna más que ahora mismo no recuerdo. El día de los trífidos se escribió en 1955 (o 1951, según otras fuentes) así que ese tipo de inicio está sacado de aquí. 

Otra cosa que os resultará familiar, porque se le ha empezado a sacar partido hace poco, es que el desastre global consista en o implique la perdida de (o el no poder usar) uno de los sentidos principales, como la vista en Bird Box y Blindness, o el habla (vale, hablar no es un sentido, pero ya me entendéis) en Un lugar tranquilo. En eso este libro también fue pionero. Comento estas dos cosas solo para poner en perspectiva la relevancia que tuvo y aún tiene El día de los trífidos

Y aún podríamos hablar también de la influencia que tuvo en las historias de zombis, porque aunque aquí no salgan zombis, la situación en la que se sume la humanidad es muy similar a las historias de zombis modernas. Pero no adelantemos acontecimientos. 

Nos habíamos quedado con la práctica totalidad de la humanidad completamente ciega. Solo Bill y otros pocos afortunados conservan la vista debido a que, por algún motivo u otro, no presenciaron la lluvia de meteoritos verdes. Lo de afortunados es un decir. La mayoría de los que no pierden la vista son niños pequeños a quienes sus padres habían mandado a dormir temprano, y los bebés en sus cunas. Y la mayoría de estos, también, mueren en los primeros días al no tener adultos funcionales que puedan ocuparse de ellos. La gente que ha quedado cegada es incapaz siquiera de llegar hasta sus casas si la ceguera los sorprendió fuera, y otros son incapaces de salir de ellas en busca de ayuda o comida. Se nos describen escenas de ciegos golpeándose unos a otros, luchando por la posesión de una lata que ellos creen que es de comida y resulta ser de pintura. O un niño pequeño que puede ver y está siendo zarandeado por varios ciegos que se han dado cuenta de ello. Quieren que el niño les guie y les consiga cosas, pero el niño es todavía demasiado pequeño para entenderles. 

Los pocos adultos que pueden ver se convierten de inmediato en salvadores u opresores. Hay un refrán que dice que “En el país de los ciegos, el tuerto es el rey”. El refrán lo dice de forma figurada, pero en este caso es literal. Una sola persona capaz de ver puede convertir en esclavos a docenas de ciegos. Los que aún ven pueden conseguir y usar armas de fuego. Pueden encontrar y repartir o acaparar la comida. Pueden guiar a los ciegos que vagabundean por las calles hasta refugios seguros o hasta inesperadas prisiones. Pueden conducir vehículos en los que transportar a otros y aprender lo que necesiten a base de libros. Los que ya eran ciegos antes del suceso tienen una ligera ventaja sobre los nuevos ciegos, pero siguen dependiendo, como el resto, de alimentos que ellos mismos no pueden conseguir.

Se producen suicidios masivos. Millones mueren por hambre y sed, incapaces de procurarse sustento por si solos. Se forman pequeñas bandas de videntes (en el verdadero significado de la palabra) que tratan de crear comunidades seguras de ciegos, o bien convertirlos en esclavos, usándolos como bestias de carga. Pero todo esto explicado al estilo de 1955, menos crudo en las descripciones de lo que sería normal hoy en día. La mayoría de estas cosas se nos dan a entender como consecuencias lógicas de la situación, más que recrearse en ellas. 

Veamos ahora qué son los famosos trífidos del título. Los trífidos son unas plantas creadas mediante bioingeniería que sirven para todo. Sus tallos proporcionan un aceite vegetal de excelente calidad, sus hojas son un magnífico forraje para los animales, y producen un veneno con notables aplicaciones médicas. Se multiplican en grandes cantidades y casi se mantienen solos. Representan, en definitiva, infinitas cosechas de riqueza, y sus semillas, esparcidas por todo el mundo debido a un accidente aéreo, han hecho que todos los países tengan grandes cultivos de ellos. 

El problema es que la combinación de genes a la que se tuvo que recurrir para producir esta planta maravillosa, implica que puedan andar sobre sus tres largas raíces, usándolas como piernas rudimentarias. Y disponen en lo alto del tallo de una cepa en forma de látigo de varios metros, rematada por un aguijón por el que pueden inocular su veneno a los animales cuya presencia perciban. Hacen esto para matarlos, ya que los trífidos también pueden alimentarse a través de sus raíces de los jugos que escapan de los cadáveres en licuefacción. Y el privar a un trífido de su aguijón o de sus raíces para que no sea peligroso, daña tanto a la planta que la calidad de los productos que se refinan de ella dejan de compensar el trabajo de obtenerlos. 

Ya estáis viendo la situación ¿verdad? El mundo está lleno de campos cercados y viveros repletos de millones de plantas enormes capaces de andar y matar, y que no tienen ninguna dependencia de la vista para percibir el mundo a su alrededor. Y al mismo tiempo, la humanidad se ha quedado masivamente ciega y desorganizada. Los trífidos, que tienen una cierta inteligencia y capacidad de comunicación (definitivamente, alguien metió genes animales a esas plantas del infierno) tardan algunos días en notar el cambio de actividad humana. Cuando son al fin conscientes de la gran debilidad de sus cultivadores/captores, los trífidos multiplican sus intentos de escapar de los campos, y comprueban que ahora nadie se lo impide. Por si la humanidad no tuviera bastante con la ceguera global, añadimos la amenaza de millones de monstruos vegetales ambulantes y asesinos. 

Como las plantas que son, las armas de fuego tienen muy poco efecto en los trífidos. ¡No se mata fácilmente a un manzano pegándole tiros con una 9mm! En su momento los humanos desarrollaron un fusil especial que disparaba discos cortantes para “podar” trífidos descontrolados. Bill, que precisamente trabajaba en una empresa de cultivo y procesamiento de trífidos, es el primero en predecir la “rebelión” de los trífidos y consigue un camión entero de fusiles podadores y cajas de cuchillas de repuesto, de los almacenes de su propio lugar de trabajo. Bill, Josella y Susan (una niña también vidente que encuentran y se convierte de forma tácita en su hija adoptiva) se dedican así a reunir a los ciegos que creen que vale la pena salvar, y forman con ellos una pequeña comunidad segura.  

Una cosa que se hace muy bien, es dosificar la amenaza de los trífidos. Al principio todo se reduce a sobrevivir al propio caos inicial de la situación. Luego van apareciendo las bandas, tanto de videntes que se aprovechan de los ciegos como al revés. Bandas que inevitablemente se van encontrando y en algunos casos colaboran entre ellas pero en otras se depredan. Hay muchísimo texto dedicado a hablarnos de las historias personales de los protagonistas, a filosofar y reflexionar sobre como los valores sociales, morales, políticos y religiosos a los que algunos aún se aferran deben olvidarse y reescribirse ante los desastres de gran magnitud como ese. El propio valor de la vida cambia, y aquellos que no pueden aportar nada a la nueva sociedad son desechados, porque el pretender salvar y alimentar a todos es una ilusión. Luego aparece una plaga que comienza a extenderse diezmando a los supervivientes, y por miedo al contagio los infectados son simplemente abandonados a su suerte o directamente ejecutados. Y en todo momento los trífidos están allí, en segundo plano, dejándose ver de vez en cuando, agitando sus verdes látigos-cepa venenosos como una amenaza adicional. 

Mientras los humanos se hunden en su propia ceguera física y moral, los trífidos se multiplican sin control esparciendo semillas al aire en forma de esporas que el viento arrastra. Y llega un punto en que se convierten en la mayor amenaza de todas y requieren de una lucha constante solo para mantenerlos a raya. El grupo de Bill y Josella termina dándose cuenta que la prioridad absoluta debe ser defenderse de los trífidos, que parecen destinados a cubrir con el tiempo cada metro cuadrado de tierra firme.

No es una novela de acción, sino de reflexión. La mayor parte del texto son diálogos entre los personajes, sus discusiones, la descripción de la caída de la humanidad y su posterior adaptación a un mundo que la mayoría no pueden ver. Se toca el tema de la “tiranía” de los inválidos, exigiendo protección a los sanos y escudándose en su invalidez para no hacer nada, aunque puedan. Hay un momento en el que en una de esas comunidades se intenta enseñar a los ciegos a tejer al tacto cestas de cáñamo para guardar cosas, y estos se niegan incluso a intentar aprender. Pretenden que se les de todo hecho, como si la desgracia que han sufrido justificase el que ya no deban esforzarse lo más mínimo por el bien común. También se establece que la vida de aquellos que pueden ver es lógicamente más valiosa que la de aquellos que no, pues las comunidades dependen principalmente de ellos. Incluso dentro de los ciegos estos tienen diferentes valores. Una mujer ciega vale más que un hombre ciego, por su capacidad para parir y generar nuevos humanos. Pero hay gente que se escandaliza al oír hablar a otros en estos términos, incluso en una situación de supervivencia extrema donde todos deben colaborar en lo que puedan.

Y en todo momento los trífidos están allí, esperando su oportunidad, esperando que a los humanos se les acabe el combustible, la comida enlatada, o la esperanza. Creo que podemos estar de acuerdo en que sin duda el cine de zombis actual debe mucho también a esta novela. 

Hacia el final de la historia, el grupo de Bill, Josella y Susan se encuentran con uno mucho mayor que está extendiendo un nuevo feudalismo para retomar el control de la sociedad. Este grupo está imponiendo su forma de organizarse a todos los supervivientes de un modo tiránico, y de nuevo los humanos se convierten en la mayor amenaza de los humanos. 

La historia tiene un final abierto, en la que los supervivientes simplemente… siguen sobreviviendo, que no es poco. Los trífidos se multiplican sin fin, pero ya se han desarrollado técnicas y trucos para librarse de ellos mientras no se acumulen muchos. Los grupos de humanos, en lugar de colaborar, se enfrentan entre ellos luchando por imponer su idea de la sociedad perfecta. Algunas comunidades caerán, otras prosperarán, y el mundo seguirá girando a pesar de todo. 

La lectura se hace lenta a ratos, especialmente cuando los personajes nos cuentan su vida anterior a la lluvia de meteoritos, pero en general es bastante entretenida. Tiene detalles muy interesantes, como cuando Josella aprovecha que están buscando ropa de repuesto en una tienda, para robar también unos pendientes y un collar dejándose llevar por un absurdo pero entendible toque de vanidad. También está el tema de la ceguera. En un principio se achaca a la luz de los meteoritos, pero más adelante se sugiere otra explicación. Los meteoritos podrían haber sido del todo inocuos por sí mismos, pero uno de ellos habría impactado contra un satélite puesto en órbita por algún país indeterminado, armado con ojivas de guerra química. Al ser derribado por el impacto de un meteorito y caer a la tierra, la enfermedad contenida en las ojivas se abría dispersado por toda la atmósfera, cegando a aquellos que tuvieran los ojos abiertos en algún momento de la larga noche de los cometas, mientras el virus estaba activo en el aire. La misteriosa enfermedad terriblemente contagiosa que diezma a la población poco después sería el resultado de un segundo satélite de guerra bacteriológica derribado de su órbita por otro de los meteoritos.   

Lo más fácil habría sido relacionarlo todo, pero no. No son los cometas verdes los que ciegan a la gente ni los que “dan vida” a los trífidos o provocan la enfermedad. Es un conjunto de desastres no relacionados que se dan a la vez. De hecho, no hay un verdadero desastre natural; son dos armas bacteriológicas y una planta modificada genéticamente las que ponen en jaque a la humanidad cuando esta pierde el control sobre ellas. 

El tono general me ha recordado mucho a Soy Leyenda (que es de la misma época) y en la que también se incidía en el peligro de las armas biológicas.  

Por cierto… ¡hay un La noche de los trífidos! Le daremos un vistazo el año que viene, cuando nos toque sacar las plantas a pasear otra vez. 

The Day of the Triffids. 1955. John Wyndham. Publicado por Ediciones Minotauro en 1991.

miércoles, 26 de julio de 2023

FONDO DE BIKINI

 LA DESPENSA

Presentado por… el sr. Peppin.

¡Saludos, hambrientos y hambrientas!

Aquí seguimos bajo el agua desde nuestra entrada de ayer, que la verdad, con el calor que hace, no apetece estar en otro lado. 

Yo concretamente estoy pasando unos días en Fondo de Bikini, lugar que quizá os suene por ser el escenario habitual de una famosa serie de aventuras subacuáticas. ¡No, no es SeaQuest! ¡He dicho que era una serie famosa!     

De izquierda a derecha: la roca de Patricio y la casa de Calamardo. 

En 2021, los menús infantiles de McDonald´s entregaron junto con la comida unas figuras de Bob Esponja. En lugar de personajes, que es lo normal es estos casos, la colección estaba formada por los edificios principales de la serie, de los que tenemos estos cinco. Las casitas tienen una altura media de unos 8 cm.

De izquierda a derecha: el Cubo de Cebo de Plankton, la Escuela de Botes de la Srta. Puff, y el cuartel general de Tritonman y el Chico Percebe.

Los edificios muestran por un lado el frontal exterior y por el otro unos pocos detalles del interior, como tuberías, pantallas, o cuadros. Cada casita venía complementada por una base que estaba preparada para dejarla encajada lateralmente a otras dos bases, una a cada lado, para que podamos diseñar las calles de nuestra propia versión de Fondo de Bikini.

También traía una lámina de pegatinas para decorar el interior o exterior según el caso, y unas diminutas figuritas de cartulina satinada de los personajes para colocarlas en la base.  

De izquierda a derecha: vista interior de la casa de Calamardo y la Escuela de Botes de la Srta. Puff.

Las casitas que tenemos las conseguimos de segunda mano. Las tenemos sin los personajes y solo dos de ellas llevan las pegatinas del interior, pero bastan para poder mostraros como son por dentro.

Puedes ver más artículos sobre Bob Esponja pulsando aquí.

Bikini Bottom. Bob Esponja. McDonalds. Presentado en bolsita transparente2021.

martes, 25 de julio de 2023

PROFUNDIDAD SEIS

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                       

 Presentado por... Pecky.

¡Saludos, amigos cinéfagos!

Continuamos con nuestra campaña de cine de verano. Este año hemos comentado ya dos películas de tiburones, una de pulpo, una de pirañas y una de piratas. No podíamos dejar pasar la ocasión de comentar también una de crustáceo, así que os hemos traído este clásico que aunó la moda de imitaciones de Alien de los ochenta con la moda del terror acuático/submarino de los noventa. 

La historia tiene lugar en una base submarina a seis millas de profundidad, con un complemento mixto de investigadores militares y civiles. La misión principal del equipo es establecer una plataforma submarina de almacenaje y lanzamiento de misiles atómicos. Los ánimos están tensos porque ya llevan medio año sin salir a la superficie, solo les quedan dos semanas de plazo para terminar la instalación, y al parecer van muy retrasados. 

El lugar que han elegido cuidadosamente como el óptimo para colocar la plataforma resulta tener debajo un sistema de cavernas. Al director del proyecto le preocupa que las cavernas puedan colapsarse una vez la plataforma esté construida sobre estas, por lo que decide derrumbar todo el bioma con cargas explosivas para luego edificar encima de los restos. El que haya una multitud de extraños informes sobre formas de vida gigantescas y desconocidas en esa área no parece preocuparle. 

A nosotros, que hemos visto más pelis de terror que él si que nos preocupa, porque sabemos lo que eso significa; efectivamente, cuando las cavernas se derrumban redibujando el fondo marino, algo escapa de ellas, bastante molesto por la destrucción de su hogar. Se trata de una (o más de una, eso nunca llega a quedar claro) criatura con aspecto y características de crustáceo, que lógicamente molesto, va a pedirle explicaciones a los humanos por ese desahucio ilegal. 

Tras las primeras muertes, los debiluchos humanos, indefensos ante la irresistible furia centolla, toman la sabia decisión de abandonar las instalaciones. Para hacerlo deben cumplir un protocolo de seguridad militar que les exige asegurar las cargas atómicas almacenadas, para evitar que estas caigan en manos de un posible enemigo. Este trabajo es dejado por alguna razón en manos de Snyder, el más nervioso e inseguro del grupo, que es también el personaje más interesante del reparto y está interpretado por Miguel Ferrer, el famoso Bob Morton de Robocop.

Snyder lleva a cabo el protocolo de forma errónea. Ingenuamente, indica a la computadora que el motivo por el que los misiles deben ser asegurados es debido a una agresión externa, refiriéndose al monstruo. Para la computadora, “agresión” significa ataque de un país enemigo, por lo que reacciona detonando todo el almacén, sin considerar la presencia de vidas humanas en la instalación. La onda expansiva de la explosión arrasa la base submarina, averiando un montón de sistemas vitales, como el regenerador de oxígeno. También inunda amplias áreas de la base, impidiéndoles acceder directamente a las cámaras de descompresión, y por tanto salir a la superficie. 

El furioso crustáceo desahuciado aprovecha la debilitada estructura de la base para colarse en ella e ir zampándose a los molestos humanos. La película pasa a ser una sucesión de enfrentamientos entre la criatura y los humanos, que tratan de deshacerse de ella con cualquier arma a su alcance, y los intentos del grupo cada vez menor de supervivientes de hacer las reparaciones necesarias para poder escapar de la base. 

El reactor nuclear que alimenta de energía las instalaciones está a punto de explotar, el oxígeno se va acabando, las secciones se van inundando, y Snyder se va volviendo loco progresivamente a medida que comete más errores y siente las miradas acusadoras de los otros supervivientes sobre él. La película es especialmente recordada por tres escenas muy concretas que se hicieron famosas rápidamente, y Snyder protagoniza dos de ellas. 

En una, Snyder mata accidentalmente a un compañero reventándole el pecho con un arpón neumático. Estas son armas de pesca submarina que sacan a la superficie a los animales a los que se caza con ellas: el arpón lleva en el interior de su asta un cilindro de hidrogeno comprimido que se inyecta en la presa a través de la punta hueca cuando esta se clava en algo sólido. Si la presa es un animal del tamaño de un tiburón, el hidrógeno a presión le aplasta los órganos internos y lo saca a la superficie hinchado como un globo. Snyder se lo clava en la espalda a uno de los personajes (casualmente, a uno con el que no paraba de discutir) y el hidrógeno a presión le revienta el pecho.

La otra escena destacable de Snyder también tiene que ver con reventar. Llega un momento en que pierde los nervios de tal modo que trata de llegar a la superficie en una capsula de escape sin pasar antes por el proceso de descompresión. A medida que una persona se sumerge a grandes profundidades, la presión va comprimiendo el aire dentro de sus venas. Si esa persona sale a la superficie demasiado rápido, ese aire comprimido se expande también demasiado rápido. En lugar de integrarse progresivamente al torrente sanguíneo forma grandes burbujas que hacen estallar las venas o las bloquean, produciendo embolias. Es más complicado que eso, pero como explicación básica vale. 

El caso es que el proceso de descompresión puede llevarse a cabo de forma natural ascendiendo muy lentamente para dar tiempo a los elementos gaseosos en sangre a expandirse de forma progresiva y reintegrarse correctamente al torrente sanguíneo, o artificialmente adaptando previamente el cuerpo a la presión que encontrará en el exterior por medio de una cámara hiperbárica. El bueno de Snyder, olvidando todo esto, sale disparado hacia la superficie en un modulo de escape, cuya velocidad no se puede regular y está diseñado para alcanzar la superficie lo antes posible. El resultado es que se va volviendo más jugoso por momentos y termina reventando ya cerca de la superficie. 

La escena memorable en la que no participa es, de hecho, la más famosa de todas. Uno de los supervivientes sale de la base en un pesado traje de buzo blindado para efectuar unas reparaciones vitales. Cuando está siendo izado con una grúa de nuevo al interior de la base, la criatura aparece cortando limpiamente en dos el traje (y al tipo en su interior) de un mordisco, dejando a la otra mitad del traje balanceándose grotescamente de los cables de la grúa, chorreando sangre y tripas ante los aterrados ojos del resto de personajes. Esto siempre me hizo mucha gracia porque el monstruo es una especie de crustáceo, pero aquí es él quien se come un “humano con cáscara”. Una ilustración o fotograma de esta escena solía aparecer en todos los posters y carátulas de la película, como ocurre con esta edición.  

Al final la parejita protagonista se salva y además liquidan al suculento crustáceo gigante con pasmosa facilidad después de todos los intentos fracasados de hacerlo por parte del resto de la tripulación. De algún modo había que terminar la película y optaron por el final clásico. Tan clásico que la parejita protagonista se casa, como en los bolsilibros. Eso sí, quiero hacer notar que hay un momento en el que, cuando todo parece perdido, él le pregunta a ella “¿Te casarás conmigo?” y ella le responde “Con cualquiera que me saque de aquí”. ¡Ah, el amor! Bueno, este tipo de cosas siempre es mejor dejarlas claras desde el principio. Yo me quedo con la duda de si en el banquete de boda servirán bogavantes.

El éxito de otras películas de terror submarino con más presupuesto que aparecieron en esa época, como Abyss, eclipsaron a Profundidad Seis. A mí personalmente Abyss se me hace aburrida. Profundidad Seis la veo más entretenida a pesar (o quizá gracias a) que está llena de palabrería y tecnicismo inventados y que la tripulación de la base submarina es casi un plagio de los tripulantes del Nostromo de Alien. Su único defecto importante es que el monstruo sale muy poquito. 

Como pequeñas curiosidades tenemos en el reparto a Nia Peeples, una actriz no muy exitosa a pesar de estar en el mundo del cine desde niña. Peeples intervino en dos series que se encuentran entre nuestras preferidas: Cuentos del Mono de Oro (en un solo capítulo) y Walker Texas Ranger (las dos últimas temporadas). El director es Sean S. Cunningam, el de la primera Viernes 13 (¡ya podría haber puerto un poster de Jason en algún lugar de la base, o algo!). La productora fue Carolco, la misma de esa otra grandiosa aventura marina y veraniega de La isla de las Cabezas Cortadas. Y es también la película que inició la breve moda del terror submarino de los noventa, que dio pie a otras obras más conocidas y exitosas como Abyss, Leviatán el demonio del abismo, Deep Rising, o la española La grieta, de Juan Piquer Simón… que tendremos que comentar un día de estos, por cierto. 

Hay también un par de referencias a esta película en el capítulo Dethwater de la serie de animación Metalocalypse. Una es el nombre de una de las canciones que el grupo compone estando bajo el agua, titulada en castellano Traje de buzo relleno de muerto, a cuento de la escena del traje de buzo partido en dos. La otra referencia es cuando a su promotor musical le revientan los ojos al subir a la superficie demasiado rápido sin haber hecho descompresión, tal como le ocurre a Snyder en la película. Esto último podría haber sido algo casual. La muerte por descompresión, en la que el cuerpo te va estallando de dentro a fuera como si Kenshiro te hubiese dado una paliza, es lo bastante terrible como para haber sido utilizada en varias otras cintas de terror submarino. Pero con el precedente de la referencia a la escena del traje de buzo, lo más probable es que se quisiera referenciar también la muerte de Snyder.  

DeepStar Six. 1989. Lewis Abernathy, Geof Miller (guion) Sean S. Cunningham (director). Greg Evigan, Miguel Ferrer (actores principales) Nancy Everhard (actriz principal). Carolco Pictures Inc. Editado en DVD por IDA Films.